/ sábado 3 de noviembre de 2018

La toma de posesión de AMLO

El próximo 1 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador rendirá la protesta de ley en el Congreso de la Unión...

Se le colocará en el pecho la banda presidencial, que representa simbólicamente que es el presidente de todos los mexicanos y que además venció a sus adversarios con una diferencia de más de treinta millones de votos.

Lo que lo convierte en el estadista mexicano más legitimado para que gobierne esta nación por los electores mexicanos que observaron en este político nacido en el sureste de México, una punta de lanza, que democráticamente con sus votos devolvería la dignidad a esta institución tan vilependiada por los políticos mexicanos, como es la Presidencia de la República, que la han utilizado a lo largo de la historia para enriquecerse o violar los derechos humanos como fue el caso de Felipe Calderón recientemente y el de Gustavo Díaz Ordaz, al finalizar la década de los 60.

AMLO llegará a Los Pinos este 1 de diciembre representando la primera alternancia real de la democracia participativa y real, no será un ensayo fallido su gobierno, como lo fue el del lenguaraz de Vicente Fox con sus ocurrencias y dislates, que en el transcurso de su sexenio sus médicos y el mismo presidente reconocieron que era víctima de frecuentes crisis maniaco-depresivas, que lo llevaban de estados de euforia alegórica a depresiones profundas que lo hundían en la tristeza.

Fue Vicente Fox uno de los primeros mandatarios nacionales en reconocer que utilizaba Prozac para poder encontrar estabilidad en su espectro emocional.

La toma de protesta del presidente López Obrador será una fiesta nacional en México y un acontecimiento mundial que acaparará la opinión de los politólogos más importantes, así como los medios más influyentes del mundo por representar este evento político nacional con una renovación de la política mexicana en cuanto a fondo, forma y esencia.

Por primera vez un político mexicano que no aceptó el apoyo del sistema neoliberal dominante y que incluso durante su campaña criticó severamente.

Recibiendo con esto el apoyo masivo de los mexicanos que observan en su discurso un auténtico reflejo que proyecta las necesidades reales que todos los mexicanos quisiéramos hacer público y patentizar con esto nuestro desacuerdo con la camisa de fuerza que representa el esquema socioeconómico conocido como sistema neoliberal que se aplica en el mundo desde los años ochenta a rajatabla en todas las economías latinoamericanas en las que existen legiones de personas que no tienen una fuente de trabajo firme y segura como sucede en los países de primer mundo.

En donde este método neoliberal favorece indiscutiblemente al poder económico como lo representa el imperio norteamericano.

Una de las notas que más ha sido explotada por la prensa amarillista de México que está al servicio de la clase dominante que fue vencida por el pueblo de México este pasado primero de julio en la liza electoral donde AMLO ganó limpia y mayoritariamente la presidencia mexicana es la invitación que hizo el comité encargado de la ceremonia de cambio de poder al presidente venezolano Nicolás Maduro.

En el año dos mil no podemos negarlo, México tuvo la primera alternancia política y la convirtió en una fiesta de la democracia.

A la investidura del presidente Fox asistieron más de 20 jefes de estado y de gobierno y el príncipe español Felipe, porque era un momento clave en la historia de México.

Era menester celebrar a lo grande la hazaña del pueblo de México de haber sacado de Los Pinos con casi 16 millones de votos y una diferencia de 16 puntos al partido dominante en la historia de México, por el que alguna vez todos los mexicanos votamos: el PRI.

La toma de protesta de AMLO deberá ser obligatoriamente un acto solemne tal y como lo marca el protocolo constitucional, pero además deberá convertirse en toda una celebración popular, porque fueron las mayorías mexicanas las que hicieron la hazaña de que el presidente López Obrador sacara una diferencia de 31 puntos sobre el partido de la derecha mexicana, que fue representado en esta contienda electoral por Ricardo Anaya.

