/ martes 21 de mayo de 2019

Nada asombra tanto en el futbol como el sentido común y el proceder sencillo

Finalmente, la casualidad permitió que justamente el uno y el dos fueran los finalistas de este absurdo sistema de competencia, que priva al León de ser considerado Campeón de la Liga MX, con cuatro puntos de diferencia de su más cercano perseguidor, Tigres de la UAdeNL.

Le adjudico el mérito a la casualidad, porque tanto el León como Tigres fueron claramente dominados en el terreno de juego, resolviéndose todo, valiéndose del reglamento del, repito, absurdo sistema de competencia, ya que en la acción ni León ni Tigres vencieron al América ni al Monterrey.

¿En qué aspecto este sistema puede favorecer a nuestro futbol? Pues solamente en la taquilla. El público de León y de Monterrey están viendo cómo sus respectivos equipos, que durante todo el torneo no escatimaron esfuerzos para mantenerse siempre en la cumbre de la tabla general, el León sobre todos y, Tigres solamente abajo del mismo León, mientras que el Monterrey, el Cruz Azul y el América, en ese orden, esforzándose igual, tuvieron la mala suerte de ser víctimas de las lesiones, perdiendo los tres la participación de jugadores importantes, algunos por espacios largos de tiempo.

Stephen Eustaquio, jugador portugués contratado por el Cruz Azul para cubrir la ausencia de Iván Marcone, que en el corto tiempo que se vistió de azul se convirtió en un jugador tan importante que se hizo irremplazable y, ahora que Eustaquio se presentó como la solución al problema, lo hizo con tan mala suerte que ni siquier podemos decir que jugó, permaneciendo aún en recuperación de una intervención quirúrgica importante. Cruz Azul ya había perdido antes al Yerry Flores, defensa derecho, posición que no ha podido ser cubierta cabalmente y, ahí mismo encontramos que Elías Hernández, jugador con nivel de selección, igual se perdió media temporada, encontramos un buen número de problemas que no fueron resueltos por Pedro Caixinha.

Monterrey tiene ya un año sufriendo con las lesiones de sus jugadores, algunas tan largas que ya ni siquiera sabemos si los lesionados continúan en la plantilla de Rayados, como son los casos del seleccionado uruguayo Jonathan Urretaviscaya (titular en Rusia 18) a quien después de un juego contra Guadalajara se le detectara rotura de ligmentos cruzados que lo llevaron al quirófano y, del que no hemos vuelto a saber más. Especialista en el cobro de tiros libres, el uruguayo ofreció extraordinarias temporadas con el Pachuca.

Otro de los jugadores importantes de Rayados del que no tenemos conocimiento es Arturo Alfonso González “Ponchito”, jugador con nivel de selección, que sufrió en agosto pasado lesión de ligamentos cruzados, habiendo sido intervenido diagnosticándose nueve meses para volver a la acción, cosa que recién ha hecho, volviendo al trabajo al “Barrial” entre la alegría y aplausos de sus compañeros y, también debemos hablar de las lesiones menos serias, pero que han impedido la participación de otros jugadores importantes como Estefan Medina y César Montes, problemas estos que revisten un problema a resolver para Diego Alonso y, que han impedido que el plantel llega a estas finales en buen nivel.

Y la más importante, tanto para Tigres como para el espectáculo en general, fue la larga recuperación de una lesión del francés André Pierre Gignac (cuatro meses), sin que aún haya podido recuperar la gran capacidad que le es reconocida y, que le ha costado a Tigres una baja notable que no le ha permitido recuperar el ritmo que con el francés en forma exhibían. De encontrar la forma que le conocemos, Gignac sería un verdadero handicap para los universitarios, cosa que no es nada fácil, pues cuatro meses de inactividad sí que dañan al rendimiento, de conseguirlo, tendremos una gran final.

Como podemos ver, la suerte también juega y, esta ha estado en favor del León, que no ha tenido problemas serios. Me extraña mucho el que se quejen de la ausencia de Iván Rodríguez Rebollar, flamante seleccionado de 22 años que jugó todos los minutos del recien concluido Clauura 2019, mas los partidos de la Liguilla hasta Xolos, reapareciendo en la segunda parte del reciente juego contra América, siendo esta la única baja importante, que prácticamente no existió.

Tenemos entonces que la final será jugda por dos equipos cuyos dos últimos juegos no han sido del todo bien jugados, agradeciendo la mala definición de sus rivales Monterrey y América, de lo cual no tienen culpa alguna, así que hasta en eso están parejos, el León con Iván al parecer ya recuperado y Tigres con su jugador más importante a punto de conseguirlo... Todo está listo. Que gane el mejor.

