/ martes 18 de junio de 2019

La exigencia de ser admirado, es la máxima arrogancia

Son pocos los que aseguran que Di Stéfano fue el mejor, unos cuantos los que vamos por Pelé, otros más dicen que Maradona y, son muchos más los que no habiendo conocido a los otros van por Messi.

Es harto difícil que el ser humano acepte que está equivocado, manteniéndose en su protesta así tenga enfrente a todos los matemáticos, que nada valen ante su preferencia. El justo, el consciente, aceptará el mayor merecimiento del jugador que no es de su gusto y, lo expresará tal cual, es el mejor, pero a mí me gusta más cómo juega fulano. Es tan grande el sentimiento de desencanto ante lo obvio, que el fan de tal o cual jugador sufre igual que si su hijo hubiese obtenido peores calificaciones que el hijo del vecino, o que su hijita fuera desplazada de la escolta de la escuela, por la hija del compañero de trabajo.

En este momento, en que por enésima vez los seguidores de Lionel Messi han sufrido la desilusión 3438, continúan con el mismo desgastado argumento de que es Argentina completa la culpable de que Lionel Messi se sienta mal porque el equipo no marcha. ¡No! No me malentiendan, estoy más que seguro de que Lionel Messi es un joven modesto, cuya humildad no puede ser ocultada, ¡No! No es él el arrogante, sino el que ciegamente desea maquillar de excelente lo que solamente es muy bueno.

Si Argentina no tiene buenos resultados, si Argentina no convence, es debido a muchos factores que ellos mismos, que se han destacado como buenos futbolistas, no han tenido capacidad para detectar y corregir y, por culpa de su propia arrogancia, que les es tan distintiva como su buen futbol, piensan que por contar con el mejor jugador del mundo tienen para sí el interés de toda la atención. Por siempre, Argentina se ha adjudicado un dogma semejante al de los dioses y, siendo ellos los elegidos, el mundo debe dispensarles reconocimiento.

Es increíble ver la cantidad de comentaristas especializados satanizando a todos los inútiles compañeros de Messi en la selección albiceleste y, cerrándose a todo tipo de discernimiento se aferran al dogma sufriendo porque los demás no estemos inmersos en él, es que si Messi no es el mejor entonces quiere decir que me he equivocado y yo, como dijera el profesor Girafales, solo me equivoqué una vez... aquella en que creí que me había equivocado. Mienten quienes afirman que los compañeros de Messi son malos jugadores, simplemente no saben luchar solos. Argentina siempre ha tenido un adalid, un Cid Campeador, un Líder y, ya lo dijo Maradona y muchos otros verdaderamente conocedores, Lionesl Messi no posee liderazgo.

Cuando le fue concedida la Selección de España a Luis Aragonés, se ganó la crítica generalizada del pueblo español cuando decidió dejar fuera de su plantilla a Raúl González, seguramente el mejor jugador español de todos los tiempos, junto al catalán Luis Suarez. Y tuvo a bien platicar con Raúl para explicarle el por qué de su decisión, lo que Raúl, de personalidad semejante a la de Messi, aceptó sin mostrar recelo alguno, resultando España Campeón de la Eurocopa. Inmediatamente Luis Aragonés presentó su dimisión en favor de Vicente del Bosque, admirador de Raúl. Resultado, España Campeón Mundialo 2010.

Casillas, Valdés, Raina; Albiol, Piqué, Marchena, Puyol, Capdevila, Ramos, Arbelloa; Iniesta, Xavi, Fabregas, Alonso, Busquets, Martínez, Silva; Villa, Torres, Mata, Pedro, Llorente y Navas. Estos son los malos compañeros que no ayudaban a Raúl, el mejor jugador de España, cuando "la Roja" iba de fracaso en fracaso. Bastó que Raúl saliera de la selección para que los triunfos llegaran, sin que con eso la grandeza de Raúl se viera mermada. Desgraciadamente, Raúl, que fue un extraordinario jugador, al igual que Messi, no contaba con las características de un líder. Sé bien que nadie me va a oír, pero estaría bien que los argentinos reflexionaran y que buscaran la grandeza de su futbol, por encima de la de un solo jugador. El historiador romano Plinio, en su obra “History Natural” escribió: “Asombroso es hasta dónde llega la arrogancia humana cuando al menor acierto la estimula”.

Ahora nos toca atender a Canadá, pero aunque los de la hoja de maple no son para nada semejantes a Cuba, tampoco están a nuestra altura. Bastaría concederles más importancia de la que dedicaron a los isleños, juego en el que se vieron realmente desastrozos, siendo el peor juego que se les ha visto desde que inició la era Martino. Falsedad que es aprovechada por los comentaristas para armar de un piojo a un caballero. Por favor, el joven Antuna aún no está para la selección, los primeros cuatro balones que tomó, se tropezó con ellos cayéndose, su actuación se justifica como emergente, supliendo a Jorge Sánchez que fue baja. Buena suerte, jugó y metió gol, pero hasta ahí, su llegada se debe a un favor que el Tata le hace a Denis de Closs a quien Martino debe su contratación por la Selección Mexicana. El chico inició en el Santos, pero no trascendió y, Closs lo colocó en el Groningen de Holanda, de donde pasó al Galaxi donde se encuentra Closs y ya de ahí, una llamada al Tata y listo.

