/ viernes 9 de noviembre de 2018

Con café y a media luz | México en la mira

Pocas veces enla historia de la humanidad nuestro país ha estado en la mira del mundo por tantas razones a la vez de manera simultánea. De los últimos años de la edad moderna viene a mi memoria, de primera mano y como un ejemplo, aquel octubre de 1968, en el que tuviera lugar la terrible matanza de los estudiantes universitarios en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, hecho sangriento que tuvo como marco al evento deportivo que une a la humanidad entera: las olimpiadas.

Un evento cuya violencia desatada por la macabra decisión de quien en ese momento se encontraba en el poder, manchó de sangre a nuestra nación y la expuso de manera inmisericorde a la opinión mundial, pues todos los reporteros que fueron enviados a cubrir las hazañas de los atletas se vieron comprometidos a informar de lo ocurrido en ese segundo día del décimo mes del año.

Hoy, el nombre de este país se repite en las agendas noticiosas de los medios de comunicación internacionales los que, con urgencia, buscan afanosos en las fuentes autorizadas los datos precisos que les permitan contar las historias que están ocurriendo en el interior del territorio nacional y, curiosamente, también fuera de este.

En primer término, y como parte de un extraño fenómeno masivo que más tarde que temprano anunciará al causante, los “ojos” del planeta están sobre las cuatro caravanas de centroamericanos que están desplazándose a lo largo de esta nación y, curiosamente, conforme más se internan, no solo migran físicamente, sino también en personalidad, antes, de urgencia suplicante, ahora manifiestan una de cómodo abuso.

Usted seguramente ya dio cuenta de la información arrojada por las autoridades de migración que aseguran que se han emitido poco más de dos mil permisos a hondureños y salvadoreños para laborar de manera “legal” en México y, por otro lado, también existen aquellos que continúan con la idea de llegar a los Estados Unidos, mientras que, en nuestro país, a lo largo de su trayecto, ya observaron que pueden vender pizzas, cigarros y exigir cargadores de celular a la autoridad. No tardan en demandar la ciudadanía mexicana.

En ese último rubro también es causal de interés que, entre ellos, en esa “microsociedad” que se moviliza ya aparecieron los primeros atisbos del fenómeno delincuencial respecto a los teléfonos inteligentes y se tuvo que poner orden de manera drástica por parte de los agentes de seguridad pues la situación ya tomaba tintes de violencia.

También resulta curioso que, entre las actividades que los migrantes han organizado para “entretenerse”, si así se le puede llamar, están las funciones de peleas de “box” de las que ellos mismos son testigos y protagonistas y que según un medio de circulación nacional ocurren cada noche en las instalaciones del albergue instalado en el estadio Jesús Martínez “Palillo”.

De manera circunstancial también aparece la figura de Donald Trump quien ha reforzado el blindaje fronterizo debido a que “la caravana no se ha detenido”, sin duda, dentro de un mes, observaremos la zona limítrofe mexicana, vigilada por reporteros de todo el mundo que buscarán recoger los testimonios de aquellos que desearán llegar “al otro lado” del río Bravo y cumplir el tan ansiado “sueño americano”.

En segundo término, se encuentra el inicio del juicio en la Unión Americana en contra de Joaquín Guzmán Loera, mismo que, según los expertos en esta materia en los Estados Unidos, este proceso durará aproximadamente cuatro meses, antes de conocer la sentencia que marcará el destino del capo más reconocido en la historia contemporánea del mundo.

Curiosamente en torno a esta figura han ocurrido eventos que rayan en lo extraordinario como la producción documental de carácter cinematográfico producido por la actriz Kate del Castillo y que actualmente se transmite a través de una conocida plataforma de demanda televisiva, hasta la última solicitud del “Chapo” de poder abrazar a su mujer, condición que le fue denegada por el juez por “motivos de seguridad”.

Y, para concluir, la transición de poderes en nuestro país que ocurrirá dentro de tres semanas aproximadamente y que marcará un cambio radical en la administración nacional, cambio que, por cierto, ya fue resentido por los expresidentes de los Estados Unidos Mexicanos y por algunos funcionarios públicos de primer orden que ya están empezando a sentir las billeteras “un poco más delgadas”.

Esta radical transformación fue también señalada por un periódico extranjero que, sin piedad, le adjudicaba calificativos insultantes y vergonzosos a la decisión de haber cancelado la obra del nuevo aeropuerto de la ciudad de México. Otro elemento que también ocurre con la llegada de López Obrador al poder es la relación que tiene con la figura de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, quien no goza de muy buenas opiniones.

Con todos estos “adornos” que nos están adjudicando, considero que lo único que nos queda por hacer a los ciudadanos mexicanos es demostrar con trabajo, empeño, esfuerzo y honestidad la calidad que nos caracteriza como personas y como sociedad, tratando de hacer el mejor “de nuestros papeles” y dándole al mundo un ejemplo de civilidad y cultura, con el compromiso claro de no desviarnos del camino que nos lleve a cumplir la meta que deseamos alcanzar.