Hasta pronto amigo.

Finalmente, la casualidad permitió que justamente el uno y el dos fueran los finalistas de este absurdo sistema de competencia, que priva al León de ser considerado Campeón de la Liga MX, con cuatro puntos de diferencia de su más cercano perseguidor, Tigres de la UAdeNL.

Le adjudico el mérito a la casualidad, porque tanto el León como Tigres fueron claramente dominados en el terreno de juego, resolviéndose todo, valiéndose del reglamento del, repito, absurdo sistema de competencia, ya que en la acción ni León ni Tigres vencieron al América ni al Monterrey.

¿En qué aspecto este sistema puede favorecer a nuestro futbol? Pues solamente en la taquilla. El público de León y de Monterrey están viendo cómo sus respectivos equipos, que durante todo el torneo no escatimaron esfuerzos para mantenerse siempre en la cumbre de la tabla general, el León sobre todos y, Tigres solamente abajo del mismo León, mientras que el Monterrey, el Cruz Azul y el América, en ese orden, esforzándose igual, tuvieron la mala suerte de ser víctimas de las lesiones, perdiendo los tres la participación de jugadores importantes, algunos por espacios largos de tiempo.

Stephen Eustaquio, jugador portugués contratado por el Cruz Azul para cubrir la ausencia de Iván Marcone, que en el corto tiempo que se vistió de azul se convirtió en un jugador tan importante que se hizo irremplazable y, ahora que Eustaquio se presentó como la solución al problema, lo hizo con tan mala suerte que ni siquier podemos decir que jugó, permaneciendo aún en recuperación de una intervención quirúrgica importante. Cruz Azul ya había perdido antes al Yerry Flores, defensa derecho, posición que no ha podido ser cubierta cabalmente y, ahí mismo encontramos que Elías Hernández, jugador con nivel de selección, igual se perdió media temporada, encontramos un buen número de problemas que no fueron resueltos por Pedro Caixinha.

Monterrey tiene ya un año sufriendo con las lesiones de sus jugadores, algunas tan largas que ya ni siquiera sabemos si los lesionados continúan en la plantilla de Rayados, como son los casos del seleccionado uruguayo Jonathan Urretaviscaya (titular en Rusia 18) a quien después de un juego contra Guadalajara se le detectara rotura de ligmentos cruzados que lo llevaron al quirófano y, del que no hemos vuelto a saber más. Especialista en el cobro de tiros libres, el uruguayo ofreció extraordinarias temporadas con el Pachuca.

Otro de los jugadores importantes de Rayados del que no tenemos conocimiento es Arturo Alfonso González “Ponchito”, jugador con nivel de selección, que sufrió en agosto pasado lesión de ligamentos cruzados, habiendo sido intervenido diagnosticándose nueve meses para volver a la acción, cosa que recién ha hecho, volviendo al trabajo al “Barrial” entre la alegría y aplausos de sus compañeros y, también debemos hablar de las lesiones menos serias, pero que han impedido la participación de otros jugadores importantes como Estefan Medina y César Montes, problemas estos que revisten un problema a resolver para Diego Alonso y, que han impedido que el plantel llega a estas finales en buen nivel.

Y la más importante, tanto para Tigres como para el espectáculo en general, fue la larga recuperación de una lesión del francés André Pierre Gignac (cuatro meses), sin que aún haya podido recuperar la gran capacidad que le es reconocida y, que le ha costado a Tigres una baja notable que no le ha permitido recuperar el ritmo que con el francés en forma exhibían. De encontrar la forma que le conocemos, Gignac sería un verdadero handicap para los universitarios, cosa que no es nada fácil, pues cuatro meses de inactividad sí que dañan al rendimiento, de conseguirlo, tendremos una gran final.

Como podemos ver, la suerte también juega y, esta ha estado en favor del León, que no ha tenido problemas serios. Me extraña mucho el que se quejen de la ausencia de Iván Rodríguez Rebollar, flamante seleccionado de 22 años que jugó todos los minutos del recien concluido Clauura 2019, mas los partidos de la Liguilla hasta Xolos, reapareciendo en la segunda parte del reciente juego contra América, siendo esta la única baja importante, que prácticamente no existió.

Tenemos entonces que la final será jugda por dos equipos cuyos dos últimos juegos no han sido del todo bien jugados, agradeciendo la mala definición de sus rivales Monterrey y América, de lo cual no tienen culpa alguna, así que hasta en eso están parejos, el León con Iván al parecer ya recuperado y Tigres con su jugador más importante a punto de conseguirlo... Todo está listo. Que gane el mejor.

Hasta pronto amigo.