Liberándose del alcohol | El deseo de dejar la bebida

En cierta tarde del mes de mayo, discutían en una colonia de nuestro bello puerto, una cuarentona madre con su veinteañero hijo.

"Necesitas ayuda urgente hijito", le decía ella, "Tienes una semana emborrachándote y no te veo ningún indicio de querer parar. Dejaste de estudiar porque querías trabajar y ayudarme con los gastos de la casa, pero ahora ni trabajas ni me ayudas y estás consumiendo tu vida al ritmo que consumes las botellas, a tus veinte años te has convertido en un “nini”.

Ya hablé con mi compadre, tu padrino, para que te lleve a una reunión de información pública de Alcohólicos Anónimos, para ver si con eso te cae el veinte y te responsabilizas al menos de tu vida y me dejas ocuparme de la mía".

"No mamá", le contesto el “nini”,"Yo ya me di una vuelta por el grupo donde está mi padrino, pero ni entré porque vi puros ancianos, además parece que todos son políticos porque todos dicen discursos desde un cajón muy bien hecho y algunos hasta lloran. Yo todavía estoy muy chavo. Eso no es para mí. Me imagino que han de pedir muchos requisitos para entrar a esa agrupación: secundaria terminada, carta de buena conducta, carta de no antecedentes penales, examen médico y otras cosas como en las empresas donde he pedido trabajo.

Yo no la hago en Alcohólicos Anónimos, Pero no te preocupes, no los necesito, yo dejo de tomar cuando yo quiera ya verás".

Diálogos como el anterior se repiten en muchas familias. Esposas cansadas del alcoholismo de su marido, hermanos hartos de las borracheras de sus hermanos y en todo tipo de relación familiar, en donde las circunstancias enfermizas obligan a buscar una salida que mejore su triste realidad.

Es oportuno informar que en el ENUNCIADO, de A.A., que como lo decíamos la columna anterior, es la síntesis doctrinaria de esta agrupación, dice: “El único requisito para ser miembro de Alcohólicos Anónimos es el deseo de dejar la bebida” Único, significa que no hay otro.

Tu puedes tener 16 ó 100 años; ser hombre o mujer; Ser miserable o millonario; ser creyente o ateo; ser sabio o ignorante, ser político o apolítico y todo lo que quepa en estos extremos y ninguna de estas características será un impedimento para que puedas ser un miembro más de alcohólicos anónimos.

La doctrina de la agrupación amplía este único requisito diciendo en su tercera Tradición:”Usted es miembro de A.A. si así lo dice. Puede declararse uno de los nuestros; nadie se lo impedirá. No importa quién sea, ni cuánto haya descendido, ni cuán graves sean sus complicaciones sentimentales, aún sus crímenes, no podríamos impedirle ser un A.A. No deseamos tenerlo fuera de nuestra sociedad. No tenemos miedo de que pueda hacernos el menor daño, por torcido o violento que sea usted. Sólo queremos estar seguros de que tenga la misma oportunidad que nosotros tuvimos para lograr la sobriedad. De modo que usted es un alcohólico anónimo desde el momento que declare que lo es”.

Si conoces a algún alcohólico que puedas ayudar, marca los teléfonos 8332125634, 8332166058, ó el 833 2289003 Ahí te dirán que hacer con certidumbre.