/ viernes 1 de junio de 2018

Con café y a media luz | Las campañas de las mentiras

Hoy quisieraplaticar con usted, querido lector, con la confianza que se deben tener dos amigos que, en la intimidad de una charla se hacen confidencias, se cuestionan, increpan, molestan, discuten y al final, terminan la plática con un fuerte apretón de manos, llevándose cada uno, lo mejor de su interlocutor y conservando lo que considera como su verdad válida e indisoluble.


Con ese primer párrafo, me aventuro a lanzarle una pregunta directa y, posterior a ella, le daré la explicación concerniente a la inquietud con la que me he despertado el día de hoy en el que concluimos una jornada laboral y podemos pensar en el dulce reposo en compañía de la familia y seres queridos.

¿No está asqueado de ver cómo se han entretejido todas y cada una de las campañas de los candidatos a la Presidencia de la República?, ¿No siente tristeza por ver que en el resto del país las campañas de los aspirantes a un puesto de elección popular se construyen de manera similar, replicando las mismas técnicas de guerrilla sucia, nauseabunda y vomitiva que sus contrapartes nacionales?

Antes de que me conteste, le suplico perdone mi interrupción debido a que las dos preguntas están referidas única y exclusivamente a las campañas y no a los candidatos, es decir, que me siento decepcionado por la forma en que se está despilfarrando el dinero de los mexicanos para que, principalmente, tres individuos, se dedicaran a desprestigiarse entre sí con todo tipo de argumentos, adjetivos y descalificaciones sobre sus posesiones, conductas, hechos pasados, ubicación de la familia, nivel educativo y hasta preferencias sexuales.


Pero más allá de eso, conforme se ha acercado la fecha en la que se emitirá la decisión histórica más importante de los mexicanos, los ataques han subido de tono al grado de que ahora se están valiendo de estrategias oscuras y falsarias usando la imagen y el buen nombre de personajes y empresas que poco o nada tienen que ver con el desarrollo de la política de nuestro México lindo y qué herido.

Citaré dos ejemplos sin dar nombres, pues ya son bien conocidos y tampoco contenido para que usted no piense que estoy replicando el ataque a tal o cual candidato y reforzando la idea positiva de otro, cuyo equipo, se cree, está detrás de esa construcción malévola.

El primero de ellos, una conocida periodista y conductora de talla nacional que ha enfocado su trabajo de investigación en los medios de comunicación a comprender el desarrollo del ser humano durante sus primeras etapas de vida y, en ese nicho de mercado, descuidado por el resto del gremio, ella encontró una fuente de patrocinios que, estoy seguro, le reditúan en excelentes ganancias.


En una cuenta de red social supuestamente de su propiedad, por llevar su nombre y firma, la dama aseguró que la empresa para la cual trabaja le estaba obligando, así como a otros empleados, a hablar mal de un determinado aspirante a la silla presidencial. El objetivo, según se dijo en el mensaje, era ridiculizar su forma de proceder y, por ende, compararlo con otro de los contendientes, para que este último quedara mejor parado en la mente del votante.


Inmediatamente después, en la cuenta “real” de la conductora se lanzó un escrito en la que ella niega rotundamente haber sido la autora de la carta en cuestión y asegura estar siendo víctima de una maquiavélica estrategia por demás sucia.


Lamentable es, sin duda, que, para ganar, el rival en turno decida lanzar una campaña deshonesta de desprestigio fundamentada en verdades manipuladas a conveniencia; mas decepcionante es que en lugar de verdades, se empleen mentiras descaradas sin ton ni son para confundir al electorado; pero aun más vergonzoso es que se busque involucrar a otras personas para poner “palabras en su boca” cuando no están, siquiera, inmiscuidas en el mundo de la política.


Mas, ese, es solamente el principio, pues se ha desatado una serie de supuestos oficios “empresariales” en los que algunas tiendas departamentales de prestigio, industrias transformadoras y representantes del sector comercial llaman a un amenazante retiro de “capitales”, es decir, recurso financiero, en caso de que llegara al poder este o aquel personaje pues, aseguran, de ser así se sobrevendría una incertidumbre económica para el sector empresarial.

Ya un buen número de ellos han salido a la luz pública a desmentir la postura que se pone de manifiesto en dichos documentos tratando de colocar “tierra de por medio” del mundo de la política.


Este tipo de situaciones también pueden considerarse como lamentables.


Por otra parte, al inicio de la entrega de este día, hice énfasis en las campañas y no en los candidatos, porque puede ocurrir que la generación de cuentas falsas y de documentos apócrifos no hayan tenido su origen en el seno del comité de campaña, sino por ingenio de algún simpatizante que discurrió esa idea y, sin preocuparse, en responsabilidades o repercusiones la hizo pública.


Con tristeza podemos pensar que las elecciones de este año serán históricas, sí, pero más allá de por lo que representan en el devenir histórico de nuestro país, por la telaraña de ataques, mentiras, manipulaciones y escandalosas verdades que se le han “sembrado” a cada uno de los candidatos. ¿No cree?

