/ viernes 3 de enero de 2020

Con café y a media luz | Les está cayendo el 20

Antes de iniciar la entrega de este día, gentil amigo lector, permítame enviarle mis mejores deseos para este año que estamos iniciando de la mano. El 2019 fue interesante en todos los aspectos inherentes a la vida pública, económica y política de nuestro país y nuestra región y, este año que estamos comenzando, parece que superará al anterior en información, evolución y trabajo en bien de la sociedad mexicana. Espero que usted, al igual que este servidor que le saluda cada tercer día, dé comienzo a este nuevo ciclo con renovados bríos, esperanza y unas ganas invencibles por ser mejores en cada uno de estos 365 días.

Dicho lo anterior, podemos comentar que este 2020 les cayó a muchos – y a otros les sigue cayendo – como un verdadero “balde de agua fría” pues la contundencia con la que se han “movido las piezas” del poder público federal y las promesas hechas en campaña, han dejado a más de uno con el ojo cuadrado. Como era de esperarse, a muchos sectores de la población les ha parecido una maravilla este proceso de transición, en tanto que otros sectores sociales, no tanto.

Me refiero, particularmente, a lo que pudiéramos llamar como “la consolidación” de la guardia nacional. Esta institución concebida por el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, como la alternativa a los cuerpos federales policiacos y la sustitución definitiva de las fuerzas militares en servicios de seguridad civil, conformándose como un aparato policiaco cuyo paradigma central es el de la lucha contra la corrupción.

Abro un paréntesis para que recordemos que, de alguna manera u otra, la filosofía del ejercicio del poder de AMLO es la erradicación de la corruptela a través de una especie de reconversión de las instituciones conocidas o, caso contrario, la eliminación total de estas para dar paso a unas nuevas con el sello particular de Morena y del actual mandatario.

Este mismo tenor lo podemos observar en la forma de administrar el recurso económico para encausarlo en la cancelación de proyectos y el arranque de otros que, según dijo desde su campaña, serían más baratos, estarían ajenos a manos oscuras y contubernios maliciosos y darían el mismo servicio al consumidor final. Cito, como ejemplo, la obra del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y la terminal de Santa Lucía.

Las máculas, quizá, pudieran ser, en primer término, una metodología “arbitraria”, parcial y hasta “simplonamente” a modo, como la consulta a “mano alzada” y, en segunda instancia, la declarada intención de inundar el proyecto del NAIM para hacer un lago artificial.

Aquí me permito recordarle, mi buen amigo, que no nos aventuramos en la disyuntiva de si los fallos son positivos o negativos, sino que nos remitimos por un instante a la metodología del ejecutivo federal para contextualizar al proceso de la guardia nacional y la recién desaparecida policía federal en un marco social y político de lucha contra la corrupción.

Y es que, según dijo, un medio nacional, en los últimos años, el comportamiento de los elementos de esta corporación había dejado mucho qué desear, al grado de que, en manos de autoridades federales, existen alrededor de seis mil expedientes en los que se detalla la participación de hombres y mujeres de este instituto en detenciones arbitrarias y actos ilícitos, ello nos hace preguntar cosas como ¿Qué pasaba con las pruebas y controles de confianza que se le aplicaba cada determinado tiempo a los policías de la citada corporación nacional? Y ¿Por qué los altos mandos continuaban manteniendo en activo a los malos policías?

Ambas respuestas que usted y yo nos imaginamos dieron argumentos suficientes al mandatario para ponerle fin a la Policía Federal.

Asimismo, a quien “le cayó el 20” con su detención es a Genaro García Luna, situación que le ha permitido al ejecutivo actual fortalecerse en esa materia y tener una actitud que, aunque muy certera, es tal vez un poco desmedida, pues en su primera conferencia mañanera de este 2020 atinó a insinuar que Joaquín Guzmán Loera tenía “representantes personales” en administraciones pasadas.

Uno de los reporteros insistió citando al exmandatario Felipe Calderón Hinojosa a lo que AMLO, muy inteligentemente, se limitó a recordar el nombre del detenido en la unión americana como parte de la investigación en contra de “El Chapo” y después aludir a que “Era la mano derecha” refiriéndose al panista.

Y, antes de despedirnos, a quien “le cayó el 20” después de que le brotara una conducta humana, fue al Papa Francisco, quien le propinó una tanda de manazos a la mujer que le impidió continuara su marcha al tomarlo fuertemente. Un día después, la máxima autoridad del estado Vaticano, ofreció disculpas por haber reprendido físicamente la actitud de la fémina.

En realidad, la labor pastoral de este hombre debe ser sumamente cansada, lidera a una institución clerical esparcida por todo el mundo, a diario es cuestionado por creyentes y ateos sobre la postura de la iglesia en casi todos los temas que afectan a la población mundial, es líder de opinión en el orbe y con toda esa carga, al igual que los demás seres humanos sufre, se enferma, se preocupa, se cansa y, es normal que llegara el momento en que fuera intolerante para con las demás personas.

Me llamó la atención que el presidente López le reconociera ese acto de humildad, pues la disculpa a la feligresa llevaba implícito el reconocimiento de su santidad a la derrota vivida ante su propia condición humana y el compromiso a evitar que se repitiera, algo que, siendo sinceros, nunca he visto en el mandatario mexicano.

Como lo dijimos al inicio de la entrega de este día, gentil amigo mío, este 2020 nos dará mucho de qué platicar a usted y a mí, hay rubros que se antojan interesantes y no podremos dejarlos de lado como el educativo, energético, turístico y de servicios, pero tendremos 362 días para desmenuzarlos con una taza de café y a media luz y, como decía un periodista: “Hasta aquí porque el tiempo apremia y el espacio se agota”.

