/ sábado 16 de febrero de 2019

La paciencia cosecha la paz, y la precipitación el pesar

Diego Lainez, el mexicano más joven en anotar un gol en Europa, lo hizo en un torneo internacional

Morelia se ha distinguido por hacer pasar malos momentos a los Rayados de Monterrey, algo que seguramente ha de preocupar a Diego Alonso, ya que independientemente de la diferencia tan grande en sus plantillas, hay casos inexplicables en el futbol, en los que equipos con menos potencial que otros les toman la medida por largas temporadas. En este momento por ejemplo, cuando Monterrey se encuentra en la cumbre, el Morelia navega en la medianía, y ha ocurrido que aun con más desventja, los monarcas han salido triunfadores. Monterrey inició el torneo goleando al Pachuca, para enseguida empatar con León, venció a Querétaro, hizo lo mismo con el América, empató con Pumas y goleó a Lobos, lo cual me parece irregular, así sea el equipazo que es y así vayan en primer lugar, el tamaño de su plantilla es para más.

Morelia por su parte perdió con Toluca, con Santos, venció a Veracruz, empató con Necaxa, perdió con Atlas y con Pachuca siendo muy mal anfitrión, lo que vale para hacer favorito con mucho al Monterrey, sin embargo, como ya lo dije, algo pasa en los enfrentamientos contra el Monterrey, en donde se agigantan y normalmente se salen con la victoria. Y todo hacía suponer que esta no sería la excepción. Funes Mori los había sorprendido con un tiro lejanísimo que se fue a incrustar en el ángulo superior para abrir el marcador en favor de Rayados cuando se jugaba el minuto 29. Muy poco duró el gusto a los Rayados, pues al minuto 31 Edison Flores los sorprendió cuando apareció de pronto para llegar hasta las barbas de Barovero para tocarle suavemente e igualar los cartones.

Para la segunda parte, Pabón sustituye a Zaldívar que pasó desapercibido, y más tarde, Gallardo entró por Vanggione, y aunque es de suponer que Monterrey tomaría el mando, fue el Morelia el que aprovechó para adelantarse en el marcador, cuando Layún dio la espalda al balón engañado por Lezcano, quien amagó con disparar con fuerza, sacando en cambio un disparo colocado que dejó sin oportunidad a Barovero, quedando la idea de que si Layún no da la espalda, Lezcano le hubiera rebotado el balón. Era el minuto 60 y todo pintaba bien para el Morelia.

A partir de este momento, el juego fue más incierto, los dos equipos metidos en lo suyo nos hacían ver que el gol caería de un momento a otro, pero, ¿en qué portería? Hasta que al minuto 78 el enrachado mellizo Funes Mori culminó una excelente internada de Gallardo, quien con uno de sus acostumbrados centros le puso un bombón para que el argentino solo chocara el balón para que se fuera al fondo de las redes. La jugada se fue al VAR, pero este concedió el gol. El juego volvía a empatarse y ya cerca de la finalización todo se encontraba como al principio.

Alonso, para entonces ya había realizado su último cambio, así el joven sensación, Carlos Rodríguez, tomó el puesto de Cantú, con tanta fortuna, que en el minuto 90+1 se encargó de resolver un tira tira para convertirse en el héroe al sentenciar el 3-2 y que el Monterrey conservara su condición de invicto que comenzábamos a temer que perdería. De esta forma, Monterrey conservará el liderato, pues ningún equipo se lo puede disputar.

No sé a ustedes, pero a mí¡ tanto el Monterrey como el América no me acaban de convencer. Ganan, sí, peron no como lo debe hacer un equipo que teóricamente es superior. Ayer, cuando hice alusión al poderío de Real Madrid, proponía que gana sencillamente porque es superior a sus rivales, y ocasionalmente es incluso exhibido por sus rivales, peeeeero, termina ganando, pero esa seguridad que sí siento con los merengues, no me la brindan ni el Monterrey ni el América.

Otra más de mis preocupaciones se enfoca a la exagerada promoción que se concede al chamaco Diego Laynez por el gol anotado en días pasados. Estamos viviendo una época en la que han surgido en nuestro futbol jugadores valiosos cuyo talento es acompañado de una inteligencia inusual para la edad en que han iniciado su aventura, algo que no aparecía desde Hugo Sánchez. Javier Hernández e Irving Lozano, ya con 21 años al inicio de su aventura, no eran precisamente unos niñitos, pero para el fut-bol europeo sí, y sin embargo, lograron superar la exagerada promoción, la lisonja de los subliminales mensajeros de la confusión.

El Chicharito, más que bien, ha permanecido en lo mejor del futbol mundial, hasta un momento en el que bien puede regresar satisfecho, sobre todo porque la suerte no lo favoreció, pues mostró suficiente como para haber brillado el doble de lo que brilló y, del Chucky tenemos diariamente noticias de grandes posibilidades que seguramente llegarán, los dos han hecho gala de una inteligencia suficiente para no escuchar a los cuervos. Lainez no es distinto, su inteligencia se percibe siempre al hablar, pero es menor, y a sus 18 años aún mantiene su cara de niño, como si no saliera aún de la pubertad. Paciencia, es lo mejor que podemos ofrecerle como ayuda.

