/ sábado 7 de julio de 2018

Lo más grande para nosotros sería encontrar nuestra autoimagen

Esta autoimagen representa el futbol que practicamos, sólo con ese conocimiento podremos mejorarlo.

Vencer o morir. No hay más allá, ahora cada juego es una final y, Uruguay y Francia lo saben. Para los galos, esta será una prueba extraordinaria, si la pasan habrá que tomarlos muy en cuenta. Los uruguayos, con su futbol de técnica contradictoriamente exquisita, pues el charrúa no dudará un segundo en cambiar de ballet a lucha libre con tal de quedarse con un balón en disputa. Exactamente igual que un funámbulo, los uruguayos van siempre por la cuerda floja esperando que el árbitro no vaya a considerar mal intencionada esa patada en la rodilla del rival que neciamente se niega a dejarlo pasar. El caso es que aquí son los uruguayos los que tienen fama de matones, pero, ¿y los franceses? ¿Se van a hacer a un lado para que pasen los charrúas?

Los cuadros saltaron al campo por Francia con: Lloris; Pavard, Varne, Umtiti y Lukas Hernández; Pogbá, Kanté, Tolisso; Mbappé, Griezmann y Giroud, entrando de cambio en la segunda parte: Nzonzin, Dembelé y Fekir, mientras que Uruguay saltó con: Muslera, Cáceres, Godín, Giménez y Laxalt; Nández, Torreira, Betancur y Vecino; Luis Suárez y Stuani. Entraron de cambio: Gómez, Cebolla y Urreta Vizcaya... ¡Pues no! Los galos no rehuyeron a la rudeza uruguaya y de pronto, pensamos que el árbitro grandote (1.96 m) señor Pita- na, que semejante a los uruguayos, no teme ni al diablo (su trabajo es sacar a los bravucones en los antros de Buenos Aires). Así que no le costaría na- da comenzar a sacar tarjetas o más fácil, levantar su voz y encarar a los insurrectos. Y vaya que se estuvieron tundiendo, hasta que llegó el táctico mediando la temperatura mejor que el señor Pitana.

Hasta ese momento, el partido había transcurrido en medio de brusquedades, pero más o me- nos sin contactos físicos, hasta que al minuto 39, Griezmann cobra una falta cometida en un punto cercano a la banda izquierda, que cobra acercando su centro al portero, retándolo a salir, en un punto exacto en el que el balón queda entre los dos de- fensas centrales y Muslera, apareciéndose el central francés Rafael Varane, que con sólido frentazo pone el balón dentro de la cabaña uruguaya para mover el marcador a favor de Francia.

Como ya le he dicho, el gol logra cambios en las acciones, que muchas veces el árbitro no consigue. En esta ocasión, Uruguay ha suavizado su juego temiento que se le expulse un jugador, lo que ha aprovechado Francia para desplegar un juego de posesión de balón que va desesperando al contrario y cuidando de no perder la posesión. Uruguay sin embargo, no renunció al ataque, realizando un avance que concluyó con un certero re- mate que ya se coreaba como gol, apareciendo Lloris, para hacer la parada del Mundial. En el minuto 60, el tic tac francés concluye con un disparo lejano de Griezmann que se le mueve a Muslera, que no logra bloquear correctamente, yéndose al fondo de la portería para el dos a cero, sentencian- do con eso el resultado, dejando fuera del Mundial a otro equipo americano.

Este Mundial ha estado divertido desde su inicio, pero es innegable que conforme se van eliminando los equipos, lo que parecía insuperable es revasado. Hoy hemos visto a Francia suavizar la dureza uruguaya para después, dedicarnos un concierto de pases que acabaron por destruir toda oposición charrúa. Y cuando creemos que vimos lo mejor del Mundial, vienen Brasil y Bélgica. De Brasil ya sabemos qué esperar, pero de Bélgica, comparsa eterna de los equipos europeos, que desde el 86 no han podido aparecer en las primeras planas.

Hoy Brasil, sobre la base de su reconocida habilidad, nos ha hecho creer que despedazaría a los diablos belgas y poniendo a trabajar extra a Courtois, pensamos que todo era cuestión de tiempo, pero los laterales rojos, primero apagaron a Ney- mar y a Willian, hasta que para colmo, en una jugada desafortunada, Fernandinho, en su intento por despejar, tocó el balón con la cabeza, resbalando hasta un hombro para que finalmente se fuera al fondo de su propia puerta. Más tarde, ya con Bélgica completamente revolucionado, viene un contraataque en el que los rojos tocando de primera llevan el balón de izquierda a derecha, para que quede en los pies de Debruyne, quien de fuerte zapatazo, vence a Alison, que inútilmente se lanza quedando lejos del balón. Dos a cero que sorprendería a muchos, como igual pasó por la mañana con Francia. Es así como la final de este Campeonato Mundial se jugará entre dos selecciones europeas, así, Francia y Bélgica, esperarán a los ganadores de mañana, cuando se enfrenten por la mañana Suecia vs. Inglaterra y por la tarde Rusia vs. Croacia, favoritos: Inglaterra y Croacia, pero como han estado reaccionando los equipos, todo podemos esperar... Nos vemos y que gane el equipo al que le vas.

