Qué suerte he tenido de nacer... Como bien lo dijera Alberto Cortez -que Dios tenga a su lado-, no tengo más que dar gracias por tantas bendiciones, traducidas en extraordinarios amigos, los que como siempre, aparecen cuando más se les necesita. Y cuando mis dedos se movían en el aire, semejante a los del gran pianista polaco, Wladyslaw Szpilman, que inspiró la película dirigida por su paisano Roman Polanski, titulada “El Pianista”, en la que aburrido de su encierro que lo separaba de su piano, con sus dedos dibujaba notas en un invisible teclado, que en concordancia con su mente llegaban a sus oídos en forma de hermosas melodías. Igual en mí, que en catorce años jamás había faltado un solo día a mi diario comunicar con ustedes, mis 25 fieles lectores.
Y. al decirles que suerte he tenido de nacer, estoy haciendo a un lado todo lo superficial y, así, de un filósofo me paso a otro, Albert Camus que nos dice que la vida es un absurdo al que no hay que intentar entender y, que solo nos sirve para vivirla, acentuando que hay que hacerlo intensamente, tal como lo dice nuestro Cielito lindo. Para que hablar de tristezas cuando les puedo hablar de Alfredo Di Stéfano, Edson Arantes do Nacimento “Pelé”, Lew Yashin, Ferenc Puskás, Diego Armando Maradona, Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y tantos y tantos otros que tuve el gusto de ver jugar cómo no te voy a querer hermosa vida absurda y caprichosa.
Se dice que la vejez no deber ser tan mala, cuando se le cuida para que no se nos acabe. Concluyo que lo único que me pasa en este momento es que ya tengo ochenta años. Antes de que me hospitalizara, un bien intencionado asesor en seguros de gastos médicos, me recomendó comprarle una póliza que cubría infinidad de riesgos... ¡Ah!... igual que llegar a Linares para venderles glorias y marquetas con nuez, aquel hombre ignoraba que durante un buen tiempo también me dediqué al apostolado que significa ser asesor de seguros, ¿Imaginan el costo de una póliza de gastos médicos para un anciano de ochenta años?
Pero en fin, hablemos de futbol, que es sinónimo de vida, y si no, ahi tenemos de ejemplo el juego de Tigres vs. Monterrey, en donde los Rayados dieron un excelente primer tiempo, para ser igualados y superados en el segundo tiempo, por sus bien amados Tigres, con quienes comparten a la mejor afición que existe en México. Aquello acabó calientito.
Y si, una vez más se prueba que los clásicos se juegan distinto, Los Tigres, según ellos mismos, son actualmente la peor versión que de ellos se ha visto y, ahora, inspirados por el amado uniforme rayado, fueron capaces de zapatear la más movida polca norteña al estilo del grupo “Pesado” de ahí del meritito San Nicolás, que a punto estuvieron de dejar el terreno de juego sin pasto.
Quesque se va el Tuca y pienso que deberían dejarlo ir, pues aunque tiene 67 años, representa los mismos números pero al revés (76) y es que ser director técnico es uno de los oficios con más exigencia, así que es un muy buen momento para decir adiós, así como lo hicieron Toño Carbajal con 12 años dirigiendo al Morelia, o Sir Alex Ferguson con 20 años al frente del poderoso equipo inglés Manchester United.
El otro clásico, el de Guadalajara, también se llevó a cabo e igual al Tigres vs. Monterrey, cumplió con las expectativas, mostrándose los equipos igual que lo hicieron los de la hermosa Sultana del Norte y miren ustedes, siempre aparecen en mi recuerdo cosas muy dignas de ser contadas. Allá por los años 50, en mi Xicoténcatl querido, en la colonia del Ingenio, mi familia de tres, éramos vecinos de la familia Mariscal Ortega, padres de mi queridísima hermanita Alicia Mariscal de Yapur, mi padre José Nava y don Salvador Mariscal “El Mariachi” solían por las noches rascar sus guitarras, sacándole a sus cuerdas hermosas tonadas que hacían muy agradable el momento. Don Salvador era un chiva de hueso colorado, mientras que doña Margarita, su esposa, elevaba su nombre al cuadrado, pues era fiel seguidora de los “Margaritas” del Atlas, como eran conocidos. No cabe duda, el amor hace cosas increíbles de creer.
Los seguidores del Cruz Azul, que igual a los del Atlas, no han menguado su fe e idolatría por sus equipos, a pesar del larguísimo ayuno de campeonatos, ven ahora con toda seguridad la gran oportunidad de romper el larguísimo tiempo de no lograr coronarse, a pesar de ser el equipo que más finales ha disputado, ahora, con un equipo tan poderoso como el que les dejó Siboldi, que pasaron de la dulzura de las mieles del triunfo, al amargor del acíbar de la derrota, en aquella increíble remontada de los Pumas, que les arrebataron un campeonato que ya sentían en las vitrinas de la casa cementera. Hoy, los seguidores de la máquina lucen tan seguros de que este será el año en que finalmente se romperá el maleficio.
Pero finalmente, quien es el más complacido por todo esto, pues el Tata Martino, Luis Romo, Orbelín Pineda (ya con un pie en Europa), Roberto Alvarado, Julio César Domínguez, Sebastián Jurado. más todos los que han aparecido en los demás equipos, nos habla de que ni la pandemia nos ha logrado detener. Si, señores. ay, aay, ay, ay, canta y no llores, porque cantando se alegran cielito lindo los corazones. Muchas gracias a todos mis amigos por preocuparse por mi salud, recuerden que lo único que me aqueja es la edad que voy cargando, les prometo agrandarla para que no se acabe.
Hasta pronto amigo.
