/ martes 23 de abril de 2019

No importa tanto...

Lo que el tiempo haga con nosotros, sino lo que nosotros hagamos con el tiempo

Matemáticamente, el León aún puede perder el liderato, de la misma forma que matemáticamente, Lobos puede aún meterse a la fiesta grande. Y matemáticamente sólo estan asegurados: León, Tigres y Monterrey, todos los demás son susceptibles de ser superados. Por ejemplo, si Lobos con 20 puntos gana sus dos juegos pendientes y, Cruz azul con 26 no gana ninguno, la Máquina se verá alcanzada por Lobos y se irán a la diferencia de goles. Y más expuestos que los cementeros se encuentran Necaxa y Pachuca con 25, América y Puebla con 23 y Tijuana con 22 (apenas fuera de zona de calificación). Así que nos esperan dos jornadas muy interesantes, en donde los equipos involucrados habrán de salir con todo, si es que no quieren quedarse afuera de la gran fiesta.

Movimientos inteligentes hicieron los directores técnicos de Monterrey y del América, aunque a Rayados no les salió del todo bien, pues “El Cachorro” Montes tuvo que abandonar el juego a causa de una herida en la frente, mientras que Miguel Herrera, con medio equipo en el hule, se la jugó con una alineación extraña, diferente a como ha estado jugando, poniendo en esta ocasión a dos delanteros: Roger Martínez y Henry Martín, que no estuvieron mal, pero calificaron insuficientes. No se cuántas veces he escuchado que ahora sí ya va a estar Oribe, que ahora sí reaparece Menez, que es cuestión de días para que Nico Castillo regrese al tan debilitado ataque crema, pero resulta que en lugar de volver los lesionados, se lesionan otros, como Benedetti y Edson Álvarez e Ibarra. Casi le resulta al Piojo, pero Toluca tenía que ganar sí o sí y lo logró con la salida de Ibargüen que se agregará a la lista de lesionados.

No se puede decir que el América amarra con un triunfo, pues Lobos y Toluca, matemáticamente lo podrían superar, así que está obligado mínimo a ganar y empatar, igual ocurre con el Puebla. Las Águilas enfrentarán al Santos que anda mal y cierran con el Veracruz que anda peor, pero como dijo Braylovsky, hay que jugar los partidos, todo puede pasar. El Necaxa va contra el Monterrey que cerrará jugando contra el Atlas, así que bien podrían los rayados descansar a sus jugadores importantes, el sistema lo permite, esta es una de las muchas razones por las que juzgo injusto esta forma de competencia, pues en perjuicio de los Lobos y Xolos, que sueñan con la calificación, el Necaxa tiene el beneficio de enfrentar a un plantel alternativo, que podría perder, como ocurrió con el América.

Tigres, que visitará a Puebla, está más que amarrado y, aunque se dice que el Tuca tiene dos equipos titulares, ya veremos si juega con suplentes y, si está permitido, sería tonto si expone a lesiones a sus jugadores base. Así de que las posibilidades de que tengamos buenos juegos depende mucho de que todos los equipos jueguen con sus jugadores titulares, pero mientras sea permitido lo contrario, pecará de tonto el equipo que no aproveche descansar a sus mejores jugadores, para encarar la Liguilla con lo mejor que tengan. Tal vez has escuchado en la maravillosa voz de Andrea Boselli una bella canción llamada “Palabras” que en una estrofa nos dice... “La vida se hace siempre de momentos, de cosas que no sueles valorar... y luego cuando pierdes, cuando al fin te has dado cuenta, el tiempo no te deja regresar”... Siempre ha habido un tiempo en el que hemos estado seguros de que finalmente hemos encontrado el equipo idóneo, el que nos gusta como juega, ese del estilo mexicano que no hemos acabado de encontrar, ese que nos daría identidad, el que haría al mundo decir, mira, así juega México.

Otra vivencia ajena, que me hace pensar en lo necesario que es tener una identidad, se la he escuchado a ese gran escritor y cantautor canadiense, Leonard Cohen, fallecido en noviembre 7 del 2016, a quien venía leyendo y escuchando desde los 70's y, que al recibir el premio Príncipe de Asturias, dijera en su discurso que fue un español, quien lo ayudó a descubrir su voz... ¿Me entienden? Yo mismo ignoro cómo se escucha mi voz, si de pronto me veo en la necesidad de plantarme en una palestra para expresar algún mensaje, me gana la desconfianza al saber que no conozco mi voz. Soy pues un orador sin identidad y eso resta credibilidad a mi discurso. Decía Bora Milutinovic “El jugador siempre es el reflejo de una sociedad, no puede ser distinto”. ¡Claro! Nosotros somos mexicanos, no gringos, ni argentinos ni italianos, somos mexicanos. La cuestión es que nunca nos hemos querido ver como mexicanos y, cuando como ocurrió con el equipo de Mejía Barón, que tanto nos gustó, lo olvidamos porque no nos gustó la indecisión de Miguel. Nos gustó igual el equipo de Lapuente, pero no nos gustó su arrogancia, nos gustó el equipo de Lavolpe, pero no nos gustó él...

