/ domingo 3 de abril de 2022

Miguel A. Sotelo González | Revocación de Mandato

Tal vez le habrá pasado en alguna ocasión al lector, que a falta de la herramienta precisa se ha visto en la necesidad de improvisar en funciones de desarmador cualquier utensilio de cocina que tenga punta plana, por lo general cuando he pasado por una situación de este tipo recurro a los cuchillos, a esto en filosofía se le llama instrumentalizar, es decir, darle uso a una idea u objeto para un fin distinto del que originalmente fue pensado.

Desde luego que la mayoría de las veces en que hacemos uso de herramientas no adecuadas para resolver una reparación de urgencia, si tenemos suerte habremos desenroscado el tornillo, pero por lo general también terminaremos con la punta del cuchillo doblada.

La instrumentalizacion de las ideas y los objetos es un defecto de la modernidad cuyo impacto en algunas ocasiones ha sido menos banal que el simple uso de un cuchillo como desarmador, por ejemplo el hallazgo del átomo por sus descubridores quienes jamás se imaginaron que sus aportaciones científicas servirían para apuntalar Imperios por medio del miedo a la destrucción nuclear, en este caso, el conocimiento científico se instrumentalizó como herramienta del poder político.

Lo anterior viene a cuenta porque en vísperas de la celebración del Referéndum Revocatorio, un evento con origen democrático pero con una instrumentalización política, ya que quienes con más ahínco lo han promovido no pretenden revocar del cargo al Presidente, mientras por otra parte quienes dicen tener motivos de inconformidad con la gestión del actual Gobierno federal no están interesados en promover ni participar en tal ejercicio.

Todo lo anterior hace que la celebración del referéndum revocatorio sea un acto cuyo objeto nada tenga que ver con el cual fue pensado y legislado.

Se aduce en su defensa que si bien no pretenden revocar al Presidente del cargo, la idea es sentar un precedente, algo así como llevar a cabo un simulacro del ejercicio para cuando realmente se ocupe, que de suyo implica el reconocimiento de lo ocioso del evento.

Hay que recordar que el ejercicio de las garantías constitucionales no pierden eficacia con su no ejercicio, por el contrario, si no se apela a ellas significa que la marcha de la nación es la correcta, más aún que podría aprender la población de este ejercicio político si no se lleva y se agota hasta sus últimas consecuencias.

Si la intención de los promotores del referéndum revocatorio es simplemente pedagógica y no la destitución del Presidente, existen otros instrumentos como la educación cívica que son realmente conducentes a tal propósito y no habilitar artificialmente un mecanismo no ideado para educar a la población.

Con todo y lo anterior, el evento del referéndum revocatorio será en muy poco tiempo una realidad legalmente válida ya que es conducido por la autoridad competente quien sancionará conforme a la ley sus resultados y podría ser una buena oportunidad para que aquellos sectores inconformes diriman sus querellas por medio de la participación.

Regeneración

Tal vez le habrá pasado en alguna ocasión al lector, que a falta de la herramienta precisa se ha visto en la necesidad de improvisar en funciones de desarmador cualquier utensilio de cocina que tenga punta plana, por lo general cuando he pasado por una situación de este tipo recurro a los cuchillos, a esto en filosofía se le llama instrumentalizar, es decir, darle uso a una idea u objeto para un fin distinto del que originalmente fue pensado.

Desde luego que la mayoría de las veces en que hacemos uso de herramientas no adecuadas para resolver una reparación de urgencia, si tenemos suerte habremos desenroscado el tornillo, pero por lo general también terminaremos con la punta del cuchillo doblada.

La instrumentalizacion de las ideas y los objetos es un defecto de la modernidad cuyo impacto en algunas ocasiones ha sido menos banal que el simple uso de un cuchillo como desarmador, por ejemplo el hallazgo del átomo por sus descubridores quienes jamás se imaginaron que sus aportaciones científicas servirían para apuntalar Imperios por medio del miedo a la destrucción nuclear, en este caso, el conocimiento científico se instrumentalizó como herramienta del poder político.

Lo anterior viene a cuenta porque en vísperas de la celebración del Referéndum Revocatorio, un evento con origen democrático pero con una instrumentalización política, ya que quienes con más ahínco lo han promovido no pretenden revocar del cargo al Presidente, mientras por otra parte quienes dicen tener motivos de inconformidad con la gestión del actual Gobierno federal no están interesados en promover ni participar en tal ejercicio.

Todo lo anterior hace que la celebración del referéndum revocatorio sea un acto cuyo objeto nada tenga que ver con el cual fue pensado y legislado.

Se aduce en su defensa que si bien no pretenden revocar al Presidente del cargo, la idea es sentar un precedente, algo así como llevar a cabo un simulacro del ejercicio para cuando realmente se ocupe, que de suyo implica el reconocimiento de lo ocioso del evento.

Hay que recordar que el ejercicio de las garantías constitucionales no pierden eficacia con su no ejercicio, por el contrario, si no se apela a ellas significa que la marcha de la nación es la correcta, más aún que podría aprender la población de este ejercicio político si no se lleva y se agota hasta sus últimas consecuencias.

Si la intención de los promotores del referéndum revocatorio es simplemente pedagógica y no la destitución del Presidente, existen otros instrumentos como la educación cívica que son realmente conducentes a tal propósito y no habilitar artificialmente un mecanismo no ideado para educar a la población.

Con todo y lo anterior, el evento del referéndum revocatorio será en muy poco tiempo una realidad legalmente válida ya que es conducido por la autoridad competente quien sancionará conforme a la ley sus resultados y podría ser una buena oportunidad para que aquellos sectores inconformes diriman sus querellas por medio de la participación.

Regeneración