Hasta pronto amigo.

Esta autoimagen representa el futbol que practicamos, sólo con ese conocimiento podremos mejorarlo.

Vencer o morir. No hay más allá, ahora cada juego es una final y, Uruguay y Francia lo saben. Para los galos, esta será una prueba extraordinaria, si la pasan habrá que tomarlos muy en cuenta. Los uruguayos, con su futbol de técnica contradictoriamente exquisita, pues el charrúa no dudará un segundo en cambiar de ballet a lucha libre con tal de quedarse con un balón en disputa. Exactamente igual que un funámbulo, los uruguayos van siempre por la cuerda floja esperando que el árbitro no vaya a considerar mal intencionada esa patada en la rodilla del rival que neciamente se niega a dejarlo pasar. El caso es que aquí son los uruguayos los que tienen fama de matones, pero, ¿y los franceses? ¿Se van a hacer a un lado para que pasen los charrúas?

Los cuadros saltaron al campo por Francia con: Lloris; Pavard, Varne, Umtiti y Lukas Hernández; Pogbá, Kanté, Tolisso; Mbappé, Griezmann y Giroud, entrando de cambio en la segunda parte: Nzonzin, Dembelé y Fekir, mientras que Uruguay saltó con: Muslera, Cáceres, Godín, Giménez y Laxalt; Nández, Torreira, Betancur y Vecino; Luis Suárez y Stuani. Entraron de cambio: Gómez, Cebolla y Urreta Vizcaya... ¡Pues no! Los galos no rehuyeron a la rudeza uruguaya y de pronto, pensamos que el árbitro grandote (1.96 m) señor Pita- na, que semejante a los uruguayos, no teme ni al diablo (su trabajo es sacar a los bravucones en los antros de Buenos Aires). Así que no le costaría na- da comenzar a sacar tarjetas o más fácil, levantar su voz y encarar a los insurrectos. Y vaya que se estuvieron tundiendo, hasta que llegó el táctico mediando la temperatura mejor que el señor Pitana.

Hasta ese momento, el partido había transcurrido en medio de brusquedades, pero más o me- nos sin contactos físicos, hasta que al minuto 39, Griezmann cobra una falta cometida en un punto cercano a la banda izquierda, que cobra acercando su centro al portero, retándolo a salir, en un punto exacto en el que el balón queda entre los dos de- fensas centrales y Muslera, apareciéndose el central francés Rafael Varane, que con sólido frentazo pone el balón dentro de la cabaña uruguaya para mover el marcador a favor de Francia.

Como ya le he dicho, el gol logra cambios en las acciones, que muchas veces el árbitro no consigue. En esta ocasión, Uruguay ha suavizado su juego temiento que se le expulse un jugador, lo que ha aprovechado Francia para desplegar un juego de posesión de balón que va desesperando al contrario y cuidando de no perder la posesión. Uruguay sin embargo, no renunció al ataque, realizando un avance que concluyó con un certero re- mate que ya se coreaba como gol, apareciendo Lloris, para hacer la parada del Mundial. En el minuto 60, el tic tac francés concluye con un disparo lejano de Griezmann que se le mueve a Muslera, que no logra bloquear correctamente, yéndose al fondo de la portería para el dos a cero, sentencian- do con eso el resultado, dejando fuera del Mundial a otro equipo americano.

Este Mundial ha estado divertido desde su inicio, pero es innegable que conforme se van eliminando los equipos, lo que parecía insuperable es revasado. Hoy hemos visto a Francia suavizar la dureza uruguaya para después, dedicarnos un concierto de pases que acabaron por destruir toda oposición charrúa. Y cuando creemos que vimos lo mejor del Mundial, vienen Brasil y Bélgica. De Brasil ya sabemos qué esperar, pero de Bélgica, comparsa eterna de los equipos europeos, que desde el 86 no han podido aparecer en las primeras planas.

Hoy Brasil, sobre la base de su reconocida habilidad, nos ha hecho creer que despedazaría a los diablos belgas y poniendo a trabajar extra a Courtois, pensamos que todo era cuestión de tiempo, pero los laterales rojos, primero apagaron a Ney- mar y a Willian, hasta que para colmo, en una jugada desafortunada, Fernandinho, en su intento por despejar, tocó el balón con la cabeza, resbalando hasta un hombro para que finalmente se fuera al fondo de su propia puerta. Más tarde, ya con Bélgica completamente revolucionado, viene un contraataque en el que los rojos tocando de primera llevan el balón de izquierda a derecha, para que quede en los pies de Debruyne, quien de fuerte zapatazo, vence a Alison, que inútilmente se lanza quedando lejos del balón. Dos a cero que sorprendería a muchos, como igual pasó por la mañana con Francia. Es así como la final de este Campeonato Mundial se jugará entre dos selecciones europeas, así, Francia y Bélgica, esperarán a los ganadores de mañana, cuando se enfrenten por la mañana Suecia vs. Inglaterra y por la tarde Rusia vs. Croacia, favoritos: Inglaterra y Croacia, pero como han estado reaccionando los equipos, todo podemos esperar... Nos vemos y que gane el equipo al que le vas.

Hasta pronto amigo.