¡Hasta la próxima!


Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día

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Pocas veces enla historia de la humanidad nuestro país ha estado en la mira del mundo por tantas razones a la vez de manera simultánea. De los últimos años de la edad moderna viene a mi memoria, de primera mano y como un ejemplo, aquel octubre de 1968, en el que tuviera lugar la terrible matanza de los estudiantes universitarios en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, hecho sangriento que tuvo como marco al evento deportivo que une a la humanidad entera: las olimpiadas.

Un evento cuya violencia desatada por la macabra decisión de quien en ese momento se encontraba en el poder, manchó de sangre a nuestra nación y la expuso de manera inmisericorde a la opinión mundial, pues todos los reporteros que fueron enviados a cubrir las hazañas de los atletas se vieron comprometidos a informar de lo ocurrido en ese segundo día del décimo mes del año.

Hoy, el nombre de este país se repite en las agendas noticiosas de los medios de comunicación internacionales los que, con urgencia, buscan afanosos en las fuentes autorizadas los datos precisos que les permitan contar las historias que están ocurriendo en el interior del territorio nacional y, curiosamente, también fuera de este.

En primer término, y como parte de un extraño fenómeno masivo que más tarde que temprano anunciará al causante, los “ojos” del planeta están sobre las cuatro caravanas de centroamericanos que están desplazándose a lo largo de esta nación y, curiosamente, conforme más se internan, no solo migran físicamente, sino también en personalidad, antes, de urgencia suplicante, ahora manifiestan una de cómodo abuso.

Usted seguramente ya dio cuenta de la información arrojada por las autoridades de migración que aseguran que se han emitido poco más de dos mil permisos a hondureños y salvadoreños para laborar de manera “legal” en México y, por otro lado, también existen aquellos que continúan con la idea de llegar a los Estados Unidos, mientras que, en nuestro país, a lo largo de su trayecto, ya observaron que pueden vender pizzas, cigarros y exigir cargadores de celular a la autoridad. No tardan en demandar la ciudadanía mexicana.

En ese último rubro también es causal de interés que, entre ellos, en esa “microsociedad” que se moviliza ya aparecieron los primeros atisbos del fenómeno delincuencial respecto a los teléfonos inteligentes y se tuvo que poner orden de manera drástica por parte de los agentes de seguridad pues la situación ya tomaba tintes de violencia.

También resulta curioso que, entre las actividades que los migrantes han organizado para “entretenerse”, si así se le puede llamar, están las funciones de peleas de “box” de las que ellos mismos son testigos y protagonistas y que según un medio de circulación nacional ocurren cada noche en las instalaciones del albergue instalado en el estadio Jesús Martínez “Palillo”.

De manera circunstancial también aparece la figura de Donald Trump quien ha reforzado el blindaje fronterizo debido a que “la caravana no se ha detenido”, sin duda, dentro de un mes, observaremos la zona limítrofe mexicana, vigilada por reporteros de todo el mundo que buscarán recoger los testimonios de aquellos que desearán llegar “al otro lado” del río Bravo y cumplir el tan ansiado “sueño americano”.

En segundo término, se encuentra el inicio del juicio en la Unión Americana en contra de Joaquín Guzmán Loera, mismo que, según los expertos en esta materia en los Estados Unidos, este proceso durará aproximadamente cuatro meses, antes de conocer la sentencia que marcará el destino del capo más reconocido en la historia contemporánea del mundo.

Curiosamente en torno a esta figura han ocurrido eventos que rayan en lo extraordinario como la producción documental de carácter cinematográfico producido por la actriz Kate del Castillo y que actualmente se transmite a través de una conocida plataforma de demanda televisiva, hasta la última solicitud del “Chapo” de poder abrazar a su mujer, condición que le fue denegada por el juez por “motivos de seguridad”.

Y, para concluir, la transición de poderes en nuestro país que ocurrirá dentro de tres semanas aproximadamente y que marcará un cambio radical en la administración nacional, cambio que, por cierto, ya fue resentido por los expresidentes de los Estados Unidos Mexicanos y por algunos funcionarios públicos de primer orden que ya están empezando a sentir las billeteras “un poco más delgadas”.

Esta radical transformación fue también señalada por un periódico extranjero que, sin piedad, le adjudicaba calificativos insultantes y vergonzosos a la decisión de haber cancelado la obra del nuevo aeropuerto de la ciudad de México. Otro elemento que también ocurre con la llegada de López Obrador al poder es la relación que tiene con la figura de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, quien no goza de muy buenas opiniones.

Con todos estos “adornos” que nos están adjudicando, considero que lo único que nos queda por hacer a los ciudadanos mexicanos es demostrar con trabajo, empeño, esfuerzo y honestidad la calidad que nos caracteriza como personas y como sociedad, tratando de hacer el mejor “de nuestros papeles” y dándole al mundo un ejemplo de civilidad y cultura, con el compromiso claro de no desviarnos del camino que nos lleve a cumplir la meta que deseamos alcanzar.

¡Hasta la próxima!


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