/ domingo 25 de octubre de 2020

Liberándose del alcohol | La mujer en AA

Como todo lo importante en la vida, la mujer es y será la compañera inseparable del hombre, porque se complementan admirablemente y participan de los mismos derechos y obligaciones en el desarrollo de una sociedad con visión de libertad y justicia.

En el terreno de la enfermedad del alcoholismo la mujer ha ido avanzando en el consumo de esta letal droga como si fuera un propósito inevitable, como si quisiera no solo igualar al hombre sino superarlo. La Conadic que es la Comisión nacional contra las adicciones nos informa que la jovencita entre 19 y 29 años ya está a la par con los jovencitos.

Debo señalar que no todas las mujeres consumidoras de alcohol ya están enfermas. El alcoholismo es una enfermedad progresiva y hay que pasar por diversas etapas, para llegar a la definitiva, en la cual la consumidora se convierte en una adicta dependiente del alcohol. Cuando una adolescente se inicia por la ruta del alcohol, lo hace por curiosidad, por imitación o por ser aceptada en un grupo de amigas, pero cuando el sabor o el efecto de la bebida alcohólica le gusta, avanza y se convierte en una bebedora social, en esta etapa el alcohol no le provoca ningún problema, porque consume con temor y se detiene; pero viene la siguiente etapa, que es el bebedor fuerte y aquí ya no bebe con prudencia sino con desbordado entusiasmo toma grandes cantidades en corto tiempo y llega a embriagarse y a sentir la famosa cruda, pero todavía no le impacta en sus responsabilidades de escuela o familiares. La siguiente etapa es la del bebedor problema, aquella donde la adicción alcohólica controla la voluntad del consumidor y es cuando se presentan los problemas y se vuelve una enferma alcohólica.

Sobrevivir con una adicción es sufrir permanentemente y por supuesto hacer sufrir a las personas de tu entorno, por ello invito cordialmente a todas las damas que hayan caído en esta grave adicción a que investiguen y que superen la enfermedad y luchen por su felicidad. Quienes hoy las critican mañana les reconocerán su nuevo estilo de vida libre y llena de alegría y proyectos. Llamen sin demora a cualquiera de los siguientes teléfonos para que les den la orientación pertinente: 8332125634, 8332289003 o el 8332166058.

Como todo lo importante en la vida, la mujer es y será la compañera inseparable del hombre, porque se complementan admirablemente y participan de los mismos derechos y obligaciones en el desarrollo de una sociedad con visión de libertad y justicia.

En el terreno de la enfermedad del alcoholismo la mujer ha ido avanzando en el consumo de esta letal droga como si fuera un propósito inevitable, como si quisiera no solo igualar al hombre sino superarlo. La Conadic que es la Comisión nacional contra las adicciones nos informa que la jovencita entre 19 y 29 años ya está a la par con los jovencitos.

Debo señalar que no todas las mujeres consumidoras de alcohol ya están enfermas. El alcoholismo es una enfermedad progresiva y hay que pasar por diversas etapas, para llegar a la definitiva, en la cual la consumidora se convierte en una adicta dependiente del alcohol. Cuando una adolescente se inicia por la ruta del alcohol, lo hace por curiosidad, por imitación o por ser aceptada en un grupo de amigas, pero cuando el sabor o el efecto de la bebida alcohólica le gusta, avanza y se convierte en una bebedora social, en esta etapa el alcohol no le provoca ningún problema, porque consume con temor y se detiene; pero viene la siguiente etapa, que es el bebedor fuerte y aquí ya no bebe con prudencia sino con desbordado entusiasmo toma grandes cantidades en corto tiempo y llega a embriagarse y a sentir la famosa cruda, pero todavía no le impacta en sus responsabilidades de escuela o familiares. La siguiente etapa es la del bebedor problema, aquella donde la adicción alcohólica controla la voluntad del consumidor y es cuando se presentan los problemas y se vuelve una enferma alcohólica.

Sobrevivir con una adicción es sufrir permanentemente y por supuesto hacer sufrir a las personas de tu entorno, por ello invito cordialmente a todas las damas que hayan caído en esta grave adicción a que investiguen y que superen la enfermedad y luchen por su felicidad. Quienes hoy las critican mañana les reconocerán su nuevo estilo de vida libre y llena de alegría y proyectos. Llamen sin demora a cualquiera de los siguientes teléfonos para que les den la orientación pertinente: 8332125634, 8332289003 o el 8332166058.