Hasta pronto amigo.

Diego Lainez, el mexicano más joven en anotar un gol en Europa, lo hizo en un torneo internacional

Morelia se ha distinguido por hacer pasar malos momentos a los Rayados de Monterrey, algo que seguramente ha de preocupar a Diego Alonso, ya que independientemente de la diferencia tan grande en sus plantillas, hay casos inexplicables en el futbol, en los que equipos con menos potencial que otros les toman la medida por largas temporadas. En este momento por ejemplo, cuando Monterrey se encuentra en la cumbre, el Morelia navega en la medianía, y ha ocurrido que aun con más desventja, los monarcas han salido triunfadores. Monterrey inició el torneo goleando al Pachuca, para enseguida empatar con León, venció a Querétaro, hizo lo mismo con el América, empató con Pumas y goleó a Lobos, lo cual me parece irregular, así sea el equipazo que es y así vayan en primer lugar, el tamaño de su plantilla es para más.

Morelia por su parte perdió con Toluca, con Santos, venció a Veracruz, empató con Necaxa, perdió con Atlas y con Pachuca siendo muy mal anfitrión, lo que vale para hacer favorito con mucho al Monterrey, sin embargo, como ya lo dije, algo pasa en los enfrentamientos contra el Monterrey, en donde se agigantan y normalmente se salen con la victoria. Y todo hacía suponer que esta no sería la excepción. Funes Mori los había sorprendido con un tiro lejanísimo que se fue a incrustar en el ángulo superior para abrir el marcador en favor de Rayados cuando se jugaba el minuto 29. Muy poco duró el gusto a los Rayados, pues al minuto 31 Edison Flores los sorprendió cuando apareció de pronto para llegar hasta las barbas de Barovero para tocarle suavemente e igualar los cartones.

Para la segunda parte, Pabón sustituye a Zaldívar que pasó desapercibido, y más tarde, Gallardo entró por Vanggione, y aunque es de suponer que Monterrey tomaría el mando, fue el Morelia el que aprovechó para adelantarse en el marcador, cuando Layún dio la espalda al balón engañado por Lezcano, quien amagó con disparar con fuerza, sacando en cambio un disparo colocado que dejó sin oportunidad a Barovero, quedando la idea de que si Layún no da la espalda, Lezcano le hubiera rebotado el balón. Era el minuto 60 y todo pintaba bien para el Morelia.

A partir de este momento, el juego fue más incierto, los dos equipos metidos en lo suyo nos hacían ver que el gol caería de un momento a otro, pero, ¿en qué portería? Hasta que al minuto 78 el enrachado mellizo Funes Mori culminó una excelente internada de Gallardo, quien con uno de sus acostumbrados centros le puso un bombón para que el argentino solo chocara el balón para que se fuera al fondo de las redes. La jugada se fue al VAR, pero este concedió el gol. El juego volvía a empatarse y ya cerca de la finalización todo se encontraba como al principio.

Alonso, para entonces ya había realizado su último cambio, así el joven sensación, Carlos Rodríguez, tomó el puesto de Cantú, con tanta fortuna, que en el minuto 90+1 se encargó de resolver un tira tira para convertirse en el héroe al sentenciar el 3-2 y que el Monterrey conservara su condición de invicto que comenzábamos a temer que perdería. De esta forma, Monterrey conservará el liderato, pues ningún equipo se lo puede disputar.

No sé a ustedes, pero a mí¡ tanto el Monterrey como el América no me acaban de convencer. Ganan, sí, peron no como lo debe hacer un equipo que teóricamente es superior. Ayer, cuando hice alusión al poderío de Real Madrid, proponía que gana sencillamente porque es superior a sus rivales, y ocasionalmente es incluso exhibido por sus rivales, peeeeero, termina ganando, pero esa seguridad que sí siento con los merengues, no me la brindan ni el Monterrey ni el América.

Otra más de mis preocupaciones se enfoca a la exagerada promoción que se concede al chamaco Diego Laynez por el gol anotado en días pasados. Estamos viviendo una época en la que han surgido en nuestro futbol jugadores valiosos cuyo talento es acompañado de una inteligencia inusual para la edad en que han iniciado su aventura, algo que no aparecía desde Hugo Sánchez. Javier Hernández e Irving Lozano, ya con 21 años al inicio de su aventura, no eran precisamente unos niñitos, pero para el fut-bol europeo sí, y sin embargo, lograron superar la exagerada promoción, la lisonja de los subliminales mensajeros de la confusión.

El Chicharito, más que bien, ha permanecido en lo mejor del futbol mundial, hasta un momento en el que bien puede regresar satisfecho, sobre todo porque la suerte no lo favoreció, pues mostró suficiente como para haber brillado el doble de lo que brilló y, del Chucky tenemos diariamente noticias de grandes posibilidades que seguramente llegarán, los dos han hecho gala de una inteligencia suficiente para no escuchar a los cuervos. Lainez no es distinto, su inteligencia se percibe siempre al hablar, pero es menor, y a sus 18 años aún mantiene su cara de niño, como si no saliera aún de la pubertad. Paciencia, es lo mejor que podemos ofrecerle como ayuda.

Hasta pronto amigo.