/ sábado 2 de noviembre de 2019

La Catrina rodeada de cuerpos desnudos

Con motivo de la celebración del día de los santos difuntos en nuestro país se realizan una serie de celebraciones en todas las regiones de nuestra patria...

Que repercuten en el universo mundial por la devoción que expresamos los mexicanos dar por hecho que la muerte es un acto concomitante con la vida misma: vivimos para morir y en la muerte misma encontramos la eternidad de nuestra existencia.

Esta celebración está convertida ya en un ícono universal que nos identifica como una cultura singular que conmueve y llama la atención a las demás culturas, como la anglosajona y asiática, que tiene un concepto muy diferente de lo que nosotros entendemos como el paso definitivo a la eternidad. En la última película que se proyectó en el mundo sobre James Bond, el actor Daniel Craig inicia una espectacular persecución en el centro de la ciudad de un criminal internacional que pretende destruir el centro histórico de la Ciudad de México, en el desarrollo de su captura se recrea en el filme toda la belleza de las multitudes representando a los fieles difuntos con el aspecto de la Catrina que desfilan por las calles de México ofreciendo un tributo a los que ya partieron. No en vano José Guadalupe Posada quien creó el dibujo de la Catrina, nos dejó el apotegma indestructible que los mexicanos aceptamos al pie de la letra: la muerte es democrática.

En San Miguel Allende, Guanajuato, es uno de los sitios donde con más intensidad y apego a la tradición se celebra el día de los santos difuntos. Se realiza un festival que denominan la “Fiesta de La Calaca” que va en su quinta edición y que tiene una enorme aceptación al que acuden miles de turistas extranjeros principalmente estadounidenses que incluso han llegado a convertirse en habitantes naturales de este pueblo mágico que les brinda todas las comodidades para llevar una vida placentera en donde tienen la enseñanza didáctica de nuestra cultura compuesta en su mayoría de comportamientos prehispánicos.

El “Festival de La Calaca” se realizó en el rancho Los Senderos, San Miguel Allende, que es un lugar donde residen aproximadamente 13 mil estadounidenses. Lo espectacular de este festival es que intervino como actor principal de esta celebración el ya legendario y afamado fotógrafo de la desnudez Spencer Tunick, que una vez más demostró su arte exhibiendo a hombres y mujeres con diversas tonalidades de piel posando durante varios segundos ante su cámara absolutamente desnuda y volteada de cabeza. Los modelos tenían ciertos parámetros, como presentar un dorso fuerte y piernas con la suficiente elasticidad, debido a que serían suspendidos de cabeza a unos tubos de metal. A diferencia de otras tomas del fotógrafo, estas fueron más íntimas, aseguró el propio fotógrafo neoyorkino, que por tercera ocasión expone su obra en este pueblo mágico, en el que asegura vivirá, cuando se retire de su actividad profesional.

El mensaje de esta exposición en donde los cuerpos desnudos aparecen boca abajo es con la intención de hacer patente el clima político que se vive actualmente en el mundo y principalmente en Estados Unidos, en donde un orate figura como candidato a la presidencia del “Imperio de libre mercado” y que en las últimas encuestas y mediciones, así como pronósticos de algunas casas apostadoras, tiene posibilidades de convertirse en representante del Tío Sam; Spencer Tunick realizó esta exhibición en San Miguel Allende, como una protesta para demostrarle al mundo que solamente alguien que tenga la cabeza en los pies puede elegir a una bestia mercantil como lo es Trump en lugar de Hillary Clinton la representante del partido demócrata.

“Este tipo de festividades en torno a la muerte, como se hace en México, y en especial en San Miguel Allende, simplemente no se podrían realizar en Estados Unidos, porque justamente la celebración del Halloween está basado en el miedo a la muerte, dijo Tunick”. Encontrando en la celebración de los días de muertos en México un concepto diferente y no de negación a lo inevitable como es el hecho de partir a la eternidad.

Spencer Tunick es un fotógrafo internacional que ha logrado escandalizar al mundo con sus fotos de desnudos urbanos masivos. Lo hizo en Sidney, Nueva York, Roma, Chile, y lo ha hecho varias veces en México y en otros países donde reúne a miles de seres humanos que aceptaron posar desnudos pese a que las temperaturas en algunos casos eran de tres grados.

No hay que equivocarse, no hay nada erótico, lascivo o sexual en estas fotos las personas son retratadas yacentes en el pavimento con los brazos unidos a su cuerpo perfectamente alineados, lo cual a veces nos hace pensar en sardinas enlatadas. Quienes acuden a estos eventos fotográficos es una multitud de personas que representan todas las formas del cuerpo humano: mujeres embarazadas, ancianas cubiertas de arrugas y pellejos, delgaduchos y enjuto, y obesos con dificultad para moverse. Lo importante de este trabajo fotográfico es que el desnudo humano recupera los espacios que perdió cuando fue prohibido por el puritanismo moral religioso o cuando fue explotado con fines pornográficos.

En la antigua Roma, los baños públicos eran compartidos por hombres y mujeres en trajes de Adán los dos. Sin que el pudor obstaculizara esta función. Jesucristo incluso hasta el siglo VI aparecía desnudo en todos los crucifijos. Fue ya mucho tiempo después cuando el cuerpo humano desnudo pasó a ser un debate entre el bien y el mal. Por lo pronto la obra de Spencer Tunick nos permite ver democráticamente al desnudo representando una sociedad plástica en un siglo en donde la tolerancia y la desenvoltura tendrán que convertirse en normas de conducta.

e-mail.- notario177@msn.com

Con motivo de la celebración del día de los santos difuntos en nuestro país se realizan una serie de celebraciones en todas las regiones de nuestra patria...

