/ sábado 29 de agosto de 2020

Letra pública | Tenemos la obligación de conservar el planeta

El movimiento verde en Europa tomó una fuerza inesperada y se generalizó por todo el mundo cuando el Muro de Berlín y la exUnión Soviética desaparecieron por los anhelos de libertad que el ser humano trae consigo al momento de nacer.

El movimiento verde son las banderas ecológicas, o mejor precisado, son las banderas que tomaron en defensa de la ecología del planeta todos aquellos segmentos de intelectuales y pensadores que militaban en los partidos de izquierda que de pronto se encontraron con que el paraíso en que ellos habían fincado su existencia había desaparecido al entrar Alemania Oriental y Rusia en otro modelo político para que sus habitantes tuvieran oportunidades dentro de una economía de libre mercado.

En Europa el movimiento verde es importante y su trabajo ha frenado la voracidad de quienes entienden el mundo como un espacio para invertir y obtener utilidades gigantescas asesinando la naturaleza y acabando con la capacidad inmunológica que el planeta tiene para la defensa de las enfermedades que representa la conducta indiscriminada del hombre que no entiende que debe de aprender a convivir con la flora y la fauna, porque también tienen el mismo derecho que un ser humano en cualquier parte del mundo. Estos partidos verdes han logrado formalizar prohibiciones concretas mediante legislaciones que sacan adelante en los congresos que en Europa actúan pensando: El deber ser, y no el inmenso impulso de tenerlo todo como sucede en algunos países de América Latina. Por ejemplo en Europa, específicamente en Francia y España, los permisos para construir enormes fraccionamientos que implican acabar con zonas densamente arboladas son sistemáticamente rechazados sin ser siquiera admitidas para su análisis o posible autorización.

Está por delante el cuidado de la naturaleza en virtud de que el calentamiento del planeta es ya un fenómeno comprobable y los efectos los están resintiendo algunos países del sudeste asiático y desafortunadamente nuestro país vive una tragedia como la de Tabasco, que fue prácticamente inundado por el efecto devastador de una lluvia interminable que duró diez días y que representó el caudal de agua que se recibe por concepto de lluvia de un año en cualquier otro estado de nuestro país. Este es un ejemplo claro del desorden que está dañando al planeta por la inmoderada explotación de los recursos naturales.

En América Latina y en México tenemos la costumbre de legislar en materia de temas que en el primer mundo han logrado conservar la civilización. Es así como hemos obtenido leyes protectoras de la naturaleza y de su fauna que esté en peligro de extinción. La cuestión que nos diferencia con la naturaleza de otros países es que en México la ley se autoriza, pero no se cumple; o hay una complicidad de quien tiene la obligación de que la norma sea acatada con quien está interesado en destruir la naturaleza.

Violentar la ley resulta un nutritivo negocio de quien se hace de la vista gorda hacia lo que no permite la ley. Quizá para justificar lo que en este tema expongo es interesante hacerles del conocimiento un desacato reciente por parte de fraccionadores que sucedió en una de las provincias más atractivas de España como lo es Marbella.

En este lugar paradisiaco el presidente municipal, que alcanzó popularidad por haber contraído matrimonio con la cantante Isabel Pantoja, autorizó que se talaran más de 100 hectáreas de un bello bosque que oxigenaba esa parte del Mediterráneo, para que se construyeran elegantes departamentos donde el jetset internacional disfrutaría de sus momentos de ocio.

El final de este mal paso que dio el alcalde español es que resultó privado de su libertad por haber hecho maniobras en complicidad con los fraccionadores que impactaron a la comunidad europea, que afortunadamente paró esa obra y se está tratando de restaurar la parte afectada de la naturaleza.

Dentro de los argumentos que expongo es que en México existe la ley para que este sea "el mejor de los mundos deseados", como dicen los teóricos del derecho. Nuestro congreso legisló una ley en el 2004 donde la idea central es proteger el ecosistema más productivo y vital de la franja litoral, y salvar de la extinción a diversas especies animales y vegetales destruidos sistemáticamente en México y en América Latina.

Esta ley expresamente dice que prohíbe: "La remoción, relleno, trasplante, poda o cualquier obra de actividad que afecte la integridad del flujo hidrológico del manglar, así como del ecosistema y su zona de influencia".

