/ miércoles 15 de septiembre de 2021

Ocurrencias del futbol | De la Copa Oro y otras calamidades de 1993 a 2002

La Copa Oro ha venido a servir al público mexicano, como un termómetro para medir el real nivel de nuestra selección y, créanme, ni siquiera ganar el nuevo octagonal de la Concacaf que sirve a los países de la región, para calificarse para asistir al Campeonato Mundial de Futbol, logra que la fanaticada se olvide de las dos últimas derrotas sufridas en Copa Oro, ante Estados Unidos.

A lo largo de su historia, la Copa Oro ha significado un reto complejo para el TRI. No solo por ganar el trofeo sino por los frecuentes duelos con Estados Unidos. En 1991, al cumplir la suspensión de dos años por el penoso, problema aquel de los cachirules, que dejó fuera a nuestra selección de los Juegos Olímpicos de 1988 y del Mundial de 1990, México volvió a un torneo oficial en la primera edición de la Copa Oro que se celebró con 8 participantes.

MANUEL LAPUENTE

Considerado el gigante de Concacaf, México fue eliminado en semifinales al perder 2-0 ante Estados Unidos, que en ese tiempo contaba con una incipiente Liga cuya selección era dirigida por Bora Milutinovic. El TRI a su vez, era dirigido por Manolo Lapuente, quien tras ser eliminados renunció, así en el juego por el tercer lugar el México que venció a Costa Rica, fue dirigido por Luis Fernando Tena. El único logro fue el liderato de goleo individual ganado por Benjamín Galindo con cuatro goles.

LE TOCÓ A MEJÍA BARÓN

Justo seis días después de haber jugado la final de la Copa América, el Tri se presentó a la inauguración de la Copa Oro. Dos meses antes como el TRI se resentía del trajín de la eliminatoria mundialista, el técnico en turno, esta vez, Miguel Mejia Barón, preguntó a sus jugadores, quién se sentía en buen estado físico para afrontar las dos Copas.

Por eso llevó a la Copa Oro a nueve sub-campeones de América y completó el grupo con jugadores a los que deseaba ver en acción para dar forma al equipo que llevaría al Mundial de Estados Unidos 1994. México fue finalista y tomó venganza de Estados Unidos a los que venció 4-0 en el estadio Azteca.

BORA MILUTINOVIC, A ESCENA

En 1996, jugándose la tercera edición de la Copa Oro, como es costumbre de la Federacion Mexicana, no se dio seguimiento a los procesos, presentándose con un tercer director técnico distinto, que no fue otro que el primero con el que habían iniciado, Bora Velibor Milutinovic.

Y aun así, México se alzó bicampeón, al vencer a un Brasil Sub-23 que lo mejor con que contaba eran Ze Roberto y Paulo Conciencao. Bora había escogido para este torneo, a un grupo que se conocía desde 1993, como Ramón Ramírez, Joaquín del Olmo y Luis García. Pero además llamó a varios que participarían después en los Juegos Olímpicos de Atlanta, como eran Duilio Davino, Cuauhtémoc Blanco, Raúl Rodrígo Lara, que resultó ser el mejor jugador del torneo.

GUSTAVO VARGAS, EL ELEGIDO

Para el 2000, por primera vez se contó con 12 equipos y se disputó la ronda de cuartos de final en la que México perdió ante Canadá 1-2, resultado escandaloso ya que el equipo canadiense estaba integrado por jugadores semiprofesionales. A Manuel Lapuente, que dirigía su tercera Copa Oro, le llovieron las críticas por la eliminación del TRI Sub-23 en el Preolímpico de Hershey en abril, aún cuando ese torneo fue dirigido por Gustavo Vargas.

TURNO DE JAVIER AGUIRRE

Luego de haber salvado al TRI, en la eliminatoria para el Campeonato Mundial de Corea Japón, Javier Aguirre dejó al equipo que logró la calificación y llevó a la Copa Oro a una plantilla que sería observada para llevar al Mundial. Pero en la Copa, la Selección Mexicana fue nuevamente eliminada en cuartos de final por Corea del Sur 2-4 en tanda de penales y, de los 18 jugadores probados, solo uno fue a la Copa del Mundo, Francisco Gabriel de Anda.

LA GRAN POLÉMICA

La polémica más grande se dio en torno a José Antonio Noriega, que encontrándose en gran momento, no fue convocado, semejante al caso de Guillermo Ochoa, quien siendo el mejor portero en 2010, fue dejado para dar cabida al gran amigo de Aguirre, el Conejo Pérez.

Hasta aquí, la triste historia del “Gigante” de Concacaf en la Copa Oro, nada novedoso como pueden ver, me he remitido a más o menos 19 años atrás, dudando que sea de interés para ustedes retomar la historia hasta llegar a la actualidad.

