/ jueves 17 de diciembre de 2020

No se cambia el mundo con un smartphone | Un rayo de esperanza para Estados Unidos y para el resto del planeta

No es un secreto que para nuestro vecino el presidente Donald Trump, tomar a consideración el cuidado al medio ambiente no ha sido la mayor prioridad durante su mandato. El actual presidente no ha titubeado en encarar a la comunidad científica y a los líderes ambientales para negar los efectos del cambio climático y declararse incrédulo de los efectos del mismo.

El presidente ha preferido destinar los recursos de un país en construir muros que no solo logran dividir, sino también cuestan vidas. Sobre la construcción del muro, una de las más grandes amenazas que representa es respecto a la vida silvestre que habita en el lugar; la introducción de esta barrera ha provocado ya la remoción de cientos de especies de cactáceas nativas de la zona desértica de la frontera de ambos países; y es justo por las condiciones extremas del clima que muchos animales en peligro de extinción podrían morir al borde del muro viéndose limitados en la búsqueda de agua y alimento.

Otra de los retos que enfrenta la fauna silvestre con la construcción de este muro es la presencia de reflectores, cuya iluminación significará una alteración para las actividades nocturnas de aves, mamíferos, insectos y murciélagos importantes para el funcionamiento del ecosistema. La violación de construir barreras en áreas destinadas a la conservación no ha sido un cargo de conciencia para Trump; a unos cuantos días de terminar su período como presidente, ha presionado a los encargados de la obra para cumplir con su meta de terminar 724 kilómetros de muro antes de terminar el 2020, y aunque el próximo mandatario electo Joe Biden ha declarado su intención de detener la construcción del muro en sus primeros días de posesión del cargo, puede ser que la burocracia en la cancelación de contratos postergue un poco más la construcción de esta tragedia para la vida silvestre. La construcción de este muro no ha sido la única decisión con la que Trump ha demostrado su falta de consciencia respecto al impacto ambiental, en 2017 el mandatario norteamericano anunció la salida de Estados Unidos del “Acuerdo de París”, siendo este, el acuerdo más importante a nivel internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a razón de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C sobre los niveles preindustriales para el año 2030.

Con su salida, el presidente marcó historia al ser el primer y único país en abandonar dicho acuerdo; medida que representa una grave sacudida para nuestro planeta al ser Estados Unidos el responsable del 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, considerado el segundo país (por debajo de China) en la generación de estos contaminantes. Por su parte Joe Biden también se ha declarado preocupado con la decisión y ha prometido reingresar al acuerdo tan pronto tome posesión del cargo.

Sin duda la llegada del nuevo presidente para el país colindante genera una expectativa de un cambio radical respecto a su predecesor; durante su período de campaña Biden expuso una amplia agenda ambiental, misma que apuesta por generar empleos a consecuencia de intensificar el uso de energías limpias y la implementación de regulaciones para una construcción sostenible, al igual que su plan de invertir dos billones de dólares para enfrentar al cambio climático. De cumplirse las propuestas de campaña, la esperanza para un futuro mejor no solo llegaría para los Estados Unidos, sino para nuestro planeta entero.

¡Escríbeme!

Contacto: guillermoruizrmz@hotmail.com

Facebook.com/GuillermoRuizR

No es un secreto que para nuestro vecino el presidente Donald Trump, tomar a consideración el cuidado al medio ambiente no ha sido la mayor prioridad durante su mandato. El actual presidente no ha titubeado en encarar a la comunidad científica y a los líderes ambientales para negar los efectos del cambio climático y declararse incrédulo de los efectos del mismo.

El presidente ha preferido destinar los recursos de un país en construir muros que no solo logran dividir, sino también cuestan vidas. Sobre la construcción del muro, una de las más grandes amenazas que representa es respecto a la vida silvestre que habita en el lugar; la introducción de esta barrera ha provocado ya la remoción de cientos de especies de cactáceas nativas de la zona desértica de la frontera de ambos países; y es justo por las condiciones extremas del clima que muchos animales en peligro de extinción podrían morir al borde del muro viéndose limitados en la búsqueda de agua y alimento.

Otra de los retos que enfrenta la fauna silvestre con la construcción de este muro es la presencia de reflectores, cuya iluminación significará una alteración para las actividades nocturnas de aves, mamíferos, insectos y murciélagos importantes para el funcionamiento del ecosistema. La violación de construir barreras en áreas destinadas a la conservación no ha sido un cargo de conciencia para Trump; a unos cuantos días de terminar su período como presidente, ha presionado a los encargados de la obra para cumplir con su meta de terminar 724 kilómetros de muro antes de terminar el 2020, y aunque el próximo mandatario electo Joe Biden ha declarado su intención de detener la construcción del muro en sus primeros días de posesión del cargo, puede ser que la burocracia en la cancelación de contratos postergue un poco más la construcción de esta tragedia para la vida silvestre. La construcción de este muro no ha sido la única decisión con la que Trump ha demostrado su falta de consciencia respecto al impacto ambiental, en 2017 el mandatario norteamericano anunció la salida de Estados Unidos del “Acuerdo de París”, siendo este, el acuerdo más importante a nivel internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a razón de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C sobre los niveles preindustriales para el año 2030.

Con su salida, el presidente marcó historia al ser el primer y único país en abandonar dicho acuerdo; medida que representa una grave sacudida para nuestro planeta al ser Estados Unidos el responsable del 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, considerado el segundo país (por debajo de China) en la generación de estos contaminantes. Por su parte Joe Biden también se ha declarado preocupado con la decisión y ha prometido reingresar al acuerdo tan pronto tome posesión del cargo.

Sin duda la llegada del nuevo presidente para el país colindante genera una expectativa de un cambio radical respecto a su predecesor; durante su período de campaña Biden expuso una amplia agenda ambiental, misma que apuesta por generar empleos a consecuencia de intensificar el uso de energías limpias y la implementación de regulaciones para una construcción sostenible, al igual que su plan de invertir dos billones de dólares para enfrentar al cambio climático. De cumplirse las propuestas de campaña, la esperanza para un futuro mejor no solo llegaría para los Estados Unidos, sino para nuestro planeta entero.

¡Escríbeme!

Contacto: guillermoruizrmz@hotmail.com

Facebook.com/GuillermoRuizR