/ jueves 31 de diciembre de 2020

No se cambia el mundo con un smartphone | Hablando de bienestar animal

Creer que estamos satisfaciendo las necesidades básicas de los animales brindándoles solo alimento y espacio es una idea errónea con la que muchos de nosotros hemos crecido. El bienestar animal no es nuevo, sin embargo el conocer las implicaciones que conlleva este concepto ha acaparado atención con el pasar de los años. Tanto para animales como para los humanos, no hay una buena salud física sin una buena salud emocional.

Haciendo una remembranza, recuerdo haber crecido con una admiración enorme hacia los animales. Recuerdo la emoción de niño cuando los circos llegaban a la ciudad, lo impresionante que era ver desfilar las caravanas por la calle frente a mi casa, o las visitas al zoológico donde era atractivo ver dormidos a los animales; ahora con un panorama más amplio siento una pena terrible por todos los animales que siguen viviendo en esas condiciones. Camellos que tambaleaban de un lado a otro, los tigres dando vueltas en círculo en sus pequeñas jaulas o simios con heridas de mordiscos que ellos mismos se propiciaban. Zoocosis es el nombre de la patología asociada a estas conductas repetitivas y anormales a su comportamiento natural y que se ven propiciadas por el aburrimiento y estrés derivado de un confinamiento extremo, mismo que acaba por conducir daños mentales irreparables para los animales.

En condiciones naturales los animales viven constantemente estimulados por las variaciones del medio donde habitan: la búsqueda de alimento, la exploración de zonas de refugio, los procesos migratorios, y estar siempre al asecho de posibles presas o depredadores mantienen al animal en un estado de salud sano.

En el caso de los animales que están bajo cuidado humano, este tipo de procesos se ven limitados por el confinamiento, es por eso que debe de incorporarse un plan de enriquecimiento ambiental, mismo que consiste en una serie de técnicas que promueven que su ambiente mejore para su bienestar físico y mental, por una parte se mantendrán ocupados a los animales y por la otra mantendrán un buen estado de salud al mantenerse activos desarrollando sus habilidades.

Seguramente has visto este tipo de elementos en los zoológicos, es común ver troncos, hamacas, puentes o columpios para que los animales puedan trepar y descansar, algunas piñatas, pelotas o mordederas para destrozar e incluso la introducción de presas vivas para incentivar su instinto cazador; estos incentivos deben de ir de acuerdo a las conductas de la especie y acorde a la naturaleza de su hábitat, es por eso que alimentar y limpiar las jaulas de los animales no es la única tarea de los cuidadores de animales.

Sin embargo el enriquecimiento no es algo limitativo a los zoológicos, todos aquellos que tengan animales en casa, deberían probar con planes de enriquecimiento para mantener sanos a sus mascotas.

Utilicemos el desafortunado ejemplo de la pandemia para sensibilizarnos con aquellos que pasan sus días en encierro y preguntémonos ¿qué tipo de esfuerzo realiza un perro o un gato que todos los días recibe una cantidad de alimento y posee un refugio para pasar la noche? ¿Qué tan triste crees que sea la vida de un animal que vive encerrado en una casa o amarrado en el patio trasero?

Al igual que nosotros, nuestros animales también se aburren y el primer paso para reflejar daños en la salud física, es tener una falta de estímulos en nuestra salud emocional.

En internet se encuentran una infinidad de ideas y consejos para implementar actividades y juegos sencillos para los animales, para elaborar un plan de enriquecimiento puedes consultar a tu veterinario o a un rehabilitador experimentado; Iniciemos el año trabajando en dignificar la vida de los animales empezando con aquellos que tenemos en casa y haciendo presión para que esto pueda extenderse a todo aquel animal que esté bajo cuidado humano.

Mis mejores deseos para todos los lectores, y como siempre agradecido por permitirme ser voz de aquellos que no tienen una. Feliz año 2021.

