/ sábado 11 de enero de 2020

Nos estamos calentando

Según los expertos en la materia, el calentamiento global está teniendo graves consecuencias para nuestro hábitat...

Incendios, en enormes territorios; Australia, Brasil, Canadá y Estados Unidos, así como el aumento del nivel de los mares por los deshielos.

Ante esta posible catástrofe que se avecina, las organizaciones mundiales protectoras del medio ambiente “recomiendan tomar medidas en cuanto a la contaminación por combustión y por la indebida disposición de desechos sólidos”. Pues bien, uno de estos días que amanecemos de malas, fui comisionado por el alto mando para la compra de tocino, chorizo, salchichas, carne, tortillas, etc., para lo cual fui al más cercano centro comercial, al llegar a pagar a la caja, me salieron con que “no hay bolsas de plástico”, especificó el adulto mayor encargado de embolsar los productos comprados y ¿por qué? le pregunté, ¿las van a vender o qué?, ¡no! me dijo en voz baja, y muy alarmado, ¡es por la contaminación!. Asombrado ante este hecho no pude menos de soltar un ¡ahh cabrón!!.

Pues ahora resulta, que dejar sin bolsas a las amas de casa, es la manera en que se combate la contaminación.

Este incidente me recuerda aquellos tiempos, en que las señoras iban al mercado en su coche con chofer y para cargar los productos que compraban usaban una bolsa de ixtle. (Artesanía mexicana en color natural o en hermosos colores), al llegar al mercado (Madero, Hidalgo o Juárez) contrataba un esclavo (chamaco), que se encargaba de cargar la bolsa. Los marchantes de cada puesto envolvían el producto tomate, rábano, cebollas, chiles, frijoles, arroz, azúcar, sal, en cucuruchos de papel periódico que se guardaban en la bolsa.

Volvemos al pasado, poniendo nuestro grano de arena para evitar la contaminación.

¡¡Atención!!, en lugar de bolsas de plástico, “cucuruchos de papel periódico, en bolsas de ixtle, salvarán nuestro planeta”.

Según los expertos en la materia, el calentamiento global está teniendo graves consecuencias para nuestro hábitat...

Incendios, en enormes territorios; Australia, Brasil, Canadá y Estados Unidos, así como el aumento del nivel de los mares por los deshielos.

Ante esta posible catástrofe que se avecina, las organizaciones mundiales protectoras del medio ambiente “recomiendan tomar medidas en cuanto a la contaminación por combustión y por la indebida disposición de desechos sólidos”. Pues bien, uno de estos días que amanecemos de malas, fui comisionado por el alto mando para la compra de tocino, chorizo, salchichas, carne, tortillas, etc., para lo cual fui al más cercano centro comercial, al llegar a pagar a la caja, me salieron con que “no hay bolsas de plástico”, especificó el adulto mayor encargado de embolsar los productos comprados y ¿por qué? le pregunté, ¿las van a vender o qué?, ¡no! me dijo en voz baja, y muy alarmado, ¡es por la contaminación!. Asombrado ante este hecho no pude menos de soltar un ¡ahh cabrón!!.

Pues ahora resulta, que dejar sin bolsas a las amas de casa, es la manera en que se combate la contaminación.

Este incidente me recuerda aquellos tiempos, en que las señoras iban al mercado en su coche con chofer y para cargar los productos que compraban usaban una bolsa de ixtle. (Artesanía mexicana en color natural o en hermosos colores), al llegar al mercado (Madero, Hidalgo o Juárez) contrataba un esclavo (chamaco), que se encargaba de cargar la bolsa. Los marchantes de cada puesto envolvían el producto tomate, rábano, cebollas, chiles, frijoles, arroz, azúcar, sal, en cucuruchos de papel periódico que se guardaban en la bolsa.

Volvemos al pasado, poniendo nuestro grano de arena para evitar la contaminación.

¡¡Atención!!, en lugar de bolsas de plástico, “cucuruchos de papel periódico, en bolsas de ixtle, salvarán nuestro planeta”.