/ viernes 10 de septiembre de 2021

Ocurrencias del futbol | Desde la butaca que fácil es el futbol

Desde la comodidad del sillón y el confort en que se convierten los cuatro cojines estratégicamente colocados para que hagan menos enojosos los críticos momentos por los que pasa nuestro Tri, en busca del camino que los lleve a Qatar. Sí, desde esa mi cómoda palestra les grito lo que deben hacer, pensando que como hay muy poco público me podrían escuchar, pero no.

El primer problema a resolver es que no tenemos un suplente para Edson Álvarez, hueco que se trata de cubrir con Luis Romo, que no reúne las características para cumplir con la función del “Machín”, pues el Cruz Azul juega distinto que la selección. Siendo más lento Romo que Álvarez, para no arriesgar su tarea defensiva, se queda retrasado cerca de los centrales, dejando sin apoyo corto a sus atacantes.

El caso es que en la liga mexicana no hay otro jugador con las características del “Machín”, pues el único que se le parece es Jesús Molina, a quien el tiempo ya le cobró piso, dejando en el pasado aquellas virtudes que lo hicieron campeón con todos los equipos donde jugó; no en balde en "Tigres" lo conocieron como el “linebacker”

Y como dijo la Chimoltrufia, yo como digo una cosa, digo otra. Sí tenemos jóvenes con el perfil técnico de un medio de contención, como Aguirre, ahora Rayado de Monterrey, o Jesús Angulo, del Atlas, a quienes sus entrenadores, por su estatura, los usan como defensas laterales, como si el francés Kanté necesitara de estatura para recuperar balones. Pero acá la estatura de Edson, como la de Molina, les es de mucha utilidad en el juego aéreo, ambos se destacan por su efectividad a la defensiva y por su permanente producción de goles en remates con la cabeza, sobre todo Álvarez, que juega en tierra de gigantes.

Y esto es algo de lo que los narradores se viven lamentando, el juego por alto en el que ven a nuestros rivales como a gigantes y a los nuestros como enanos. Veamos si tienen razón: Ochoa, 1.85 m Talavera, 1.90; César Montes, 1.93; Edson Álvarez, 1.90; Raúl Jiménez 1.90, pero recuerden que Juan Carlos Osorio apostaba mucho por los defensas de buen juego aéreo y tenía como aceptables en la materia, a Gallardo, Araujo, Moreno, Molina entre otros.

El que nuestra defensa sea susceptible a la táctica fija, es más cuestión de indisciplina táctica que de estatura. Es increíble la cantidad de goles anotados por Hugo Sánchez en remates con la cabeza, y Kevin Keeganm, apodado el “superratón”, fue campeón goleador en la Premier League tres años consecutivos, en donde era el mejor rematador con la cabeza, siendo un jugador de bolsillo. ¡No! Aquí en Concacaf la estatura es poca razón para justificar la fragilidad de nuestros futbolistas en el juego aéreo.

No cabe duda que Concacaf es tierra de porteros y para mí tengo que Ochoa y Navas son los mejores del mundo. ¿Vieron al portero de Panamá? Hizo al menos cinco atajadas de gol, incluso estuvo a punto de tocar el balazo con el que lo venció el "Tecatito" y tanto Funes Mori como Henry Martín, que son buenos cabeceadores, se quedaron con ganas de rematar al menos uno de los buenos centros, ya que todos se los ganó este buen arquero.

Y volvemos a nuestra cotidianidad con un buen programa de juegos que con menos padecimientos, nos sirven para atenuar el sufrimiento que nos provoca el riesgo de perdernos el Mundial Qatar 2022, porque nosotros así lo queremos, nos duele menos que pierdan América, Monterrey, Cruz Azul o Guadalajara, que el dolor que nos causa perdernos un Mundial. ¿Cómo imaginan ustedes la vida si llegáramos a ser campeones del mundo? Tranquilos, tranquilos, es una pregunta nada más.

Qué distinto para los que aún tienen fuerza para matar su gusanito del futbol, en el intento se mueren las penas, se acaba la angustia y la violencia se desaparece, es increíble ver cómo un simple juego sacude nuestro espíritu de toda esa inmundicia que nos cubre, como lo es el sufrir esté obligado confinamiento que se eterniza, por ahí algunos ya disfrutan del privilegio de jugar, de volver a ser niños.