¡Escríbeme!

Contacto:

guillermoruizrmz@hotmail.com

Facebook.com/GuillermoRuizR

Creer que estamos satisfaciendo las necesidades básicas de los animales brindándoles solo alimento y espacio es una idea errónea con la que muchos de nosotros hemos crecido. El bienestar animal no es nuevo, sin embargo el conocer las implicaciones que conlleva este concepto ha acaparado atención con el pasar de los años. Tanto para animales como para los humanos, no hay una buena salud física sin una buena salud emocional.

Haciendo una remembranza, recuerdo haber crecido con una admiración enorme hacia los animales. Recuerdo la emoción de niño cuando los circos llegaban a la ciudad, lo impresionante que era ver desfilar las caravanas por la calle frente a mi casa, o las visitas al zoológico donde era atractivo ver dormidos a los animales; ahora con un panorama más amplio siento una pena terrible por todos los animales que siguen viviendo en esas condiciones. Camellos que tambaleaban de un lado a otro, los tigres dando vueltas en círculo en sus pequeñas jaulas o simios con heridas de mordiscos que ellos mismos se propiciaban. Zoocosis es el nombre de la patología asociada a estas conductas repetitivas y anormales a su comportamiento natural y que se ven propiciadas por el aburrimiento y estrés derivado de un confinamiento extremo, mismo que acaba por conducir daños mentales irreparables para los animales.

En condiciones naturales los animales viven constantemente estimulados por las variaciones del medio donde habitan: la búsqueda de alimento, la exploración de zonas de refugio, los procesos migratorios, y estar siempre al asecho de posibles presas o depredadores mantienen al animal en un estado de salud sano.

En el caso de los animales que están bajo cuidado humano, este tipo de procesos se ven limitados por el confinamiento, es por eso que debe de incorporarse un plan de enriquecimiento ambiental, mismo que consiste en una serie de técnicas que promueven que su ambiente mejore para su bienestar físico y mental, por una parte se mantendrán ocupados a los animales y por la otra mantendrán un buen estado de salud al mantenerse activos desarrollando sus habilidades.

Seguramente has visto este tipo de elementos en los zoológicos, es común ver troncos, hamacas, puentes o columpios para que los animales puedan trepar y descansar, algunas piñatas, pelotas o mordederas para destrozar e incluso la introducción de presas vivas para incentivar su instinto cazador; estos incentivos deben de ir de acuerdo a las conductas de la especie y acorde a la naturaleza de su hábitat, es por eso que alimentar y limpiar las jaulas de los animales no es la única tarea de los cuidadores de animales.

Sin embargo el enriquecimiento no es algo limitativo a los zoológicos, todos aquellos que tengan animales en casa, deberían probar con planes de enriquecimiento para mantener sanos a sus mascotas.

Utilicemos el desafortunado ejemplo de la pandemia para sensibilizarnos con aquellos que pasan sus días en encierro y preguntémonos ¿qué tipo de esfuerzo realiza un perro o un gato que todos los días recibe una cantidad de alimento y posee un refugio para pasar la noche? ¿Qué tan triste crees que sea la vida de un animal que vive encerrado en una casa o amarrado en el patio trasero?

Al igual que nosotros, nuestros animales también se aburren y el primer paso para reflejar daños en la salud física, es tener una falta de estímulos en nuestra salud emocional.

En internet se encuentran una infinidad de ideas y consejos para implementar actividades y juegos sencillos para los animales, para elaborar un plan de enriquecimiento puedes consultar a tu veterinario o a un rehabilitador experimentado; Iniciemos el año trabajando en dignificar la vida de los animales empezando con aquellos que tenemos en casa y haciendo presión para que esto pueda extenderse a todo aquel animal que esté bajo cuidado humano.

Mis mejores deseos para todos los lectores, y como siempre agradecido por permitirme ser voz de aquellos que no tienen una. Feliz año 2021.

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