Pero nos remitimos al fenómeno patológico del incumplimiento de la ley que existe en nuestro país, y hay un ejemplo similar en nuestro país al de Marbella, sucedió en el estado de Quintana Roo, una de las entidades más bellas que la naturaleza le ha entregado al ser humano. Técnicamente en esta parte se encuentra lo que se conoce como el Caribe Mexicano, que en cualquier parte del mundo sería conservado y respetado por su belleza y el placer de observarlo.

Un personaje muy conocido que acaba de recuperar su libertad, el exgobernador Mario Villanueva, fue el promotor inmobiliario para que inversionistas españoles hicieran en el Caribe Mexicano la segunda conquista de nuestro país. El grupo inversionista ibérico recibió todas las garantías para que sigan haciendo la nueva América en el Caribe Mexicano, terminando con una zona de manglar que es superior en cuanto a riqueza a los manglares más importantes que existen en el mundo como son los de Puerto Rico, Colombia, Ecuador y naturalmente en el Amazonas, que es en donde se encuentra el mayor tesoro que tiene el planeta para defenderse de su principal depredador, el hombre.

Nuestra ciudad tiene el privilegio que no tienen otras regiones en el mundo, contamos con la existencia en la Laguna del Carpintero de uno de los ecosistemas más ricos que existen sobre la Tierra, como son los manglares, estos prodigios llamados manglares son de los pocos árboles del mundo que subsisten al agua salada, sirven de refugio a una vasta porción de fauna marina y terrestre. Y por otro lado estos árboles tienen una cualidad reproductiva única, ya que son vivíparos. En vez de soltar sus semillas que morirían debido al agua salada, las semillas germinan mientras aún están unidas al árbol, para que una vez que hayan crecido por completo caigan bajo el árbol y floten hasta que encuentren el lugar ideal para echar raíces y convertirse en un protector del planeta. ¿No le parece esto maravilloso?

Insisto: cuidando la Laguna del Carpintero estaremos cumpliendo con nuestra obligación de proteger el planeta donde vivimos.

notario177@msn.com

El movimiento verde en Europa tomó una fuerza inesperada y se generalizó por todo el mundo cuando el Muro de Berlín y la exUnión Soviética desaparecieron por los anhelos de libertad que el ser humano trae consigo al momento de nacer.

El movimiento verde son las banderas ecológicas, o mejor precisado, son las banderas que tomaron en defensa de la ecología del planeta todos aquellos segmentos de intelectuales y pensadores que militaban en los partidos de izquierda que de pronto se encontraron con que el paraíso en que ellos habían fincado su existencia había desaparecido al entrar Alemania Oriental y Rusia en otro modelo político para que sus habitantes tuvieran oportunidades dentro de una economía de libre mercado.

En Europa el movimiento verde es importante y su trabajo ha frenado la voracidad de quienes entienden el mundo como un espacio para invertir y obtener utilidades gigantescas asesinando la naturaleza y acabando con la capacidad inmunológica que el planeta tiene para la defensa de las enfermedades que representa la conducta indiscriminada del hombre que no entiende que debe de aprender a convivir con la flora y la fauna, porque también tienen el mismo derecho que un ser humano en cualquier parte del mundo. Estos partidos verdes han logrado formalizar prohibiciones concretas mediante legislaciones que sacan adelante en los congresos que en Europa actúan pensando: El deber ser, y no el inmenso impulso de tenerlo todo como sucede en algunos países de América Latina. Por ejemplo en Europa, específicamente en Francia y España, los permisos para construir enormes fraccionamientos que implican acabar con zonas densamente arboladas son sistemáticamente rechazados sin ser siquiera admitidas para su análisis o posible autorización.

Está por delante el cuidado de la naturaleza en virtud de que el calentamiento del planeta es ya un fenómeno comprobable y los efectos los están resintiendo algunos países del sudeste asiático y desafortunadamente nuestro país vive una tragedia como la de Tabasco, que fue prácticamente inundado por el efecto devastador de una lluvia interminable que duró diez días y que representó el caudal de agua que se recibe por concepto de lluvia de un año en cualquier otro estado de nuestro país. Este es un ejemplo claro del desorden que está dañando al planeta por la inmoderada explotación de los recursos naturales.

