/ viernes 16 de febrero de 2018

No son los partidos

Buena charla con Adrián Oseguera Kernion, aspirante a la alcaldía de Ciudad Madero.

Comprometido con las mejores causa sociales de la vecina ciudad, tiene muy claro el momento y la circunstancia que está viviendo en torno a un proyecto del abanderado de Morena, Andrés Manuel López Obrador, tendiente a una total regeneración política, social y económica de México y donde él, Adrián Oseguera, piensa construir el cambio para un mejor futuro de las familias maderenses.

Ciudad Madero registra en su historia toda una era de rapacismo político, cuyos orígenes radican en su poderosa fuerza sindical petrolera, de donde surgieron alcaldes, líderes, empresarios y constructores que se hicieron ricos al amparo de un cacicazgo tolerado por el Centro.
Por la Presidencia Municipal de Ciudad Madero han pasado alcaldes que dejaron un marcado rastro de corrupción, escribiendo una escandalosa historia de pillerías que hoy tiene sumida a la ciudad en el más doloroso de los atrasos, ofendiendo la dignidad de la gente trabajadora que hoy está harta de los partidos políticos que los prohijaron

En Ciudad Madero se palpa un ambiente de indignación contra el sistema que toleró a los malos gobernantes, algunos de éllos que sin rubor alguno aún buscan regresar a medrar en el erario público y se intuye desde ya que en las muy cercanas elecciones la gente se cobrará las ofensas políticas de que fue objeto.

Y como un reflejo claro de lo que se comenta, también en Altamira la gente está dando muestras inequívocas de su rechazo al partido que desde siempre lo ha gobernado, al depositar su preferencia en Alma Laura Amparán Cruz, alcaldesa actual, a quien seguramente le brindarán el refrendo de su confianza para seguir al frente de la Presidencia Municipal por otros tres años.

La señora Alma Laura gobierna bajo las siglas del PAN, pero sin duda alguna que es su desempeño como gente de trabajo y de respeto a la comunidad lo que le ha valido la aprobación a su mandato, de tal manera que la gente la acompañará en su proyecto por el progreso de Altamira. La duda es Tampico, donde aún la gente no se decide por dónde andará el camino de la democracia, ante el hecho de que la maestra Magdalena Peraza Guerra no ha manifestado si buscará la reelección o terminará su carrera política el día último de septiembre de este año.

El asunto está en que si Magda no se postula para la reelección, Jesús “Chucho” Nader tendrá la vía totalmente despejada para arribar a la casona de la calle Colón y comenzar a escribir una nueva historia en el puerto, nunca gobernado por un representante de la honorable colonia libanesa.

“Chucho” viene bien arropado y aun con un buen contrincante al frente tiene grandes posibilidades del triunfo si el hombre que manda en el Estado le sigue dando, como hasta hora, su bendición todopoderosa.

Por lo pronto, los mariachis han callado y así, calladitos, pisando sinhacer ruido, llegarán al 1 de abril para arrancar oficialmente con todo hacia la meta anhelada.
P.D.- No son ya los partidos, son las personas.


Buena charla con Adrián Oseguera Kernion, aspirante a la alcaldía de Ciudad Madero.

Comprometido con las mejores causa sociales de la vecina ciudad, tiene muy claro el momento y la circunstancia que está viviendo en torno a un proyecto del abanderado de Morena, Andrés Manuel López Obrador, tendiente a una total regeneración política, social y económica de México y donde él, Adrián Oseguera, piensa construir el cambio para un mejor futuro de las familias maderenses.

Ciudad Madero registra en su historia toda una era de rapacismo político, cuyos orígenes radican en su poderosa fuerza sindical petrolera, de donde surgieron alcaldes, líderes, empresarios y constructores que se hicieron ricos al amparo de un cacicazgo tolerado por el Centro.
Por la Presidencia Municipal de Ciudad Madero han pasado alcaldes que dejaron un marcado rastro de corrupción, escribiendo una escandalosa historia de pillerías que hoy tiene sumida a la ciudad en el más doloroso de los atrasos, ofendiendo la dignidad de la gente trabajadora que hoy está harta de los partidos políticos que los prohijaron

En Ciudad Madero se palpa un ambiente de indignación contra el sistema que toleró a los malos gobernantes, algunos de éllos que sin rubor alguno aún buscan regresar a medrar en el erario público y se intuye desde ya que en las muy cercanas elecciones la gente se cobrará las ofensas políticas de que fue objeto.

Y como un reflejo claro de lo que se comenta, también en Altamira la gente está dando muestras inequívocas de su rechazo al partido que desde siempre lo ha gobernado, al depositar su preferencia en Alma Laura Amparán Cruz, alcaldesa actual, a quien seguramente le brindarán el refrendo de su confianza para seguir al frente de la Presidencia Municipal por otros tres años.

La señora Alma Laura gobierna bajo las siglas del PAN, pero sin duda alguna que es su desempeño como gente de trabajo y de respeto a la comunidad lo que le ha valido la aprobación a su mandato, de tal manera que la gente la acompañará en su proyecto por el progreso de Altamira. La duda es Tampico, donde aún la gente no se decide por dónde andará el camino de la democracia, ante el hecho de que la maestra Magdalena Peraza Guerra no ha manifestado si buscará la reelección o terminará su carrera política el día último de septiembre de este año.

El asunto está en que si Magda no se postula para la reelección, Jesús “Chucho” Nader tendrá la vía totalmente despejada para arribar a la casona de la calle Colón y comenzar a escribir una nueva historia en el puerto, nunca gobernado por un representante de la honorable colonia libanesa.

“Chucho” viene bien arropado y aun con un buen contrincante al frente tiene grandes posibilidades del triunfo si el hombre que manda en el Estado le sigue dando, como hasta hora, su bendición todopoderosa.

Por lo pronto, los mariachis han callado y así, calladitos, pisando sinhacer ruido, llegarán al 1 de abril para arrancar oficialmente con todo hacia la meta anhelada.
P.D.- No son ya los partidos, son las personas.