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

Hoy quisieraplaticar con usted, querido lector, con la confianza que se deben tener dos amigos que, en la intimidad de una charla se hacen confidencias, se cuestionan, increpan, molestan, discuten y al final, terminan la plática con un fuerte apretón de manos, llevándose cada uno, lo mejor de su interlocutor y conservando lo que considera como su verdad válida e indisoluble.


Con ese primer párrafo, me aventuro a lanzarle una pregunta directa y, posterior a ella, le daré la explicación concerniente a la inquietud con la que me he despertado el día de hoy en el que concluimos una jornada laboral y podemos pensar en el dulce reposo en compañía de la familia y seres queridos.

¿No está asqueado de ver cómo se han entretejido todas y cada una de las campañas de los candidatos a la Presidencia de la República?, ¿No siente tristeza por ver que en el resto del país las campañas de los aspirantes a un puesto de elección popular se construyen de manera similar, replicando las mismas técnicas de guerrilla sucia, nauseabunda y vomitiva que sus contrapartes nacionales?

Antes de que me conteste, le suplico perdone mi interrupción debido a que las dos preguntas están referidas única y exclusivamente a las campañas y no a los candidatos, es decir, que me siento decepcionado por la forma en que se está despilfarrando el dinero de los mexicanos para que, principalmente, tres individuos, se dedicaran a desprestigiarse entre sí con todo tipo de argumentos, adjetivos y descalificaciones sobre sus posesiones, conductas, hechos pasados, ubicación de la familia, nivel educativo y hasta preferencias sexuales.


Pero más allá de eso, conforme se ha acercado la fecha en la que se emitirá la decisión histórica más importante de los mexicanos, los ataques han subido de tono al grado de que ahora se están valiendo de estrategias oscuras y falsarias usando la imagen y el buen nombre de personajes y empresas que poco o nada tienen que ver con el desarrollo de la política de nuestro México lindo y qué herido.

Citaré dos ejemplos sin dar nombres, pues ya son bien conocidos y tampoco contenido para que usted no piense que estoy replicando el ataque a tal o cual candidato y reforzando la idea positiva de otro, cuyo equipo, se cree, está detrás de esa construcción malévola.

El primero de ellos, una conocida periodista y conductora de talla nacional que ha enfocado su trabajo de investigación en los medios de comunicación a comprender el desarrollo del ser humano durante sus primeras etapas de vida y, en ese nicho de mercado, descuidado por el resto del gremio, ella encontró una fuente de patrocinios que, estoy seguro, le reditúan en excelentes ganancias.


En una cuenta de red social supuestamente de su propiedad, por llevar su nombre y firma, la dama aseguró que la empresa para la cual trabaja le estaba obligando, así como a otros empleados, a hablar mal de un determinado aspirante a la silla presidencial. El objetivo, según se dijo en el mensaje, era ridiculizar su forma de proceder y, por ende, compararlo con otro de los contendientes, para que este último quedara mejor parado en la mente del votante.


Inmediatamente después, en la cuenta “real” de la conductora se lanzó un escrito en la que ella niega rotundamente haber sido la autora de la carta en cuestión y asegura estar siendo víctima de una maquiavélica estrategia por demás sucia.


Lamentable es, sin duda, que, para ganar, el rival en turno decida lanzar una campaña deshonesta de desprestigio fundamentada en verdades manipuladas a conveniencia; mas decepcionante es que en lugar de verdades, se empleen mentiras descaradas sin ton ni son para confundir al electorado; pero aun más vergonzoso es que se busque involucrar a otras personas para poner “palabras en su boca” cuando no están, siquiera, inmiscuidas en el mundo de la política.


Mas, ese, es solamente el principio, pues se ha desatado una serie de supuestos oficios “empresariales” en los que algunas tiendas departamentales de prestigio, industrias transformadoras y representantes del sector comercial llaman a un amenazante retiro de “capitales”, es decir, recurso financiero, en caso de que llegara al poder este o aquel personaje pues, aseguran, de ser así se sobrevendría una incertidumbre económica para el sector empresarial.

Ya un buen número de ellos han salido a la luz pública a desmentir la postura que se pone de manifiesto en dichos documentos tratando de colocar “tierra de por medio” del mundo de la política.


Este tipo de situaciones también pueden considerarse como lamentables.


Por otra parte, al inicio de la entrega de este día, hice énfasis en las campañas y no en los candidatos, porque puede ocurrir que la generación de cuentas falsas y de documentos apócrifos no hayan tenido su origen en el seno del comité de campaña, sino por ingenio de algún simpatizante que discurrió esa idea y, sin preocuparse, en responsabilidades o repercusiones la hizo pública.


Con tristeza podemos pensar que las elecciones de este año serán históricas, sí, pero más allá de por lo que representan en el devenir histórico de nuestro país, por la telaraña de ataques, mentiras, manipulaciones y escandalosas verdades que se le han “sembrado” a cada uno de los candidatos. ¿No cree?

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!