/ domingo 21 de marzo de 2021

Liberándose del alcohol | Poco a poco se va lejos

El manejo de la sobriedad es una tarea cotidiana de cada miembro de la comunidad de alcohólicos anónimos. La doctrina de esta agrupación está orientada a proveer a cada miembro de las herramientas suficientes para que permanezca sobrio y logre mejores niveles de vida. He comentado dos axiomas que ayudan a lograr estos propósitos:1.- Primero es lo primero,2.-Vive y deja vivir, hoy comentaré el tercero: poco a poco se ve lejos.

Entre las muchas características mentales que tiene un alcohólico activo, es el de querer que todo se le haga rápido. Le desespera hacer filas, para cobrar, para las tortillas, para abordar un autobús, para vacunarse etc. de la desesperación pasa al enojo y no pocas veces a buscar con quien desquitar ese enojo. Pero es un hecho que se desquite o no de su inconformidad el alcohólico ya sufrió en su interior una pérdida de su tranquilidad, ya perdió la paz a la que todo mundo aspira para poder continuar con su vida en una sana convivencia. Por esa razón el enfermo alcohólico es muy probable que si la impaciencia lo rebasa, abandone la fila y vaya en busca de la copa que le sirve de tranquilizante o que vaya preparado y entre sus pertenencias lleve una botellita y así evitar los contratiempos de la espera.

Cuando un enfermo alcohólico se acerca a la comunidad de A.A. trae prisa por sacarse de la cabeza muchos problemas que lo perturban. Esto es muy entendible porque el enfermo deja de consumir alcohol desde los primeros días, esto significa que su mente dejó de recibir el anestésico que le impedía sentir el dolor de todos sus problemas y ahora los siente en vivo y a todo color. Ahora ya no hay fuga, se enfrenta a su realidad por muy dura que esta sea. A esto se suma que su cuerpo acostumbrado al alcohol, le exige su porción necesaria para sobrevivir. La gran diferencia es que ahora al alcohólico ya no está solo en la lucha contra el alcohol y en contra de sus problemas, ahora ya tiene un programa que lo apoya con conocimiento de causa y un grupo de personas que ya pasaron por esas circunstancias y tienen la disposición de ayudarlo incondicionalmente. Pero como muchas cosas en la vida, esto tiene que ser paulatinamente porque poco a poco se va lejos. La sobriedad que se persigue no es para un ratito, sino para el resto de su vida, que nadie sabe cuánto tiempo será.

Hay que entender que la enfermedad del alcoholismo, es solo un síntoma de un problema más profundo. Tenemos por ejemplo una señora recién casada que se separó de su marido porque lo descubrió que la engañaba con su mejor amiga. Su decepción fue tan grande que nada la consolaba hasta que se fugó en el alcohol. Pronto se convirtió en una enferma alcohólica y su papá decidió llevarla a la agrupación de A.A. En una semana la señora ya no estaba consumiendo alcohol, pero su exmarido ya no estaba con ella, es decir, la causa de su alcoholismo seguía viva y ahora hay que trabajar para solucionar la raíz del problema. Esto es poco a poco. La paciencia es la mejor consejera en estas circunstancias. El programa de los Doce Pasos de A.A. y las experiencias existenciales de sus miembros posibilitan que se haga realidad el axioma poco a poco se va lejos.

La comunidad de A.A. tiene experiencias vividas por cada uno de sus miembros que apoyadas por las aportaciones de la medicina, la psicología y la religión hacen que cualquier persona decidida pueda superar las adversidades de la vida y logre la felicidad que anhelo de todo ser humano.

La agrupación de alcohólicos anónimos invita a toda persona que tenga problemas con su manera de beber alcohol, a que busque ayuda. Marque alguno de los siguientes teléfonos y ahí le orientarán adecuadamente. 833 2125634, 833 2289003 o el 833 2166058.

El manejo de la sobriedad es una tarea cotidiana de cada miembro de la comunidad de alcohólicos anónimos. La doctrina de esta agrupación está orientada a proveer a cada miembro de las herramientas suficientes para que permanezca sobrio y logre mejores niveles de vida. He comentado dos axiomas que ayudan a lograr estos propósitos:1.- Primero es lo primero,2.-Vive y deja vivir, hoy comentaré el tercero: poco a poco se ve lejos.

Entre las muchas características mentales que tiene un alcohólico activo, es el de querer que todo se le haga rápido. Le desespera hacer filas, para cobrar, para las tortillas, para abordar un autobús, para vacunarse etc. de la desesperación pasa al enojo y no pocas veces a buscar con quien desquitar ese enojo. Pero es un hecho que se desquite o no de su inconformidad el alcohólico ya sufrió en su interior una pérdida de su tranquilidad, ya perdió la paz a la que todo mundo aspira para poder continuar con su vida en una sana convivencia. Por esa razón el enfermo alcohólico es muy probable que si la impaciencia lo rebasa, abandone la fila y vaya en busca de la copa que le sirve de tranquilizante o que vaya preparado y entre sus pertenencias lleve una botellita y así evitar los contratiempos de la espera.

Cuando un enfermo alcohólico se acerca a la comunidad de A.A. trae prisa por sacarse de la cabeza muchos problemas que lo perturban. Esto es muy entendible porque el enfermo deja de consumir alcohol desde los primeros días, esto significa que su mente dejó de recibir el anestésico que le impedía sentir el dolor de todos sus problemas y ahora los siente en vivo y a todo color. Ahora ya no hay fuga, se enfrenta a su realidad por muy dura que esta sea. A esto se suma que su cuerpo acostumbrado al alcohol, le exige su porción necesaria para sobrevivir. La gran diferencia es que ahora al alcohólico ya no está solo en la lucha contra el alcohol y en contra de sus problemas, ahora ya tiene un programa que lo apoya con conocimiento de causa y un grupo de personas que ya pasaron por esas circunstancias y tienen la disposición de ayudarlo incondicionalmente. Pero como muchas cosas en la vida, esto tiene que ser paulatinamente porque poco a poco se va lejos. La sobriedad que se persigue no es para un ratito, sino para el resto de su vida, que nadie sabe cuánto tiempo será.

Hay que entender que la enfermedad del alcoholismo, es solo un síntoma de un problema más profundo. Tenemos por ejemplo una señora recién casada que se separó de su marido porque lo descubrió que la engañaba con su mejor amiga. Su decepción fue tan grande que nada la consolaba hasta que se fugó en el alcohol. Pronto se convirtió en una enferma alcohólica y su papá decidió llevarla a la agrupación de A.A. En una semana la señora ya no estaba consumiendo alcohol, pero su exmarido ya no estaba con ella, es decir, la causa de su alcoholismo seguía viva y ahora hay que trabajar para solucionar la raíz del problema. Esto es poco a poco. La paciencia es la mejor consejera en estas circunstancias. El programa de los Doce Pasos de A.A. y las experiencias existenciales de sus miembros posibilitan que se haga realidad el axioma poco a poco se va lejos.

La comunidad de A.A. tiene experiencias vividas por cada uno de sus miembros que apoyadas por las aportaciones de la medicina, la psicología y la religión hacen que cualquier persona decidida pueda superar las adversidades de la vida y logre la felicidad que anhelo de todo ser humano.

La agrupación de alcohólicos anónimos invita a toda persona que tenga problemas con su manera de beber alcohol, a que busque ayuda. Marque alguno de los siguientes teléfonos y ahí le orientarán adecuadamente. 833 2125634, 833 2289003 o el 833 2166058.