/ domingo 5 de julio de 2020

Liberándose del Alcohol | Se requiere ayuda

El terrible Covid-19 ha complicado la vida de varios alcohólicos de alto impacto, ya que por el aburrimiento que les provoca el confinamiento solicitado por las autoridades sanitarias del país, han recurrido al consumo del alcohol para hacer más llevadero el encierro.

Y efectivamente, el alcohol embrutece a la persona y mientras está borracha se olvida del aburrimiento y se transforma en un individuo alegre que grita, baile y canta; o en un personaje que se acuerda de momentos malos en su vida y se entristece y llora; o se transforma en alguien violento y busca pelea enseguida causando serios problemas a su familia.

Esos son los efectos que puede causar el alcohol, una lamentable realidad que cuando el alcohólico se da cuenta de ella se arrepiente y se propone no volver a repetirla, pero se da cuenta que no puede evitarlo y no porque no lo quiera, sino porque realmente no puede.

Esta es una de las características que denotan que una persona ha perdido la voluntad de decir no al alcohol y una vez que toma la primera copa le es imposible parar. Esa es la dependencia que va consumiendo poco a poco su vida.

Conociendo en carne propia esta verdad, con el corazón en la mano invito a todas aquellas personas que están en estas condiciones a que no esperen más y busquen ayuda. Está comprobado que cuando la enfermedad está en ese nivel de gravedad no se puede solo y se necesita ayuda y esta ayuda debe ser efectiva, algo que ya esté comprobado a través de los años y en todo tipo de cultura que da el resultado que se busca, es decir la sobriedad.

Esta ayuda es la que ofrece la comunidad A.A que tiene 85 años ofreciéndola gratuitamente y se ha extendido a 184 países. No pierdas el tiempo intentando con limpias, brebajes y otros medios. También está demostrado que no dan resultado, y la razón es porque el alcoholismo es una enfermedad que lesiona seriamente el cuerpo, la mente y el espíritu.

La brujería y todo lo que se le parezca no es la solución para una enfermedad que llega a provocar serios trastornos mentales, físicos y espirituales, incurables desde cualquier enfoque médico, psíquico o metafísico.

Sé que es muy difícil dejar de beber alcohol cuándo este controla tu voluntad, pero no es imposible. Lo primero que debes hacer es aceptar que estás enfermo y que colocaste al alcohol como prioridad en tu vida y que esta adicción te está destruyendo.

Estás realizando un acto que va en contra de tu instinto más poderoso: el de la conservación de tu vida. El don más preciado que tienes como ser humano.

Cuando hayas aceptado tu triste realidad, habrás dado el primer paso en la travesía de tu recuperación. Aquí es cuando la oscuridad de tu existencia empieza a clarificarse y justamente es aquí donde la experiencia de la comunidad de A.A te toma de la mano y pone a tu servicio estrategias que por muchos años han dado el resultado que se busca: la sobriedad.

¡Anímate! Marca los siguientes teléfonos 2166058 o 833 474 14 89. Ahí se te orientará adecuadamente y recuerda, que es tu vida la que está en juego.

El terrible Covid-19 ha complicado la vida de varios alcohólicos de alto impacto, ya que por el aburrimiento que les provoca el confinamiento solicitado por las autoridades sanitarias del país, han recurrido al consumo del alcohol para hacer más llevadero el encierro.

Y efectivamente, el alcohol embrutece a la persona y mientras está borracha se olvida del aburrimiento y se transforma en un individuo alegre que grita, baile y canta; o en un personaje que se acuerda de momentos malos en su vida y se entristece y llora; o se transforma en alguien violento y busca pelea enseguida causando serios problemas a su familia.

Esos son los efectos que puede causar el alcohol, una lamentable realidad que cuando el alcohólico se da cuenta de ella se arrepiente y se propone no volver a repetirla, pero se da cuenta que no puede evitarlo y no porque no lo quiera, sino porque realmente no puede.

Esta es una de las características que denotan que una persona ha perdido la voluntad de decir no al alcohol y una vez que toma la primera copa le es imposible parar. Esa es la dependencia que va consumiendo poco a poco su vida.

Conociendo en carne propia esta verdad, con el corazón en la mano invito a todas aquellas personas que están en estas condiciones a que no esperen más y busquen ayuda. Está comprobado que cuando la enfermedad está en ese nivel de gravedad no se puede solo y se necesita ayuda y esta ayuda debe ser efectiva, algo que ya esté comprobado a través de los años y en todo tipo de cultura que da el resultado que se busca, es decir la sobriedad.

Esta ayuda es la que ofrece la comunidad A.A que tiene 85 años ofreciéndola gratuitamente y se ha extendido a 184 países. No pierdas el tiempo intentando con limpias, brebajes y otros medios. También está demostrado que no dan resultado, y la razón es porque el alcoholismo es una enfermedad que lesiona seriamente el cuerpo, la mente y el espíritu.

La brujería y todo lo que se le parezca no es la solución para una enfermedad que llega a provocar serios trastornos mentales, físicos y espirituales, incurables desde cualquier enfoque médico, psíquico o metafísico.

Sé que es muy difícil dejar de beber alcohol cuándo este controla tu voluntad, pero no es imposible. Lo primero que debes hacer es aceptar que estás enfermo y que colocaste al alcohol como prioridad en tu vida y que esta adicción te está destruyendo.

Estás realizando un acto que va en contra de tu instinto más poderoso: el de la conservación de tu vida. El don más preciado que tienes como ser humano.

Cuando hayas aceptado tu triste realidad, habrás dado el primer paso en la travesía de tu recuperación. Aquí es cuando la oscuridad de tu existencia empieza a clarificarse y justamente es aquí donde la experiencia de la comunidad de A.A te toma de la mano y pone a tu servicio estrategias que por muchos años han dado el resultado que se busca: la sobriedad.

¡Anímate! Marca los siguientes teléfonos 2166058 o 833 474 14 89. Ahí se te orientará adecuadamente y recuerda, que es tu vida la que está en juego.