/ jueves 5 de septiembre de 2019

Los hechos y las fechas son el esqueleto de la historia

Las costumbres, ideas y los intereses son la carne y la vida de la misma.

El club que descubrió el futbol a los mexicanos fue el Pachuca Athletic Club, nacido a principios del siglo 20 en la capital del estado de Hidalgo, a 100 kilométros de la Ciudad de México, de la mano de los técnicos y mineros ingleses de la Compañía Real del Monte de Pachuca. Es mi obligación informar que existe otra versión que otorga el nombramiento de cuna del futbol mexicano a la ciudad de Orizaba, Veracruz. Me documentaré bien y los mantendré informados. El futbol arraigó rápidamente en México y cinco clubes (Pachuca, Reforma Athletic Club, Orizaba Athletic Club, British Club y México Cricket Club) disputaron la primer Liga, que nadie consideró oficial, entre otras cosas porque todavía no existía el organismo capacitado para reconocerla. Muchos llegaron a esta competición como “LaInglesa”. El título fue para el Orizaba Athletic Club y, el Pachuca, a pesar de contar entre sus filas con Jorge Camphuis, considerado el mejor jugador de la primera época del futbolo mexicano, tuvo que esperar un año para conquistar su primer campeonato.

Estos primeros pasos se ven ligeramente interrumpidos, al menos en la intención de crear una mínima infrestructura que diera pie a la gran organización que se crearía en 1922. con la llegada de la revolución que encabezaron Emiliano Zapata y Francisco Villa. Son momentos difíciles para el país americano y buena prueba de ello es que cundo el General Huerta se levantó contra Francisco Madero, en 1913, despues de que éste hubiese acabado con el gobierno de Porfirio Díaz, en México únicamente quedaban tres instituciones futbolísticas en pie: el Pachuca, el Reforma y el Brithish. Tres clubes que habían sabido superar los primeros. LOS HECHOS Y LAS FECHAS SON EL ESQUELETO DE LA HISTORIA.

Los años del futbol aguantarían también estos años de inestabilidad.

España, que tendría gran influencia sobre México, había llegado ya a una primera estructuración de su futbol cuando, en 1913, el Rey Alfonso XIII consiguió que se aglutinaran las diversas asociaciones que integraban el panorama futbolístico español. Los españoles iban a ser quienes ayudarían a la verdadera consolidación del futbol en México, participando directamente en la creación de clubes como el España (1912) o el Centro Deportivo Español (1914), nacido de una escisión del primero. Esa segunda etapa del futbol mexicano estuvo llena de nuevos nacimientos como los del Club México, Amicale Française, Rovers, Germania, Junior, Améric, Luz y Fuerza, Tranvías, Asturias, Catalunya o Aurrerá, nombres estos últimos que dan clara idea de la influencia española en esta fase ya definitiva.

Cuando tres importantísimos equipos españoles aterrizan en el futbol azteca a partir de 1935, se puede considerar que el futbol es ya un deporte completamente consolidado y estelar en el país americano. En 1935, el Athletic de Bilbao realizó una gira por todo México y la afición azteca convirtió a las estrellas vascas (Blasco, Iraragorri, más conocido por el “Chato”, Urquizu y Gorostiza) en verdaderos ídolos. Al año siguiente sería el Barcelona de los Vantolrá, el “Pato” Gual, Iborra y Pedrol (que ya no regresarían a España, quedándose en las filas del Club España) quienes animarían y deleitarían a la afición mexicana con su futbol. Pero lo verdaderamente importante de esa época se produjo a finales de 1937 con la llegada de una selección vasca que, después de realizar una gira por Europa, llegaba a México mientras en españa proseguía la Guerra Civil que había iniciado en 1936, sin que se vislumbrara una solución.

La presencia de jugadores españoles consiguió revitalizar el futbol mexicano, que durante cinco años había visto mejorado el espectáculo en los campos de juego y, buena prueba de ello es que a partir de aquel momento el campeonato mexicano se iba a dividir en dos grupos, disputando el título los ganadores de cada uno de ellos. Esta nueva estructuración afectó a la competición de Copa, que nació en 1907 bajo el nombre de Reginald Tower, nombre del entonces embajador inglés en la capital azteca, gran hincha del Sunderland e impulsor de esta competición y, que tras la revolución, pasó a llamarse Copa México.

Imposible narrar la historia del origen de nuestro futbol en tan sólo una columna, por lo que mañana continuaré con el nacimiento de la Federación en 1927, nuestra participación en 1928 en los Juegos Olímpicos de Amsterdam, nuestra participación en la primera Copa del Mundo, celebrada en Uruguay en 1930. Cómo fueron llegando a México las legiones de jugadores argentinos que vinieron a elevar a nuestro futbol, sobre todo en el aspecto técnico.

Cundo Cruz Azul aún no nombra a quien suplirá a Pedro Caixinha, otra plaza ha sido desocupada, me refiero a la de Alfonso Sosa, que la única justificante se enfoca a facilitar la llegada al San Luis; al Turco Mohamed, gran amigo del Cholo Simeone, sonando también el nombre de Gustavo Matosas. Ojalá que los responsables lleven a buen fin lo que nació como un muy interesante proyecto.