Hasta pronto amigo.

Son pocos los que aseguran que Di Stéfano fue el mejor, unos cuantos los que vamos por Pelé, otros más dicen que Maradona y, son muchos más los que no habiendo conocido a los otros van por Messi.

Es harto difícil que el ser humano acepte que está equivocado, manteniéndose en su protesta así tenga enfrente a todos los matemáticos, que nada valen ante su preferencia. El justo, el consciente, aceptará el mayor merecimiento del jugador que no es de su gusto y, lo expresará tal cual, es el mejor, pero a mí me gusta más cómo juega fulano. Es tan grande el sentimiento de desencanto ante lo obvio, que el fan de tal o cual jugador sufre igual que si su hijo hubiese obtenido peores calificaciones que el hijo del vecino, o que su hijita fuera desplazada de la escolta de la escuela, por la hija del compañero de trabajo.

En este momento, en que por enésima vez los seguidores de Lionel Messi han sufrido la desilusión 3438, continúan con el mismo desgastado argumento de que es Argentina completa la culpable de que Lionel Messi se sienta mal porque el equipo no marcha. ¡No! No me malentiendan, estoy más que seguro de que Lionel Messi es un joven modesto, cuya humildad no puede ser ocultada, ¡No! No es él el arrogante, sino el que ciegamente desea maquillar de excelente lo que solamente es muy bueno.

Si Argentina no tiene buenos resultados, si Argentina no convence, es debido a muchos factores que ellos mismos, que se han destacado como buenos futbolistas, no han tenido capacidad para detectar y corregir y, por culpa de su propia arrogancia, que les es tan distintiva como su buen futbol, piensan que por contar con el mejor jugador del mundo tienen para sí el interés de toda la atención. Por siempre, Argentina se ha adjudicado un dogma semejante al de los dioses y, siendo ellos los elegidos, el mundo debe dispensarles reconocimiento.

Es increíble ver la cantidad de comentaristas especializados satanizando a todos los inútiles compañeros de Messi en la selección albiceleste y, cerrándose a todo tipo de discernimiento se aferran al dogma sufriendo porque los demás no estemos inmersos en él, es que si Messi no es el mejor entonces quiere decir que me he equivocado y yo, como dijera el profesor Girafales, solo me equivoqué una vez... aquella en que creí que me había equivocado. Mienten quienes afirman que los compañeros de Messi son malos jugadores, simplemente no saben luchar solos. Argentina siempre ha tenido un adalid, un Cid Campeador, un Líder y, ya lo dijo Maradona y muchos otros verdaderamente conocedores, Lionesl Messi no posee liderazgo.

Cuando le fue concedida la Selección de España a Luis Aragonés, se ganó la crítica generalizada del pueblo español cuando decidió dejar fuera de su plantilla a Raúl González, seguramente el mejor jugador español de todos los tiempos, junto al catalán Luis Suarez. Y tuvo a bien platicar con Raúl para explicarle el por qué de su decisión, lo que Raúl, de personalidad semejante a la de Messi, aceptó sin mostrar recelo alguno, resultando España Campeón de la Eurocopa. Inmediatamente Luis Aragonés presentó su dimisión en favor de Vicente del Bosque, admirador de Raúl. Resultado, España Campeón Mundialo 2010.

Casillas, Valdés, Raina; Albiol, Piqué, Marchena, Puyol, Capdevila, Ramos, Arbelloa; Iniesta, Xavi, Fabregas, Alonso, Busquets, Martínez, Silva; Villa, Torres, Mata, Pedro, Llorente y Navas. Estos son los malos compañeros que no ayudaban a Raúl, el mejor jugador de España, cuando "la Roja" iba de fracaso en fracaso. Bastó que Raúl saliera de la selección para que los triunfos llegaran, sin que con eso la grandeza de Raúl se viera mermada. Desgraciadamente, Raúl, que fue un extraordinario jugador, al igual que Messi, no contaba con las características de un líder. Sé bien que nadie me va a oír, pero estaría bien que los argentinos reflexionaran y que buscaran la grandeza de su futbol, por encima de la de un solo jugador. El historiador romano Plinio, en su obra “History Natural” escribió: “Asombroso es hasta dónde llega la arrogancia humana cuando al menor acierto la estimula”.

Ahora nos toca atender a Canadá, pero aunque los de la hoja de maple no son para nada semejantes a Cuba, tampoco están a nuestra altura. Bastaría concederles más importancia de la que dedicaron a los isleños, juego en el que se vieron realmente desastrozos, siendo el peor juego que se les ha visto desde que inició la era Martino. Falsedad que es aprovechada por los comentaristas para armar de un piojo a un caballero. Por favor, el joven Antuna aún no está para la selección, los primeros cuatro balones que tomó, se tropezó con ellos cayéndose, su actuación se justifica como emergente, supliendo a Jorge Sánchez que fue baja. Buena suerte, jugó y metió gol, pero hasta ahí, su llegada se debe a un favor que el Tata le hace a Denis de Closs a quien Martino debe su contratación por la Selección Mexicana. El chico inició en el Santos, pero no trascendió y, Closs lo colocó en el Groningen de Holanda, de donde pasó al Galaxi donde se encuentra Closs y ya de ahí, una llamada al Tata y listo.

Hasta pronto amigo.