El triunfo de AMLO es sin duda un acontecimiento fuerte y para México será un momento histórico, han confirmado su asistencia más de 15 jefes de estado y gobierno así como 32 gobernadores y legisladores de Estados Unidos e inclusive el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien ha sido motivo de algunos ataques por parte de los sectores de la derecha latinoamericana que no coinciden que un gobierno popular elegido mayoritariamente como es el de AMLO permita la presencia en su asunción a Maduro, a quien consideran un dictador.

AMLO es un hombre de estado y como tal sabe perfectamente que las relaciones diplomáticas del estado mexicano están regidas fundamentalmente por los principios básicos de La Doctrina Estrada, que medularmente afirma que los problemas de los países deben resolverse internamente y que el estado mexicano debe actuar sobre dos principios torales: la no intervención y la solución de los conflictos por las vías pacíficas en todos los países.

Tampoco puede afirmarse que invitar a Nicolás Maduro sea un error diplomático del estado mexicano, constitucionalmente el presidente venezolano ha cubierto la legalidad para poder desempeñar el cargo de esa nación y no ha podido ser vencido en las elecciones en donde se ha reelecto como mandatario de los venezolanos. Que tiene en su país y en los Estados Unidos, principalmente en Miami, una corriente contraria a su forma de gobernar que se sustenta en la política Bolivarista que trazará para ese gobierno y nación el finado Hugo Chávez, quien en honor a la verdad, era todo un político que dominaba la teoría y la acción y que tenía la suficiente formación cultural para contrarrestar dialécticamente los argumentos destructivos de sus adversarios.

Conocimientos y facultades de las que carece sin duda Nicolás Maduro, por lo que su mandato en algunos momentos de sugestión se vuelve borroso y de la impresión de ser un aprendiz en el arte de gobernar que lo acerca a los linderos de una dictadura bananera.

El caso es que Nicolás Maduro estará en México en el acto presidencial en donde Andrés Manuel López Obrador recibirá el mandato constitucional que lo convertirá en el presidente de todos los mexicanos y que fue electo como ningún otro mandatario con una enorme diferencia sobre su adversario de millones de votos.

e-mail.- notario177@msn.com

El próximo 1 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador rendirá la protesta de ley en el Congreso de la Unión...

Se le colocará en el pecho la banda presidencial, que representa simbólicamente que es el presidente de todos los mexicanos y que además venció a sus adversarios con una diferencia de más de treinta millones de votos.

Lo que lo convierte en el estadista mexicano más legitimado para que gobierne esta nación por los electores mexicanos que observaron en este político nacido en el sureste de México, una punta de lanza, que democráticamente con sus votos devolvería la dignidad a esta institución tan vilependiada por los políticos mexicanos, como es la Presidencia de la República, que la han utilizado a lo largo de la historia para enriquecerse o violar los derechos humanos como fue el caso de Felipe Calderón recientemente y el de Gustavo Díaz Ordaz, al finalizar la década de los 60.

AMLO llegará a Los Pinos este 1 de diciembre representando la primera alternancia real de la democracia participativa y real, no será un ensayo fallido su gobierno, como lo fue el del lenguaraz de Vicente Fox con sus ocurrencias y dislates, que en el transcurso de su sexenio sus médicos y el mismo presidente reconocieron que era víctima de frecuentes crisis maniaco-depresivas, que lo llevaban de estados de euforia alegórica a depresiones profundas que lo hundían en la tristeza.

Fue Vicente Fox uno de los primeros mandatarios nacionales en reconocer que utilizaba Prozac para poder encontrar estabilidad en su espectro emocional.

La toma de protesta del presidente López Obrador será una fiesta nacional en México y un acontecimiento mundial que acaparará la opinión de los politólogos más importantes, así como los medios más influyentes del mundo por representar este evento político nacional con una renovación de la política mexicana en cuanto a fondo, forma y esencia.

Por primera vez un político mexicano que no aceptó el apoyo del sistema neoliberal dominante y que incluso durante su campaña criticó severamente.