En América Latina y en México tenemos la costumbre de legislar en materia de temas que en el primer mundo han logrado conservar la civilización. Es así como hemos obtenido leyes protectoras de la naturaleza y de su fauna que esté en peligro de extinción. La cuestión que nos diferencia con la naturaleza de otros países es que en México la ley se autoriza, pero no se cumple; o hay una complicidad de quien tiene la obligación de que la norma sea acatada con quien está interesado en destruir la naturaleza.

Violentar la ley resulta un nutritivo negocio de quien se hace de la vista gorda hacia lo que no permite la ley. Quizá para justificar lo que en este tema expongo es interesante hacerles del conocimiento un desacato reciente por parte de fraccionadores que sucedió en una de las provincias más atractivas de España como lo es Marbella.

En este lugar paradisiaco el presidente municipal, que alcanzó popularidad por haber contraído matrimonio con la cantante Isabel Pantoja, autorizó que se talaran más de 100 hectáreas de un bello bosque que oxigenaba esa parte del Mediterráneo, para que se construyeran elegantes departamentos donde el jetset internacional disfrutaría de sus momentos de ocio.

El final de este mal paso que dio el alcalde español es que resultó privado de su libertad por haber hecho maniobras en complicidad con los fraccionadores que impactaron a la comunidad europea, que afortunadamente paró esa obra y se está tratando de restaurar la parte afectada de la naturaleza.

Dentro de los argumentos que expongo es que en México existe la ley para que este sea "el mejor de los mundos deseados", como dicen los teóricos del derecho. Nuestro congreso legisló una ley en el 2004 donde la idea central es proteger el ecosistema más productivo y vital de la franja litoral, y salvar de la extinción a diversas especies animales y vegetales destruidos sistemáticamente en México y en América Latina.

Esta ley expresamente dice que prohíbe: "La remoción, relleno, trasplante, poda o cualquier obra de actividad que afecte la integridad del flujo hidrológico del manglar, así como del ecosistema y su zona de influencia".

Pero nos remitimos al fenómeno patológico del incumplimiento de la ley que existe en nuestro país, y hay un ejemplo similar en nuestro país al de Marbella, sucedió en el estado de Quintana Roo, una de las entidades más bellas que la naturaleza le ha entregado al ser humano. Técnicamente en esta parte se encuentra lo que se conoce como el Caribe Mexicano, que en cualquier parte del mundo sería conservado y respetado por su belleza y el placer de observarlo.

Un personaje muy conocido que acaba de recuperar su libertad, el exgobernador Mario Villanueva, fue el promotor inmobiliario para que inversionistas españoles hicieran en el Caribe Mexicano la segunda conquista de nuestro país. El grupo inversionista ibérico recibió todas las garantías para que sigan haciendo la nueva América en el Caribe Mexicano, terminando con una zona de manglar que es superior en cuanto a riqueza a los manglares más importantes que existen en el mundo como son los de Puerto Rico, Colombia, Ecuador y naturalmente en el Amazonas, que es en donde se encuentra el mayor tesoro que tiene el planeta para defenderse de su principal depredador, el hombre.

Nuestra ciudad tiene el privilegio que no tienen otras regiones en el mundo, contamos con la existencia en la Laguna del Carpintero de uno de los ecosistemas más ricos que existen sobre la Tierra, como son los manglares, estos prodigios llamados manglares son de los pocos árboles del mundo que subsisten al agua salada, sirven de refugio a una vasta porción de fauna marina y terrestre. Y por otro lado estos árboles tienen una cualidad reproductiva única, ya que son vivíparos. En vez de soltar sus semillas que morirían debido al agua salada, las semillas germinan mientras aún están unidas al árbol, para que una vez que hayan crecido por completo caigan bajo el árbol y floten hasta que encuentren el lugar ideal para echar raíces y convertirse en un protector del planeta. ¿No le parece esto maravilloso?

Insisto: cuidando la Laguna del Carpintero estaremos cumpliendo con nuestra obligación de proteger el planeta donde vivimos.

notario177@msn.com