Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote), William Shakespeare (Hamlet) y José Hernández (Martín Fierro), me han brindado los consejos más llenos de riqueza que un padre pueda dar a su hijo. Cervantes en Don Quijote; “Busco la muerte en la vida, salud en la enfermedad, en la prisión libertad, en lo cerrado salida y en mi enemigo lealtad. Pero mi suerte, de quien jamás espero algún bien, con el cielo ha establecido que pues lo imposible pido, lo posible aún no me den”... Shakespeare en Hamlet, Polonio a su hijo Laertes... Recibe mi bendición y procura imprimir en tu memoria estos pocos preceptos: “No publiques con facilidad lo que pienses, ni ejecutes cosa no bien premeditada primero. Debes ser afable pero no vulgar en el trato. Une a tu alma con vínculos de acero a los amigos que adoptaste después de examinada su conducta, pero no acaricies con mano pródiga a los que acaban de salir del cascarón y aún están sin plumas. Huye de meterte en disputas, pero una vez metido en ellas, obra de manera que tu contrincante huya de ti. Presta oído a los demás, pero reservate tu propia opinión. Sea tu vestido tan costoso cuanto tus facultades lo permitan, pero no afectado en su hechura, rico, no extravagante, porque el traje dice por lo común quién es el sujeto y los caballeros principales suelen tener el gusto delicado. Pero sobre todo, usa de veracidad contigo mismo y, así no podrás ser falso con los demás”...
José Hernández en Martín Fierro: “Un padre que da consejos, más que padre es un amigo; ansi como tal les digo que vivan con precaución; naiden sabe en qué rincón se oculta el que es su enemigo... Yo nunca tuve una escuela que una vida desgraciada; no extrañen si en la jugada alguna vez me equivoco, pues debe saber muy poco aquel que no aprendió nada. Hay hombres que de su cencia tienen la cabeza llena; hay sabios de todas menas, mas digo sin ser muy ducho: es mejor que aprender mucho, el aprender cosas buenas... Su esperanza no la cifren nunca en corazón alguno; en el mayor infortunio pongan su confianza en Dios, en los hombres solo en uno, con gran precacución en dos. Si entregan su corazón a una mujer querida, no le hagan una partida que la ofenda a la mujer, siempre los ha de perder una mujer ofendida... Hay cosas que pierde el hombre, luego las vuelve a encontrar, pero pongan atención, aquí les voy a enseñar: cuando pierde la vergüenza, jamás la vuelve a encontrar”.
Obviamente que por falta de espacio he reducido al mínimo la cantidad de consejos. Si reflexionamos en ellos, encontraremos ahí la piedra angular de toda familia. Ya que estos consejos podemos ya aplicarlos a problems por los que pasamos nosotros o nuestros hijos, fortaleciendo el espíritu familiar, con la inmensa sabiduría de estos grandes hombres, que me bastan para mi propósito, que es el de anunciar el 55 aniversario de una enorme familia, la del Deportivo Arenal, a celebrarse el próximo domingo 25 de agosto, iniciando la celebración con una misa a las 9:00 horas, en la Parroquia Espíritu Santo, partiendo de ahí al campo número uno de la Unidad Deportiva de Tampico, en donde a las 10:00 se efectuará el clásico juego anual, partiendo al terminar al convivio en Arenal y Morena #1208, en donde se hará un reconocimiento a una de las leyendas del grupo, Catarino “Cato” Oliva Blasco, nacido el 15 de enero de 1940, que vistiera los colores del Laguna allá por 1956-1958, al lado de otros grandes como Oscar Sierra, Cristobal y Adolfo Domínguez “China” +, La “Bruja” Ocangoy, Barriguete, Andres Ortega “El Chiles” + y muchos otros.
Como es tradición en esta gran grupo social estarán presentes las familias que lo componen: Cáceres, Posadas, Reyes, Olguín, Rivera, Rincón, Goo, Castillo, García, Avilés, Lara, Oliva, Guerrero, Amaro, Bustos. Esperamos que los que estén enterados se encarguen de avisarle a todos los jugadores actuales, a los exjugadores y a los seguidores, para que se escuchen las porras desde el graderío.
Tal parece que los componentes de esta ejemplar familia futbolística hayan escuchado la famosa frase del argelino francés, Albert Camus, uno de los dos únicos futbolistas ganadores del Premio Nobel de la Paz de Literatura, el otro fue el ruso Vladimir Nabokov. Camus es el autor entre otros, de El Extranjero, El Mito de Sisifo, La Peste, La Caída, etc., mientrs que Nabokov escribió: Lolita, Pálido Fuego, Risa de la oscuridad, La Dádiva, entre muchos otros.
Curiosamente, estos dos grandes de la Literatura mundial fueron futbolistas y coincidencialmente, los dos fueron porteros y verdaderos apasionados del juego, Nabokov eterno seguidor del Dínamo de Moscú y Camus del Olympique de París. Camus confesó a la prensa durante una entrevista que en ningún lugar se encontraba más agusto en la vida que en un teatro o en un estadio de futbol. Pero su frase más conocida es: “Lo que finalmente sé con mayor certeza respecto a la moral y a las obligaciones del hombre, se lo debo al futbol.
Hasta pronto amigo.
