/ miércoles 17 de octubre de 2018

Las redes sociales, prolongadoras de la experiencia cultural

(Primera de dos partes)

No hay actualmente ningún espectáculo, ya sea cultural o de entretenimiento que no esté soportado por las tecnologías digitales. El streamming es una de ellas y su aplicación en las artes escénicas (el teatro) es más que efectiva si el público que presencia una obra o concierto la viraliza a otro que se encuentra lejano y, de esta forma, viendo el video o el audio que le envían a su celular o pc. El disfrute y conocimiento de las artes se multiplica, aunque en la pantalla diminuta de nuestro artefacto tecnológico no se equipare, ni en mucho, con la grandiosidad del escenario en vivo.

Sin embargo, surge una pregunta: ¿las nuevas tecnologías están condicionando la existencia de un nuevo público? Porque es notorio y evidente que, actualmente, casi todos los espectáculos de artes escénicas, así como conciertos cuentan con un público con smartphone listo para tuitear vía streaming imágenes y audio del espectáculo. Y esto a manera global, porque una representación puede llevarse al cabo en un teatro de la ciudad de Nueva York y de inmediato estamos viéndolo en imágenes y video aquí en Tampico.

Quizás por lo anterior se ha llegado a proponer que los celulares consten de una opción, como el avión, de “modo teatro” que silencie por completo el aparato y que solo tengan conexión a internet para accesar a las redes sociales y realizar el referido streaming o los tweet seats, las blogger´s nights o los social media moments. Aquí es preciso apuntar lo que José de la Peña Aznar dice en su artículo ¿Sirven para algo las redes sociales en el sector cultural? que “las redes sociales se han convertido en las prolongadoras del alcance de la experiencia cultural”.

De tal grado las nuevas tecnologías participan o están ya incorporadas en el devenir de los espectáculos escénicos, que parecieran de uso común el programa de mano vía twitter, los asientos especiales (tweet seats) para la prensa, los blogger´s night desde donde se twitea todo el tiempo lo que pasa durante el espectáculo, o los text-perts que consiste en mandar tuits a un hashtag con el fin de que redefinan el gusto o la aceptación del espectáculo referido. Incluso, bajo esta última modalidad, el público asistente paga su boleto con esa acción: tuitear lo que está viendo…


(Primera de dos partes)

No hay actualmente ningún espectáculo, ya sea cultural o de entretenimiento que no esté soportado por las tecnologías digitales. El streamming es una de ellas y su aplicación en las artes escénicas (el teatro) es más que efectiva si el público que presencia una obra o concierto la viraliza a otro que se encuentra lejano y, de esta forma, viendo el video o el audio que le envían a su celular o pc. El disfrute y conocimiento de las artes se multiplica, aunque en la pantalla diminuta de nuestro artefacto tecnológico no se equipare, ni en mucho, con la grandiosidad del escenario en vivo.

Sin embargo, surge una pregunta: ¿las nuevas tecnologías están condicionando la existencia de un nuevo público? Porque es notorio y evidente que, actualmente, casi todos los espectáculos de artes escénicas, así como conciertos cuentan con un público con smartphone listo para tuitear vía streaming imágenes y audio del espectáculo. Y esto a manera global, porque una representación puede llevarse al cabo en un teatro de la ciudad de Nueva York y de inmediato estamos viéndolo en imágenes y video aquí en Tampico.

Quizás por lo anterior se ha llegado a proponer que los celulares consten de una opción, como el avión, de “modo teatro” que silencie por completo el aparato y que solo tengan conexión a internet para accesar a las redes sociales y realizar el referido streaming o los tweet seats, las blogger´s nights o los social media moments. Aquí es preciso apuntar lo que José de la Peña Aznar dice en su artículo ¿Sirven para algo las redes sociales en el sector cultural? que “las redes sociales se han convertido en las prolongadoras del alcance de la experiencia cultural”.

De tal grado las nuevas tecnologías participan o están ya incorporadas en el devenir de los espectáculos escénicos, que parecieran de uso común el programa de mano vía twitter, los asientos especiales (tweet seats) para la prensa, los blogger´s night desde donde se twitea todo el tiempo lo que pasa durante el espectáculo, o los text-perts que consiste en mandar tuits a un hashtag con el fin de que redefinan el gusto o la aceptación del espectáculo referido. Incluso, bajo esta última modalidad, el público asistente paga su boleto con esa acción: tuitear lo que está viendo…