Hasta pronto amigo.

Desde la comodidad del sillón y el confort en que se convierten los cuatro cojines estratégicamente colocados para que hagan menos enojosos los críticos momentos por los que pasa nuestro Tri, en busca del camino que los lleve a Qatar. Sí, desde esa mi cómoda palestra les grito lo que deben hacer, pensando que como hay muy poco público me podrían escuchar, pero no.

El primer problema a resolver es que no tenemos un suplente para Edson Álvarez, hueco que se trata de cubrir con Luis Romo, que no reúne las características para cumplir con la función del “Machín”, pues el Cruz Azul juega distinto que la selección. Siendo más lento Romo que Álvarez, para no arriesgar su tarea defensiva, se queda retrasado cerca de los centrales, dejando sin apoyo corto a sus atacantes.

El caso es que en la liga mexicana no hay otro jugador con las características del “Machín”, pues el único que se le parece es Jesús Molina, a quien el tiempo ya le cobró piso, dejando en el pasado aquellas virtudes que lo hicieron campeón con todos los equipos donde jugó; no en balde en "Tigres" lo conocieron como el “linebacker”

Y como dijo la Chimoltrufia, yo como digo una cosa, digo otra. Sí tenemos jóvenes con el perfil técnico de un medio de contención, como Aguirre, ahora Rayado de Monterrey, o Jesús Angulo, del Atlas, a quienes sus entrenadores, por su estatura, los usan como defensas laterales, como si el francés Kanté necesitara de estatura para recuperar balones. Pero acá la estatura de Edson, como la de Molina, les es de mucha utilidad en el juego aéreo, ambos se destacan por su efectividad a la defensiva y por su permanente producción de goles en remates con la cabeza, sobre todo Álvarez, que juega en tierra de gigantes.

Y esto es algo de lo que los narradores se viven lamentando, el juego por alto en el que ven a nuestros rivales como a gigantes y a los nuestros como enanos. Veamos si tienen razón: Ochoa, 1.85 m Talavera, 1.90; César Montes, 1.93; Edson Álvarez, 1.90; Raúl Jiménez 1.90, pero recuerden que Juan Carlos Osorio apostaba mucho por los defensas de buen juego aéreo y tenía como aceptables en la materia, a Gallardo, Araujo, Moreno, Molina entre otros.

El que nuestra defensa sea susceptible a la táctica fija, es más cuestión de indisciplina táctica que de estatura. Es increíble la cantidad de goles anotados por Hugo Sánchez en remates con la cabeza, y Kevin Keeganm, apodado el “superratón”, fue campeón goleador en la Premier League tres años consecutivos, en donde era el mejor rematador con la cabeza, siendo un jugador de bolsillo. ¡No! Aquí en Concacaf la estatura es poca razón para justificar la fragilidad de nuestros futbolistas en el juego aéreo.

No cabe duda que Concacaf es tierra de porteros y para mí tengo que Ochoa y Navas son los mejores del mundo. ¿Vieron al portero de Panamá? Hizo al menos cinco atajadas de gol, incluso estuvo a punto de tocar el balazo con el que lo venció el "Tecatito" y tanto Funes Mori como Henry Martín, que son buenos cabeceadores, se quedaron con ganas de rematar al menos uno de los buenos centros, ya que todos se los ganó este buen arquero.

Y volvemos a nuestra cotidianidad con un buen programa de juegos que con menos padecimientos, nos sirven para atenuar el sufrimiento que nos provoca el riesgo de perdernos el Mundial Qatar 2022, porque nosotros así lo queremos, nos duele menos que pierdan América, Monterrey, Cruz Azul o Guadalajara, que el dolor que nos causa perdernos un Mundial. ¿Cómo imaginan ustedes la vida si llegáramos a ser campeones del mundo? Tranquilos, tranquilos, es una pregunta nada más.

Qué distinto para los que aún tienen fuerza para matar su gusanito del futbol, en el intento se mueren las penas, se acaba la angustia y la violencia se desaparece, es increíble ver cómo un simple juego sacude nuestro espíritu de toda esa inmundicia que nos cubre, como lo es el sufrir esté obligado confinamiento que se eterniza, por ahí algunos ya disfrutan del privilegio de jugar, de volver a ser niños.

Hasta pronto amigo.