/ jueves 19 de noviembre de 2020

No se cambia el mundo con un smartphone | El decomiso más grande de vida silvestre de la última década

El pasado 8 de septiembre las autoridades federales realizaron el decomiso de vida silvestre más grande de la última década en nuestro país, estamos hablando de 383 ejemplares de loros mexicanos que fueron incautados sobre tramo carretero Tonalá-Arriaga mientras eran trasportados por un vehículo particular rumbo al estado de Oaxaca.

Esa es la triste realidad de uno de los problemas que más duro azotan a la pérdida de especies, el tráfico ilegal. En México habitan 22 especies de loros y guacamayas pertenecientes a la familia de los psitácidos, de los cuales todos se encuentran en peligro de extinción derivado a su captura de manera ilegal para venta como mascotas o por la destrucción de sus hábitats naturales.

Del total de loros que fueron recuperados con el decomiso, más de 200 murieron en el proceso del transporte, otros tantos llegaron directo a terapia intensiva, la mayoría en condiciones de desnutrición, estos animales fueron puestos a disposición de TIVU A.C. a cargo de la médico veterinario Elsy Cabrera Baz, quien desde el 8 de septiembre junto con su equipo de colaboradores y voluntarios ha dado batalla por mantener la salud de estos pequeños.

En nuestro país, no existe ningún zoológico, centro de rescate o clínica veterinaria que cuente con la capacidad de recibir un decomiso tan grande, es por eso que las acciones emprendidas por el equipo de TIVU denotan un amor por las aves y un compromiso total por la conservación de las especies, por otra parte, hay que señalar la falta de apoyo económico para la manutención de estos animales por parte de autoridades federales, por lo que el esfuerzo de mantener vivos a estos pequeños se duplica por la falta del dinero y el tiempo que implica el trabajar por su supervivencia.

De manera irónica, de los 7 delincuentes implicados en el tráfico de estas especies, 3 de ellos quedaron libres tras haber pagado la ridícula cantidad de 2500 pesos después que una juez considerada que no era un delito grave; este hecho nos hace dudar de la debilidad que tienen las leyes para la protección de las especies en este país, la falta de recursos, la falta de penas y la falta de interés por parte de las autoridades. Penas como esta, son una burla para todos aquellos que dedican su tiempo y recursos para conservar a los animales y aquellos que ponen en riesgo su vida denunciando las redes de tráfico. 383 vidas inocentes que fueron privadas de su libertad y pareciera que ningún mando del gobierno está comprometido con hacer algo al respecto.

Situaciones como esta nos decepciona cada vez más del rol que juegan las autoridades, pero nos inspira en el poder de la sociedad civil, que cuando un grupo de personas se comprometen, pueden cambiar muchas vidas. Todos pueden sumarse a la conservación de estos loros sin tener que residir en Chiapas, TIVU cuenta con una campaña de apadrinamiento para estas especies, mientras que otras instituciones han ofrecido donar un porcentaje de sus ventas en la compra de productos alusivos a los loros. Toda la información se puede encontrar desde la página de Facebook de TIVU A.C.

Estas líneas no hacen justicia al gran trabajo que han hecho ni logran plasmar mi admiración hacia cada uno de los involucrados en este rescate, yo te invito estimado lector, a negarte a formar parte de la red de comercio ilícito. La estadística dice que por cada perico silvestre que es comercializado, 4 más mueren en proceso. Valoremos el trabajo que hacen los centros de rescate por preservar a estas especies y evitemos hacer del tráfico de especies, el negocio de la extinción

¡Escríbeme!

guillermoruizrmz@hotmail.com

Facebook.com/GuillermoRuizR

El pasado 8 de septiembre las autoridades federales realizaron el decomiso de vida silvestre más grande de la última década en nuestro país, estamos hablando de 383 ejemplares de loros mexicanos que fueron incautados sobre tramo carretero Tonalá-Arriaga mientras eran trasportados por un vehículo particular rumbo al estado de Oaxaca.

Esa es la triste realidad de uno de los problemas que más duro azotan a la pérdida de especies, el tráfico ilegal. En México habitan 22 especies de loros y guacamayas pertenecientes a la familia de los psitácidos, de los cuales todos se encuentran en peligro de extinción derivado a su captura de manera ilegal para venta como mascotas o por la destrucción de sus hábitats naturales.

Del total de loros que fueron recuperados con el decomiso, más de 200 murieron en el proceso del transporte, otros tantos llegaron directo a terapia intensiva, la mayoría en condiciones de desnutrición, estos animales fueron puestos a disposición de TIVU A.C. a cargo de la médico veterinario Elsy Cabrera Baz, quien desde el 8 de septiembre junto con su equipo de colaboradores y voluntarios ha dado batalla por mantener la salud de estos pequeños.

En nuestro país, no existe ningún zoológico, centro de rescate o clínica veterinaria que cuente con la capacidad de recibir un decomiso tan grande, es por eso que las acciones emprendidas por el equipo de TIVU denotan un amor por las aves y un compromiso total por la conservación de las especies, por otra parte, hay que señalar la falta de apoyo económico para la manutención de estos animales por parte de autoridades federales, por lo que el esfuerzo de mantener vivos a estos pequeños se duplica por la falta del dinero y el tiempo que implica el trabajar por su supervivencia.

De manera irónica, de los 7 delincuentes implicados en el tráfico de estas especies, 3 de ellos quedaron libres tras haber pagado la ridícula cantidad de 2500 pesos después que una juez considerada que no era un delito grave; este hecho nos hace dudar de la debilidad que tienen las leyes para la protección de las especies en este país, la falta de recursos, la falta de penas y la falta de interés por parte de las autoridades. Penas como esta, son una burla para todos aquellos que dedican su tiempo y recursos para conservar a los animales y aquellos que ponen en riesgo su vida denunciando las redes de tráfico. 383 vidas inocentes que fueron privadas de su libertad y pareciera que ningún mando del gobierno está comprometido con hacer algo al respecto.

Situaciones como esta nos decepciona cada vez más del rol que juegan las autoridades, pero nos inspira en el poder de la sociedad civil, que cuando un grupo de personas se comprometen, pueden cambiar muchas vidas. Todos pueden sumarse a la conservación de estos loros sin tener que residir en Chiapas, TIVU cuenta con una campaña de apadrinamiento para estas especies, mientras que otras instituciones han ofrecido donar un porcentaje de sus ventas en la compra de productos alusivos a los loros. Toda la información se puede encontrar desde la página de Facebook de TIVU A.C.

Estas líneas no hacen justicia al gran trabajo que han hecho ni logran plasmar mi admiración hacia cada uno de los involucrados en este rescate, yo te invito estimado lector, a negarte a formar parte de la red de comercio ilícito. La estadística dice que por cada perico silvestre que es comercializado, 4 más mueren en proceso. Valoremos el trabajo que hacen los centros de rescate por preservar a estas especies y evitemos hacer del tráfico de especies, el negocio de la extinción

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