/ viernes 16 de noviembre de 2018

Con café y a media luz | Mensajes interesantes

Este discurso lanzado desde un conocido hotel del Paseo de la Reforma en la capital de nuestro país, trae consigo, desde mi punto de vista, varias preguntas que valdría la pena hacer, pues, este conjunto de acciones, dista y por mucho, de la esencia demagógica del tabasqueño cuando estuvo realizando su gira de 11 años y medio de precampaña y medio año de campaña oficial, antes de ser electo con el voto popular.

¿Qué lo hizo cambiar de parecer?

Mucho recuerdo las declaraciones que me hizo AMLO en el 2005 en Ciudad Valles, San Luis Potosí, cuando este reportero le cuestionó al respecto y me aseguró que no habría necesidad de conformar nuevos cuerpos de seguridad ya que las fuerzas federales cumplían un papel cabal en materia de protección tal y como estaban organizadas.

Cuando Felipe Calderón saca de los cuarteles a los militares y les ordena realizar labores de seguridad civil, supliendo en muchos municipios de nuestro país a las fuerzas de seguridad municipales y, en algunos casos, estatales, AMLO, aseguró que era una incongruencia y, sostuvo, que los soldados y marinos deberían volver a sus instalaciones pues solo eran “ocurrencias” del entonces representante del Poder Ejecutivo de nuestra nación.

En la etapa final, el originario de Macuspana, indicó que, de resultar ganador en estos comicios, de inmediato los soldados se dedicarían, exclusivamente, a sus funciones y llamaría a la integración de una fuerza civil que estuviera bajo la supervisión directa de la figura del presidente de la República. En otras palabras, se convertirá en el comandante supremo de las fuerzas armadas tanto militares, como civiles de México.

Hoy, esta promesa se cumple de manera parcial pues esta nueva organización que seguramente, desaparecerá al final del sexenio, así como le ocurrió a la AFI de Fox y a la SIEDO de Calderón, que ahora es la SEIDO por mandato de Enrique Peña Nieto, estará formada por personal de la Policía Federal, Ejército Mexicano y Marina Armada de México, contraviniendo a todo lo que se había propuesto.

¿Por qué el cambio tan radical de este hombre? ¿Qué le hizo desistir de su primer plan? ¿A qué se debió el mantener a los militares que tanto criticó en las calles de nuestro país?

Otra de las cosas que me sorprendió es que se lanzó “duro y a la cabeza” de los miembros de la Policía Federal, hombres y mujeres que durante el último sexenio han visto a compañeros caer por el fuego de la metralla enemiga, asegurando que en esta dependencia existe la corrupción, y créame amigo lector, no lo dudo ni un poco. Entonces, ¿para qué seguir trabajando con ellos? Y tal vez el futuro presidente se equivoque y todos sean honestos. Si es así, ¿para qué tener a los militares en las calles?

Lo único que se me ocurre y, como dice el dicho, es que este hombre se ha percatado que “los toros no se ven igual dentro del ruedo que desde la barrera” y me supongo que su cuerpo de expertos lo ha asesorado en torno a esta situación y le comentaron de la particularidad que viven algunas entidades de nuestro país, quizá, en la gran mayoría del territorio nacional.

Si esto fuese así, nos debe hacer reflexionar sobre lo que aún desconocemos los mexicanos sobre el tema de seguridad, pero que la conformación de la guardia nacional nos está sirviendo de referencia porque ésta fue creada por una buena razón. Los dos siguientes elementos a los que deberemos poner atención es, en primera instancia, las órdenes que se le darán al Estado Mayor Presidencial y, en segunda, la conformación de la seguridad personal de López Obrador.

¿Será que los conceptos de “república amorosa”, “abrazos no balazos”, “con el ejemplo del presidente que no es corrupto” están siendo desechados como palabras por las acciones del futuro Ejecutivo? ¿O quizá solamente fue la miel que endulzó los oídos del mexicano desesperado por un cambio? Tenemos seis años para comprobarlo.

Escríbame y recuerde para mañana ¡Despierte, no se duerma, que será un gran día!