Hasta pronto amigo.

Lo que el tiempo haga con nosotros, sino lo que nosotros hagamos con el tiempo

Matemáticamente, el León aún puede perder el liderato, de la misma forma que matemáticamente, Lobos puede aún meterse a la fiesta grande. Y matemáticamente sólo estan asegurados: León, Tigres y Monterrey, todos los demás son susceptibles de ser superados. Por ejemplo, si Lobos con 20 puntos gana sus dos juegos pendientes y, Cruz azul con 26 no gana ninguno, la Máquina se verá alcanzada por Lobos y se irán a la diferencia de goles. Y más expuestos que los cementeros se encuentran Necaxa y Pachuca con 25, América y Puebla con 23 y Tijuana con 22 (apenas fuera de zona de calificación). Así que nos esperan dos jornadas muy interesantes, en donde los equipos involucrados habrán de salir con todo, si es que no quieren quedarse afuera de la gran fiesta.

Movimientos inteligentes hicieron los directores técnicos de Monterrey y del América, aunque a Rayados no les salió del todo bien, pues “El Cachorro” Montes tuvo que abandonar el juego a causa de una herida en la frente, mientras que Miguel Herrera, con medio equipo en el hule, se la jugó con una alineación extraña, diferente a como ha estado jugando, poniendo en esta ocasión a dos delanteros: Roger Martínez y Henry Martín, que no estuvieron mal, pero calificaron insuficientes. No se cuántas veces he escuchado que ahora sí ya va a estar Oribe, que ahora sí reaparece Menez, que es cuestión de días para que Nico Castillo regrese al tan debilitado ataque crema, pero resulta que en lugar de volver los lesionados, se lesionan otros, como Benedetti y Edson Álvarez e Ibarra. Casi le resulta al Piojo, pero Toluca tenía que ganar sí o sí y lo logró con la salida de Ibargüen que se agregará a la lista de lesionados.

No se puede decir que el América amarra con un triunfo, pues Lobos y Toluca, matemáticamente lo podrían superar, así que está obligado mínimo a ganar y empatar, igual ocurre con el Puebla. Las Águilas enfrentarán al Santos que anda mal y cierran con el Veracruz que anda peor, pero como dijo Braylovsky, hay que jugar los partidos, todo puede pasar. El Necaxa va contra el Monterrey que cerrará jugando contra el Atlas, así que bien podrían los rayados descansar a sus jugadores importantes, el sistema lo permite, esta es una de las muchas razones por las que juzgo injusto esta forma de competencia, pues en perjuicio de los Lobos y Xolos, que sueñan con la calificación, el Necaxa tiene el beneficio de enfrentar a un plantel alternativo, que podría perder, como ocurrió con el América.

Tigres, que visitará a Puebla, está más que amarrado y, aunque se dice que el Tuca tiene dos equipos titulares, ya veremos si juega con suplentes y, si está permitido, sería tonto si expone a lesiones a sus jugadores base. Así de que las posibilidades de que tengamos buenos juegos depende mucho de que todos los equipos jueguen con sus jugadores titulares, pero mientras sea permitido lo contrario, pecará de tonto el equipo que no aproveche descansar a sus mejores jugadores, para encarar la Liguilla con lo mejor que tengan. Tal vez has escuchado en la maravillosa voz de Andrea Boselli una bella canción llamada “Palabras” que en una estrofa nos dice... “La vida se hace siempre de momentos, de cosas que no sueles valorar... y luego cuando pierdes, cuando al fin te has dado cuenta, el tiempo no te deja regresar”... Siempre ha habido un tiempo en el que hemos estado seguros de que finalmente hemos encontrado el equipo idóneo, el que nos gusta como juega, ese del estilo mexicano que no hemos acabado de encontrar, ese que nos daría identidad, el que haría al mundo decir, mira, así juega México.

Otra vivencia ajena, que me hace pensar en lo necesario que es tener una identidad, se la he escuchado a ese gran escritor y cantautor canadiense, Leonard Cohen, fallecido en noviembre 7 del 2016, a quien venía leyendo y escuchando desde los 70's y, que al recibir el premio Príncipe de Asturias, dijera en su discurso que fue un español, quien lo ayudó a descubrir su voz... ¿Me entienden? Yo mismo ignoro cómo se escucha mi voz, si de pronto me veo en la necesidad de plantarme en una palestra para expresar algún mensaje, me gana la desconfianza al saber que no conozco mi voz. Soy pues un orador sin identidad y eso resta credibilidad a mi discurso. Decía Bora Milutinovic “El jugador siempre es el reflejo de una sociedad, no puede ser distinto”. ¡Claro! Nosotros somos mexicanos, no gringos, ni argentinos ni italianos, somos mexicanos. La cuestión es que nunca nos hemos querido ver como mexicanos y, cuando como ocurrió con el equipo de Mejía Barón, que tanto nos gustó, lo olvidamos porque no nos gustó la indecisión de Miguel. Nos gustó igual el equipo de Lapuente, pero no nos gustó su arrogancia, nos gustó el equipo de Lavolpe, pero no nos gustó él...

Hasta pronto amigo.