/ sábado 2 de noviembre de 2019

La momia educativa

La escuela es una de las mayores coincidencias humanas en su etapa formativa.

Según OMS, son 800 mil suicidios por año. En 2016 segunda causa de defunción del grupo etario de 15 a 29 años.

Entre 1990 y 2013 las personas con depresión o ansiedad aumentaron de 416 a 615 millones.

Según INEGI 29.9 por ciento de los mayores de 12 años sufren depresión ocasional y 12.4 por ciento de manera frecuente.

La depresión es el principal problema de salud mental pública por ser el principal padecimiento en personas de entre 14 y 35 años y la primera causa mundial de suicidio.

En México es más grave, ya que es la primera razón para el deterioro en la calidad de vida entre mujeres y la novena para los hombres.

En 2016 se registraron 6 mil 370 suicidios en el país.

La depresión está ligada a la ansiedad, al consumo de sustancias adictivas y es la principal enfermedad afectiva en pacientes de cáncer y diabetes.

Hoy sabemos que el ambiente es crucial en el desarrollo de la depresión.

Si dice INEE que la asistencia a la educación primaria de las NNA de 6 a 11 años es prácticamente universal, podemos inferir sin asegurar que tal vez la educación básica más la influencia familiar de los primeros años son determinantes en la depresión juvenil y, de no serlo, pudiera ser un buen momento para aplicar una vacuna.

En 2017 la OCDE dijo que en México de cada 100 alumnos que ingresan a primaria 21 terminan la universidad, 4 estudian una maestría y 1 llegará a doctorado

Algo no está bien. Muchos ingresan, pocos se gradúan.

Según IDIC, de los que logran graduarse casi ninguno tendrá empleo.

¿Qué objeto tiene ir a la escuela?

¿No sería mejor educar para la realidad y no para un futuro imaginario y poco probable?

La mayoría irá a una vida sin un título profesional y estará en riesgo de caer en depresión o engrosar las listas suicidas.

¿Por qué esperar?

El sistema educativo debe evolucionar. La ecuación terrorífica de depresión, bullying, suicidio y discapacidad laboral no debe dejarlo fuera.

Lo primero es aceptarlo.

e-mail: hey@gryita.com

La escuela es una de las mayores coincidencias humanas en su etapa formativa.

Según OMS, son 800 mil suicidios por año. En 2016 segunda causa de defunción del grupo etario de 15 a 29 años.

Entre 1990 y 2013 las personas con depresión o ansiedad aumentaron de 416 a 615 millones.

Según INEGI 29.9 por ciento de los mayores de 12 años sufren depresión ocasional y 12.4 por ciento de manera frecuente.

La depresión es el principal problema de salud mental pública por ser el principal padecimiento en personas de entre 14 y 35 años y la primera causa mundial de suicidio.

En México es más grave, ya que es la primera razón para el deterioro en la calidad de vida entre mujeres y la novena para los hombres.

En 2016 se registraron 6 mil 370 suicidios en el país.

La depresión está ligada a la ansiedad, al consumo de sustancias adictivas y es la principal enfermedad afectiva en pacientes de cáncer y diabetes.

Hoy sabemos que el ambiente es crucial en el desarrollo de la depresión.

Si dice INEE que la asistencia a la educación primaria de las NNA de 6 a 11 años es prácticamente universal, podemos inferir sin asegurar que tal vez la educación básica más la influencia familiar de los primeros años son determinantes en la depresión juvenil y, de no serlo, pudiera ser un buen momento para aplicar una vacuna.

En 2017 la OCDE dijo que en México de cada 100 alumnos que ingresan a primaria 21 terminan la universidad, 4 estudian una maestría y 1 llegará a doctorado

Algo no está bien. Muchos ingresan, pocos se gradúan.

Según IDIC, de los que logran graduarse casi ninguno tendrá empleo.

¿Qué objeto tiene ir a la escuela?

¿No sería mejor educar para la realidad y no para un futuro imaginario y poco probable?

La mayoría irá a una vida sin un título profesional y estará en riesgo de caer en depresión o engrosar las listas suicidas.

¿Por qué esperar?

El sistema educativo debe evolucionar. La ecuación terrorífica de depresión, bullying, suicidio y discapacidad laboral no debe dejarlo fuera.

Lo primero es aceptarlo.

e-mail: hey@gryita.com