¡Hasta la próxima!

licajimenezmcc@hotmail.com

Este discurso lanzado desde un conocido hotel del Paseo de la Reforma en la capital de nuestro país, trae consigo, desde mi punto de vista, varias preguntas que valdría la pena hacer, pues, este conjunto de acciones, dista y por mucho, de la esencia demagógica del tabasqueño cuando estuvo realizando su gira de 11 años y medio de precampaña y medio año de campaña oficial, antes de ser electo con el voto popular.

¿Qué lo hizo cambiar de parecer?

Mucho recuerdo las declaraciones que me hizo AMLO en el 2005 en Ciudad Valles, San Luis Potosí, cuando este reportero le cuestionó al respecto y me aseguró que no habría necesidad de conformar nuevos cuerpos de seguridad ya que las fuerzas federales cumplían un papel cabal en materia de protección tal y como estaban organizadas.

Cuando Felipe Calderón saca de los cuarteles a los militares y les ordena realizar labores de seguridad civil, supliendo en muchos municipios de nuestro país a las fuerzas de seguridad municipales y, en algunos casos, estatales, AMLO, aseguró que era una incongruencia y, sostuvo, que los soldados y marinos deberían volver a sus instalaciones pues solo eran “ocurrencias” del entonces representante del Poder Ejecutivo de nuestra nación.

En la etapa final, el originario de Macuspana, indicó que, de resultar ganador en estos comicios, de inmediato los soldados se dedicarían, exclusivamente, a sus funciones y llamaría a la integración de una fuerza civil que estuviera bajo la supervisión directa de la figura del presidente de la República. En otras palabras, se convertirá en el comandante supremo de las fuerzas armadas tanto militares, como civiles de México.

Hoy, esta promesa se cumple de manera parcial pues esta nueva organización que seguramente, desaparecerá al final del sexenio, así como le ocurrió a la AFI de Fox y a la SIEDO de Calderón, que ahora es la SEIDO por mandato de Enrique Peña Nieto, estará formada por personal de la Policía Federal, Ejército Mexicano y Marina Armada de México, contraviniendo a todo lo que se había propuesto.

¿Por qué el cambio tan radical de este hombre? ¿Qué le hizo desistir de su primer plan? ¿A qué se debió el mantener a los militares que tanto criticó en las calles de nuestro país?

Otra de las cosas que me sorprendió es que se lanzó “duro y a la cabeza” de los miembros de la Policía Federal, hombres y mujeres que durante el último sexenio han visto a compañeros caer por el fuego de la metralla enemiga, asegurando que en esta dependencia existe la corrupción, y créame amigo lector, no lo dudo ni un poco. Entonces, ¿para qué seguir trabajando con ellos? Y tal vez el futuro presidente se equivoque y todos sean honestos. Si es así, ¿para qué tener a los militares en las calles?

Lo único que se me ocurre y, como dice el dicho, es que este hombre se ha percatado que “los toros no se ven igual dentro del ruedo que desde la barrera” y me supongo que su cuerpo de expertos lo ha asesorado en torno a esta situación y le comentaron de la particularidad que viven algunas entidades de nuestro país, quizá, en la gran mayoría del territorio nacional.

Si esto fuese así, nos debe hacer reflexionar sobre lo que aún desconocemos los mexicanos sobre el tema de seguridad, pero que la conformación de la guardia nacional nos está sirviendo de referencia porque ésta fue creada por una buena razón. Los dos siguientes elementos a los que deberemos poner atención es, en primera instancia, las órdenes que se le darán al Estado Mayor Presidencial y, en segunda, la conformación de la seguridad personal de López Obrador.

¿Será que los conceptos de “república amorosa”, “abrazos no balazos”, “con el ejemplo del presidente que no es corrupto” están siendo desechados como palabras por las acciones del futuro Ejecutivo? ¿O quizá solamente fue la miel que endulzó los oídos del mexicano desesperado por un cambio? Tenemos seis años para comprobarlo.

Escríbame y recuerde para mañana ¡Despierte, no se duerma, que será un gran día!

¡Hasta la próxima!

licajimenezmcc@hotmail.com