Que repercuten en el universo mundial por la devoción que expresamos los mexicanos dar por hecho que la muerte es un acto concomitante con la vida misma: vivimos para morir y en la muerte misma encontramos la eternidad de nuestra existencia.

Esta celebración está convertida ya en un ícono universal que nos identifica como una cultura singular que conmueve y llama la atención a las demás culturas, como la anglosajona y asiática, que tiene un concepto muy diferente de lo que nosotros entendemos como el paso definitivo a la eternidad. En la última película que se proyectó en el mundo sobre James Bond, el actor Daniel Craig inicia una espectacular persecución en el centro de la ciudad de un criminal internacional que pretende destruir el centro histórico de la Ciudad de México, en el desarrollo de su captura se recrea en el filme toda la belleza de las multitudes representando a los fieles difuntos con el aspecto de la Catrina que desfilan por las calles de México ofreciendo un tributo a los que ya partieron. No en vano José Guadalupe Posada quien creó el dibujo de la Catrina, nos dejó el apotegma indestructible que los mexicanos aceptamos al pie de la letra: la muerte es democrática.

En San Miguel Allende, Guanajuato, es uno de los sitios donde con más intensidad y apego a la tradición se celebra el día de los santos difuntos. Se realiza un festival que denominan la “Fiesta de La Calaca” que va en su quinta edición y que tiene una enorme aceptación al que acuden miles de turistas extranjeros principalmente estadounidenses que incluso han llegado a convertirse en habitantes naturales de este pueblo mágico que les brinda todas las comodidades para llevar una vida placentera en donde tienen la enseñanza didáctica de nuestra cultura compuesta en su mayoría de comportamientos prehispánicos.

El “Festival de La Calaca” se realizó en el rancho Los Senderos, San Miguel Allende, que es un lugar donde residen aproximadamente 13 mil estadounidenses. Lo espectacular de este festival es que intervino como actor principal de esta celebración el ya legendario y afamado fotógrafo de la desnudez Spencer Tunick, que una vez más demostró su arte exhibiendo a hombres y mujeres con diversas tonalidades de piel posando durante varios segundos ante su cámara absolutamente desnuda y volteada de cabeza. Los modelos tenían ciertos parámetros, como presentar un dorso fuerte y piernas con la suficiente elasticidad, debido a que serían suspendidos de cabeza a unos tubos de metal. A diferencia de otras tomas del fotógrafo, estas fueron más íntimas, aseguró el propio fotógrafo neoyorkino, que por tercera ocasión expone su obra en este pueblo mágico, en el que asegura vivirá, cuando se retire de su actividad profesional.

El mensaje de esta exposición en donde los cuerpos desnudos aparecen boca abajo es con la intención de hacer patente el clima político que se vive actualmente en el mundo y principalmente en Estados Unidos, en donde un orate figura como candidato a la presidencia del “Imperio de libre mercado” y que en las últimas encuestas y mediciones, así como pronósticos de algunas casas apostadoras, tiene posibilidades de convertirse en representante del Tío Sam; Spencer Tunick realizó esta exhibición en San Miguel Allende, como una protesta para demostrarle al mundo que solamente alguien que tenga la cabeza en los pies puede elegir a una bestia mercantil como lo es Trump en lugar de Hillary Clinton la representante del partido demócrata.

“Este tipo de festividades en torno a la muerte, como se hace en México, y en especial en San Miguel Allende, simplemente no se podrían realizar en Estados Unidos, porque justamente la celebración del Halloween está basado en el miedo a la muerte, dijo Tunick”. Encontrando en la celebración de los días de muertos en México un concepto diferente y no de negación a lo inevitable como es el hecho de partir a la eternidad.

Spencer Tunick es un fotógrafo internacional que ha logrado escandalizar al mundo con sus fotos de desnudos urbanos masivos. Lo hizo en Sidney, Nueva York, Roma, Chile, y lo ha hecho varias veces en México y en otros países donde reúne a miles de seres humanos que aceptaron posar desnudos pese a que las temperaturas en algunos casos eran de tres grados.

No hay que equivocarse, no hay nada erótico, lascivo o sexual en estas fotos las personas son retratadas yacentes en el pavimento con los brazos unidos a su cuerpo perfectamente alineados, lo cual a veces nos hace pensar en sardinas enlatadas. Quienes acuden a estos eventos fotográficos es una multitud de personas que representan todas las formas del cuerpo humano: mujeres embarazadas, ancianas cubiertas de arrugas y pellejos, delgaduchos y enjuto, y obesos con dificultad para moverse. Lo importante de este trabajo fotográfico es que el desnudo humano recupera los espacios que perdió cuando fue prohibido por el puritanismo moral religioso o cuando fue explotado con fines pornográficos.

En la antigua Roma, los baños públicos eran compartidos por hombres y mujeres en trajes de Adán los dos. Sin que el pudor obstaculizara esta función. Jesucristo incluso hasta el siglo VI aparecía desnudo en todos los crucifijos. Fue ya mucho tiempo después cuando el cuerpo humano desnudo pasó a ser un debate entre el bien y el mal. Por lo pronto la obra de Spencer Tunick nos permite ver democráticamente al desnudo representando una sociedad plástica en un siglo en donde la tolerancia y la desenvoltura tendrán que convertirse en normas de conducta.

e-mail.- notario177@msn.com