/ miércoles 27 de junio de 2018

Con café y a media luz | La guerra de los bots

Como sise tratara de una película de ciencia ficción de corte futurista en la que un ejército de seres electrónicos fueran programados para realizar un ataque, hace unos cuantos días, los noticiarios de nivel nacional e internacional de radio y televisión han optado por darle el espacio de “ocho columnas” a un tema que ha causado controversia en el seno de las campañas políticas, me refiero al uso de robots virtuales en las campañas electorales por la Presidencia de la República Mexicana.


Aunque el término de “robots” nos remite, forzosamente por la ideología que ha generado el cine internacional, especialmente el hollywoodense, a un ser de aspecto humanoide capaz de realizar actividades que, otrora se presumía, eran exclusivas de mujeres y hombres. Sin embargo, esta perspectiva queda completamente desechada ya que, en este caso, no se trata de entidades tangibles, sino de cuentas de redes virtuales que están preparadas para emitir una determinada respuesta, en favor o en contra de algún candidato, cuando en las comunidades de internet se publica tal o cual frase.


A pesar de que este tema se ha replicado en varios espacios informativos con datos que, aseguran, son auténticos, este servidor le confiesa que aún siente un poco de reserva al tratar de emitir un juicio de valor a este respecto, por las razones que le he de comentar en los siguientes enunciados, si usted me lo permite.

En primer término, me genera duda el hecho de que se asegure tajantemente que todos los candidatos han estado usando cuentas autómatas que de inmediato participan en una conversación para elogiar o desacreditar, según sea el caso, a un personaje. Piense usted, si en una publicación posterior al segundo debate se menciona a AMLO y a Ricardo Anaya que protagonizaron el ya conocido asunto de la billetera, observaríamos una saturación de cuatro tipos de mensajes, a favor y en contra del tabasqueño y, en el mismo sentido, pero en torno a la figura del queretano y en la realidad no fue así.


Por otra parte, hay quien se aventuró a arrojar cifras porcentuales del uso de este artilugio por cada uno de los contendientes. Nota que desde el punto de vista del periodismo me parece sumamente riesgosa e irresponsable por el contenido y por las consecuencias que esto pudiera traer. El dato arrojado es que alrededor del cincuenta por ciento de los comentarios provienen de un “bot”. Creo que a la larga, esto va a traer una seria controversia cuando se dé a conocer al triunfador, pues a nadie le va a coincidir las tendencias virtuales y los perdedores tratarán de desacreditar el resultado y a la institución que en este caso es el INE.

Otra perspectiva noticiosa que se le ha dado a este “fenómeno” es el origen de estas “cuentas falsas”. Un conductor de origen mexicano sostuvo en el noticiario latino más importante en los Estados Unidos que uno de los aspirantes a ocupar la banda presidencial tuvo contactos con agentes de Rusia para hacer un frente común y desarrollar a través del mundo virtual una campaña exitosa.

Curiosamente esta nota se desprende cuando acababa de cerrarse el tema del presidente de la nación vecina y un supuesto acercamiento con personal de Vladimir Putin. Hecho que escandalizó a nivel mundial.


Con el paso de las semanas la titular de un espacio radiofónico dice tener en sus manos informes en los que se demuestran que es desde la Unión Americana de donde salen estos mensajes a través de una agencia que se especializa en ofrecer este servicio de “mercadotecnia de guerrilla electrónica”.

Yo me pregunto, si todos estos datos son ciertos, si tienen todos estos informes en sus manos, ¿Por qué no ha habido un noticiario, programa de debate o por lo menos algún reportero, que le pregunte a determinado candidato sobre el uso de esta técnica y explique las pruebas al respecto que dicen tener?

Y, por último, me resulta curioso que esta “campaña de bots” sea tomada en cuenta por los espacios más importantes de noticias y difundida con “bombo y platillo” justo en la última semana de la jornada de campaña, prácticamente, horas antes del domingo primero de julio en que los mexicanos saldremos a votar.

A fin de cuentas, querido amigo lector, seguramente usted ya ha decidido por quién votar y ejercerá ese derecho el próximo fin de semana. Los resultados, como lo mencionamos en la última entrega, se verán en las urnas y no en las redes. El sufragio lo harán personas y no robots.


¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

Como sise tratara de una película de ciencia ficción de corte futurista en la que un ejército de seres electrónicos fueran programados para realizar un ataque, hace unos cuantos días, los noticiarios de nivel nacional e internacional de radio y televisión han optado por darle el espacio de “ocho columnas” a un tema que ha causado controversia en el seno de las campañas políticas, me refiero al uso de robots virtuales en las campañas electorales por la Presidencia de la República Mexicana.


Aunque el término de “robots” nos remite, forzosamente por la ideología que ha generado el cine internacional, especialmente el hollywoodense, a un ser de aspecto humanoide capaz de realizar actividades que, otrora se presumía, eran exclusivas de mujeres y hombres. Sin embargo, esta perspectiva queda completamente desechada ya que, en este caso, no se trata de entidades tangibles, sino de cuentas de redes virtuales que están preparadas para emitir una determinada respuesta, en favor o en contra de algún candidato, cuando en las comunidades de internet se publica tal o cual frase.


A pesar de que este tema se ha replicado en varios espacios informativos con datos que, aseguran, son auténticos, este servidor le confiesa que aún siente un poco de reserva al tratar de emitir un juicio de valor a este respecto, por las razones que le he de comentar en los siguientes enunciados, si usted me lo permite.

En primer término, me genera duda el hecho de que se asegure tajantemente que todos los candidatos han estado usando cuentas autómatas que de inmediato participan en una conversación para elogiar o desacreditar, según sea el caso, a un personaje. Piense usted, si en una publicación posterior al segundo debate se menciona a AMLO y a Ricardo Anaya que protagonizaron el ya conocido asunto de la billetera, observaríamos una saturación de cuatro tipos de mensajes, a favor y en contra del tabasqueño y, en el mismo sentido, pero en torno a la figura del queretano y en la realidad no fue así.


Por otra parte, hay quien se aventuró a arrojar cifras porcentuales del uso de este artilugio por cada uno de los contendientes. Nota que desde el punto de vista del periodismo me parece sumamente riesgosa e irresponsable por el contenido y por las consecuencias que esto pudiera traer. El dato arrojado es que alrededor del cincuenta por ciento de los comentarios provienen de un “bot”. Creo que a la larga, esto va a traer una seria controversia cuando se dé a conocer al triunfador, pues a nadie le va a coincidir las tendencias virtuales y los perdedores tratarán de desacreditar el resultado y a la institución que en este caso es el INE.

Otra perspectiva noticiosa que se le ha dado a este “fenómeno” es el origen de estas “cuentas falsas”. Un conductor de origen mexicano sostuvo en el noticiario latino más importante en los Estados Unidos que uno de los aspirantes a ocupar la banda presidencial tuvo contactos con agentes de Rusia para hacer un frente común y desarrollar a través del mundo virtual una campaña exitosa.

Curiosamente esta nota se desprende cuando acababa de cerrarse el tema del presidente de la nación vecina y un supuesto acercamiento con personal de Vladimir Putin. Hecho que escandalizó a nivel mundial.


Con el paso de las semanas la titular de un espacio radiofónico dice tener en sus manos informes en los que se demuestran que es desde la Unión Americana de donde salen estos mensajes a través de una agencia que se especializa en ofrecer este servicio de “mercadotecnia de guerrilla electrónica”.

Yo me pregunto, si todos estos datos son ciertos, si tienen todos estos informes en sus manos, ¿Por qué no ha habido un noticiario, programa de debate o por lo menos algún reportero, que le pregunte a determinado candidato sobre el uso de esta técnica y explique las pruebas al respecto que dicen tener?

Y, por último, me resulta curioso que esta “campaña de bots” sea tomada en cuenta por los espacios más importantes de noticias y difundida con “bombo y platillo” justo en la última semana de la jornada de campaña, prácticamente, horas antes del domingo primero de julio en que los mexicanos saldremos a votar.

A fin de cuentas, querido amigo lector, seguramente usted ya ha decidido por quién votar y ejercerá ese derecho el próximo fin de semana. Los resultados, como lo mencionamos en la última entrega, se verán en las urnas y no en las redes. El sufragio lo harán personas y no robots.


¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!