Hasta pronto amigo.

La Copa Oro ha venido a servir al público mexicano, como un termómetro para medir el real nivel de nuestra selección y, créanme, ni siquiera ganar el nuevo octagonal de la Concacaf que sirve a los países de la región, para calificarse para asistir al Campeonato Mundial de Futbol, logra que la fanaticada se olvide de las dos últimas derrotas sufridas en Copa Oro, ante Estados Unidos.

A lo largo de su historia, la Copa Oro ha significado un reto complejo para el TRI. No solo por ganar el trofeo sino por los frecuentes duelos con Estados Unidos. En 1991, al cumplir la suspensión de dos años por el penoso, problema aquel de los cachirules, que dejó fuera a nuestra selección de los Juegos Olímpicos de 1988 y del Mundial de 1990, México volvió a un torneo oficial en la primera edición de la Copa Oro que se celebró con 8 participantes.

MANUEL LAPUENTE

Considerado el gigante de Concacaf, México fue eliminado en semifinales al perder 2-0 ante Estados Unidos, que en ese tiempo contaba con una incipiente Liga cuya selección era dirigida por Bora Milutinovic. El TRI a su vez, era dirigido por Manolo Lapuente, quien tras ser eliminados renunció, así en el juego por el tercer lugar el México que venció a Costa Rica, fue dirigido por Luis Fernando Tena. El único logro fue el liderato de goleo individual ganado por Benjamín Galindo con cuatro goles.

LE TOCÓ A MEJÍA BARÓN

Justo seis días después de haber jugado la final de la Copa América, el Tri se presentó a la inauguración de la Copa Oro. Dos meses antes como el TRI se resentía del trajín de la eliminatoria mundialista, el técnico en turno, esta vez, Miguel Mejia Barón, preguntó a sus jugadores, quién se sentía en buen estado físico para afrontar las dos Copas.

Por eso llevó a la Copa Oro a nueve sub-campeones de América y completó el grupo con jugadores a los que deseaba ver en acción para dar forma al equipo que llevaría al Mundial de Estados Unidos 1994. México fue finalista y tomó venganza de Estados Unidos a los que venció 4-0 en el estadio Azteca.

BORA MILUTINOVIC, A ESCENA

En 1996, jugándose la tercera edición de la Copa Oro, como es costumbre de la Federacion Mexicana, no se dio seguimiento a los procesos, presentándose con un tercer director técnico distinto, que no fue otro que el primero con el que habían iniciado, Bora Velibor Milutinovic.

Y aun así, México se alzó bicampeón, al vencer a un Brasil Sub-23 que lo mejor con que contaba eran Ze Roberto y Paulo Conciencao. Bora había escogido para este torneo, a un grupo que se conocía desde 1993, como Ramón Ramírez, Joaquín del Olmo y Luis García. Pero además llamó a varios que participarían después en los Juegos Olímpicos de Atlanta, como eran Duilio Davino, Cuauhtémoc Blanco, Raúl Rodrígo Lara, que resultó ser el mejor jugador del torneo.

GUSTAVO VARGAS, EL ELEGIDO

Para el 2000, por primera vez se contó con 12 equipos y se disputó la ronda de cuartos de final en la que México perdió ante Canadá 1-2, resultado escandaloso ya que el equipo canadiense estaba integrado por jugadores semiprofesionales. A Manuel Lapuente, que dirigía su tercera Copa Oro, le llovieron las críticas por la eliminación del TRI Sub-23 en el Preolímpico de Hershey en abril, aún cuando ese torneo fue dirigido por Gustavo Vargas.

TURNO DE JAVIER AGUIRRE

Luego de haber salvado al TRI, en la eliminatoria para el Campeonato Mundial de Corea Japón, Javier Aguirre dejó al equipo que logró la calificación y llevó a la Copa Oro a una plantilla que sería observada para llevar al Mundial. Pero en la Copa, la Selección Mexicana fue nuevamente eliminada en cuartos de final por Corea del Sur 2-4 en tanda de penales y, de los 18 jugadores probados, solo uno fue a la Copa del Mundo, Francisco Gabriel de Anda.

LA GRAN POLÉMICA

La polémica más grande se dio en torno a José Antonio Noriega, que encontrándose en gran momento, no fue convocado, semejante al caso de Guillermo Ochoa, quien siendo el mejor portero en 2010, fue dejado para dar cabida al gran amigo de Aguirre, el Conejo Pérez.

Hasta aquí, la triste historia del “Gigante” de Concacaf en la Copa Oro, nada novedoso como pueden ver, me he remitido a más o menos 19 años atrás, dudando que sea de interés para ustedes retomar la historia hasta llegar a la actualidad.

Hasta pronto amigo.