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

Antes de iniciar la entrega de este día, gentil amigo lector, permítame enviarle mis mejores deseos para este año que estamos iniciando de la mano. El 2019 fue interesante en todos los aspectos inherentes a la vida pública, económica y política de nuestro país y nuestra región y, este año que estamos comenzando, parece que superará al anterior en información, evolución y trabajo en bien de la sociedad mexicana. Espero que usted, al igual que este servidor que le saluda cada tercer día, dé comienzo a este nuevo ciclo con renovados bríos, esperanza y unas ganas invencibles por ser mejores en cada uno de estos 365 días.

Dicho lo anterior, podemos comentar que este 2020 les cayó a muchos – y a otros les sigue cayendo – como un verdadero “balde de agua fría” pues la contundencia con la que se han “movido las piezas” del poder público federal y las promesas hechas en campaña, han dejado a más de uno con el ojo cuadrado. Como era de esperarse, a muchos sectores de la población les ha parecido una maravilla este proceso de transición, en tanto que otros sectores sociales, no tanto.

Me refiero, particularmente, a lo que pudiéramos llamar como “la consolidación” de la guardia nacional. Esta institución concebida por el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, como la alternativa a los cuerpos federales policiacos y la sustitución definitiva de las fuerzas militares en servicios de seguridad civil, conformándose como un aparato policiaco cuyo paradigma central es el de la lucha contra la corrupción.

Abro un paréntesis para que recordemos que, de alguna manera u otra, la filosofía del ejercicio del poder de AMLO es la erradicación de la corruptela a través de una especie de reconversión de las instituciones conocidas o, caso contrario, la eliminación total de estas para dar paso a unas nuevas con el sello particular de Morena y del actual mandatario.

Este mismo tenor lo podemos observar en la forma de administrar el recurso económico para encausarlo en la cancelación de proyectos y el arranque de otros que, según dijo desde su campaña, serían más baratos, estarían ajenos a manos oscuras y contubernios maliciosos y darían el mismo servicio al consumidor final. Cito, como ejemplo, la obra del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y la terminal de Santa Lucía.

Las máculas, quizá, pudieran ser, en primer término, una metodología “arbitraria”, parcial y hasta “simplonamente” a modo, como la consulta a “mano alzada” y, en segunda instancia, la declarada intención de inundar el proyecto del NAIM para hacer un lago artificial.

Aquí me permito recordarle, mi buen amigo, que no nos aventuramos en la disyuntiva de si los fallos son positivos o negativos, sino que nos remitimos por un instante a la metodología del ejecutivo federal para contextualizar al proceso de la guardia nacional y la recién desaparecida policía federal en un marco social y político de lucha contra la corrupción.

Y es que, según dijo, un medio nacional, en los últimos años, el comportamiento de los elementos de esta corporación había dejado mucho qué desear, al grado de que, en manos de autoridades federales, existen alrededor de seis mil expedientes en los que se detalla la participación de hombres y mujeres de este instituto en detenciones arbitrarias y actos ilícitos, ello nos hace preguntar cosas como ¿Qué pasaba con las pruebas y controles de confianza que se le aplicaba cada determinado tiempo a los policías de la citada corporación nacional? Y ¿Por qué los altos mandos continuaban manteniendo en activo a los malos policías?

Ambas respuestas que usted y yo nos imaginamos dieron argumentos suficientes al mandatario para ponerle fin a la Policía Federal.

Asimismo, a quien “le cayó el 20” con su detención es a Genaro García Luna, situación que le ha permitido al ejecutivo actual fortalecerse en esa materia y tener una actitud que, aunque muy certera, es tal vez un poco desmedida, pues en su primera conferencia mañanera de este 2020 atinó a insinuar que Joaquín Guzmán Loera tenía “representantes personales” en administraciones pasadas.

Uno de los reporteros insistió citando al exmandatario Felipe Calderón Hinojosa a lo que AMLO, muy inteligentemente, se limitó a recordar el nombre del detenido en la unión americana como parte de la investigación en contra de “El Chapo” y después aludir a que “Era la mano derecha” refiriéndose al panista.

Y, antes de despedirnos, a quien “le cayó el 20” después de que le brotara una conducta humana, fue al Papa Francisco, quien le propinó una tanda de manazos a la mujer que le impidió continuara su marcha al tomarlo fuertemente. Un día después, la máxima autoridad del estado Vaticano, ofreció disculpas por haber reprendido físicamente la actitud de la fémina.

En realidad, la labor pastoral de este hombre debe ser sumamente cansada, lidera a una institución clerical esparcida por todo el mundo, a diario es cuestionado por creyentes y ateos sobre la postura de la iglesia en casi todos los temas que afectan a la población mundial, es líder de opinión en el orbe y con toda esa carga, al igual que los demás seres humanos sufre, se enferma, se preocupa, se cansa y, es normal que llegara el momento en que fuera intolerante para con las demás personas.

Me llamó la atención que el presidente López le reconociera ese acto de humildad, pues la disculpa a la feligresa llevaba implícito el reconocimiento de su santidad a la derrota vivida ante su propia condición humana y el compromiso a evitar que se repitiera, algo que, siendo sinceros, nunca he visto en el mandatario mexicano.

Como lo dijimos al inicio de la entrega de este día, gentil amigo mío, este 2020 nos dará mucho de qué platicar a usted y a mí, hay rubros que se antojan interesantes y no podremos dejarlos de lado como el educativo, energético, turístico y de servicios, pero tendremos 362 días para desmenuzarlos con una taza de café y a media luz y, como decía un periodista: “Hasta aquí porque el tiempo apremia y el espacio se agota”.

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!