Hasta pronto amigo.

Las costumbres, ideas y los intereses son la carne y la vida de la misma.

El club que descubrió el futbol a los mexicanos fue el Pachuca Athletic Club, nacido a principios del siglo 20 en la capital del estado de Hidalgo, a 100 kilométros de la Ciudad de México, de la mano de los técnicos y mineros ingleses de la Compañía Real del Monte de Pachuca. Es mi obligación informar que existe otra versión que otorga el nombramiento de cuna del futbol mexicano a la ciudad de Orizaba, Veracruz. Me documentaré bien y los mantendré informados. El futbol arraigó rápidamente en México y cinco clubes (Pachuca, Reforma Athletic Club, Orizaba Athletic Club, British Club y México Cricket Club) disputaron la primer Liga, que nadie consideró oficial, entre otras cosas porque todavía no existía el organismo capacitado para reconocerla. Muchos llegaron a esta competición como “LaInglesa”. El título fue para el Orizaba Athletic Club y, el Pachuca, a pesar de contar entre sus filas con Jorge Camphuis, considerado el mejor jugador de la primera época del futbolo mexicano, tuvo que esperar un año para conquistar su primer campeonato.

Estos primeros pasos se ven ligeramente interrumpidos, al menos en la intención de crear una mínima infrestructura que diera pie a la gran organización que se crearía en 1922. con la llegada de la revolución que encabezaron Emiliano Zapata y Francisco Villa. Son momentos difíciles para el país americano y buena prueba de ello es que cundo el General Huerta se levantó contra Francisco Madero, en 1913, despues de que éste hubiese acabado con el gobierno de Porfirio Díaz, en México únicamente quedaban tres instituciones futbolísticas en pie: el Pachuca, el Reforma y el Brithish. Tres clubes que habían sabido superar los primeros. LOS HECHOS Y LAS FECHAS SON EL ESQUELETO DE LA HISTORIA.

Los años del futbol aguantarían también estos años de inestabilidad.

España, que tendría gran influencia sobre México, había llegado ya a una primera estructuración de su futbol cuando, en 1913, el Rey Alfonso XIII consiguió que se aglutinaran las diversas asociaciones que integraban el panorama futbolístico español. Los españoles iban a ser quienes ayudarían a la verdadera consolidación del futbol en México, participando directamente en la creación de clubes como el España (1912) o el Centro Deportivo Español (1914), nacido de una escisión del primero. Esa segunda etapa del futbol mexicano estuvo llena de nuevos nacimientos como los del Club México, Amicale Française, Rovers, Germania, Junior, Améric, Luz y Fuerza, Tranvías, Asturias, Catalunya o Aurrerá, nombres estos últimos que dan clara idea de la influencia española en esta fase ya definitiva.

Cuando tres importantísimos equipos españoles aterrizan en el futbol azteca a partir de 1935, se puede considerar que el futbol es ya un deporte completamente consolidado y estelar en el país americano. En 1935, el Athletic de Bilbao realizó una gira por todo México y la afición azteca convirtió a las estrellas vascas (Blasco, Iraragorri, más conocido por el “Chato”, Urquizu y Gorostiza) en verdaderos ídolos. Al año siguiente sería el Barcelona de los Vantolrá, el “Pato” Gual, Iborra y Pedrol (que ya no regresarían a España, quedándose en las filas del Club España) quienes animarían y deleitarían a la afición mexicana con su futbol. Pero lo verdaderamente importante de esa época se produjo a finales de 1937 con la llegada de una selección vasca que, después de realizar una gira por Europa, llegaba a México mientras en españa proseguía la Guerra Civil que había iniciado en 1936, sin que se vislumbrara una solución.

La presencia de jugadores españoles consiguió revitalizar el futbol mexicano, que durante cinco años había visto mejorado el espectáculo en los campos de juego y, buena prueba de ello es que a partir de aquel momento el campeonato mexicano se iba a dividir en dos grupos, disputando el título los ganadores de cada uno de ellos. Esta nueva estructuración afectó a la competición de Copa, que nació en 1907 bajo el nombre de Reginald Tower, nombre del entonces embajador inglés en la capital azteca, gran hincha del Sunderland e impulsor de esta competición y, que tras la revolución, pasó a llamarse Copa México.

Imposible narrar la historia del origen de nuestro futbol en tan sólo una columna, por lo que mañana continuaré con el nacimiento de la Federación en 1927, nuestra participación en 1928 en los Juegos Olímpicos de Amsterdam, nuestra participación en la primera Copa del Mundo, celebrada en Uruguay en 1930. Cómo fueron llegando a México las legiones de jugadores argentinos que vinieron a elevar a nuestro futbol, sobre todo en el aspecto técnico.

Cundo Cruz Azul aún no nombra a quien suplirá a Pedro Caixinha, otra plaza ha sido desocupada, me refiero a la de Alfonso Sosa, que la única justificante se enfoca a facilitar la llegada al San Luis; al Turco Mohamed, gran amigo del Cholo Simeone, sonando también el nombre de Gustavo Matosas. Ojalá que los responsables lleven a buen fin lo que nació como un muy interesante proyecto.

Hasta pronto amigo.