Recibiendo con esto el apoyo masivo de los mexicanos que observan en su discurso un auténtico reflejo que proyecta las necesidades reales que todos los mexicanos quisiéramos hacer público y patentizar con esto nuestro desacuerdo con la camisa de fuerza que representa el esquema socioeconómico conocido como sistema neoliberal que se aplica en el mundo desde los años ochenta a rajatabla en todas las economías latinoamericanas en las que existen legiones de personas que no tienen una fuente de trabajo firme y segura como sucede en los países de primer mundo.

En donde este método neoliberal favorece indiscutiblemente al poder económico como lo representa el imperio norteamericano.

Una de las notas que más ha sido explotada por la prensa amarillista de México que está al servicio de la clase dominante que fue vencida por el pueblo de México este pasado primero de julio en la liza electoral donde AMLO ganó limpia y mayoritariamente la presidencia mexicana es la invitación que hizo el comité encargado de la ceremonia de cambio de poder al presidente venezolano Nicolás Maduro.

En el año dos mil no podemos negarlo, México tuvo la primera alternancia política y la convirtió en una fiesta de la democracia.

A la investidura del presidente Fox asistieron más de 20 jefes de estado y de gobierno y el príncipe español Felipe, porque era un momento clave en la historia de México.

Era menester celebrar a lo grande la hazaña del pueblo de México de haber sacado de Los Pinos con casi 16 millones de votos y una diferencia de 16 puntos al partido dominante en la historia de México, por el que alguna vez todos los mexicanos votamos: el PRI.

La toma de protesta de AMLO deberá ser obligatoriamente un acto solemne tal y como lo marca el protocolo constitucional, pero además deberá convertirse en toda una celebración popular, porque fueron las mayorías mexicanas las que hicieron la hazaña de que el presidente López Obrador sacara una diferencia de 31 puntos sobre el partido de la derecha mexicana, que fue representado en esta contienda electoral por Ricardo Anaya.

El triunfo de AMLO es sin duda un acontecimiento fuerte y para México será un momento histórico, han confirmado su asistencia más de 15 jefes de estado y gobierno así como 32 gobernadores y legisladores de Estados Unidos e inclusive el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien ha sido motivo de algunos ataques por parte de los sectores de la derecha latinoamericana que no coinciden que un gobierno popular elegido mayoritariamente como es el de AMLO permita la presencia en su asunción a Maduro, a quien consideran un dictador.

AMLO es un hombre de estado y como tal sabe perfectamente que las relaciones diplomáticas del estado mexicano están regidas fundamentalmente por los principios básicos de La Doctrina Estrada, que medularmente afirma que los problemas de los países deben resolverse internamente y que el estado mexicano debe actuar sobre dos principios torales: la no intervención y la solución de los conflictos por las vías pacíficas en todos los países.

Tampoco puede afirmarse que invitar a Nicolás Maduro sea un error diplomático del estado mexicano, constitucionalmente el presidente venezolano ha cubierto la legalidad para poder desempeñar el cargo de esa nación y no ha podido ser vencido en las elecciones en donde se ha reelecto como mandatario de los venezolanos. Que tiene en su país y en los Estados Unidos, principalmente en Miami, una corriente contraria a su forma de gobernar que se sustenta en la política Bolivarista que trazará para ese gobierno y nación el finado Hugo Chávez, quien en honor a la verdad, era todo un político que dominaba la teoría y la acción y que tenía la suficiente formación cultural para contrarrestar dialécticamente los argumentos destructivos de sus adversarios.

Conocimientos y facultades de las que carece sin duda Nicolás Maduro, por lo que su mandato en algunos momentos de sugestión se vuelve borroso y de la impresión de ser un aprendiz en el arte de gobernar que lo acerca a los linderos de una dictadura bananera.

El caso es que Nicolás Maduro estará en México en el acto presidencial en donde Andrés Manuel López Obrador recibirá el mandato constitucional que lo convertirá en el presidente de todos los mexicanos y que fue electo como ningún otro mandatario con una enorme diferencia sobre su adversario de millones de votos.

e-mail.- notario177@msn.com