/ domingo 31 de enero de 2021

Ocurrencias del futbol | El futbol erige altares a las víctimas que ha sacrificado. La del futbol, es la historia de los mártires

Se repite la historia. Pezzolano insiste en alinear a sus consentidos, cosa que ya no fue del agrado ni de los directivos, ni de los seguidores de Tuzos.

Y es que todo el primer tiempo fue dominado por Mazatlán, quienes lograron su gol a través de un remate muy cercano al arco del venezolano Fernando Aristeguieta, para continuar con su estéril dominio total, aprovechando que los atacantes tuzos, tan promocionados por los comentaristas, Felipe Pardo, Mauro Quiroga e Ismael Sosa, quienes aburrieron de lo lindo a Nicolás Vikonis.

Pero si Pezzolano sorprende con sus caprichos, el "Jefe" Tomás Boy no le va a la zaga, quien habiendo visto a su equipo dominar completamente al Pachuca, lo mandó a echarse para atrás, renunciando inexplicablemente al ataque, todo esto por ahí del minuto 60.

Fue entonces que Pezzolano se deshizo de un par de lastres, sacando del juego a Felipe Pardo y a Ismael Sosa, refrescando el ataque, metiendo a los jóvenes Roberto de la Rosa y al Kevin Álvarez, que se fue a la defensa lateral derecha, para adelantar a Lucas Catalán quien fue mejor al ataque que a la defensa, mientras que Álvarez, con su juventud, se constituyó en la mejor llegada por derecha, para lanzar centro tras centro, que el especialista goleador Mauro Quiroga no los aprovechara.

Imaginen ustedes, Roberto Nurse, panameño mexicano (tiene las dos nacionalidades), de 37 años de edad, es el tremendo refuerzo con el que Pezzolano fortalece el ataque Tuzo en los segundos tiempos y, hoy lo volvió a hacer, poniendolo a jugar en lugar de Chávez que hoy pasó inadvertido.

Seguramente debido a que tiene a su derecha a catalán, quien ya no cuenta con el formidable ida y vuelta que lució con el San Luis, obligándolo a cubrir la posición vacía que deja el argentino, alejándolo del poderoso alcance de su cañón, que le ha merecido ya una buena cantidad de golazos, tanto en movimiento como a balón parado.

Y, entre que Tomás Boy echó a su equipo para atrás y, que Roberto de la Rosa y Kevin Álvarez y Guzmán dieron agilidad al ataque, todo el segundo tiempo se jugó en terreno del Pachuca, sin que la figura de Mauro Quiroga justificara su condición de gran goleador.

El Pachuca, que cuenta con una plantilla que ya quisieran otros de más categorías, marcha actualmente en la posición 16 y su gran estrella y goleador, aparece con un solo gol anotado en cuatro juegos. Esto, claro que no tiene contento a nadie en Pachuca, iniciándose el ruido y los rumores en torno al director técnico Pezzolano.

Y con los Tigres ya instalados en Qatar, vuelvo a retomar el tema de esta importante competencia.

Habíamos visto como el Real Madrid fue el primer campeón al vencer al Peñarol de Uruguay y, esta historia ratifica la buena suerte que he tenido, al haberme permitido la vida, conocer a gran parte de los grandes jugadores, tanto a los legendarios de aquel tiempo.

Como los que conformaban a aquel Madrid: Rogelio Antonio Domínguez, a quien vi parar por Argentina, en aquellos Juegos Panamericanos con los que se estrenaba el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, en el que Argentina se coronó campeón con Domínguez en la puerta y otros que más adelante se convirtieran en figuras del futbol mundial, como Omar Sivori, Maschio, Sanfilippo, Menéndez, Corbata, Yudica, Grillo etc.

En la Copa Intercontinental de 1961, el ganador fue el Peñarol de Montevideo, al ganarle al Benfica, 0-1 en Lisboa y 5-0 en Montevideo... En el 1962, fue el Santos ganándole al Benfica 3-2 en Río de Janeiro y 5-2 en Lisboa, aquí ya se enfrentaron dos equipos con alineaciones históricas. Santos: Gilmar, Olavo, Calvet, Dalmo, Mengalvio, Mauro, Dorval, Zito, Coutinho, Pelé y Pepe... Benfica: Costa Pereira, Jacinto, Raúl, Humberto, Cruz, Cavem, Coluna, José Augusto, Santana, Eusebio y Simoes... goles: Santana y Eusebio por Benfica, Pelé 3, Coutinho y Pepe.

Un año antes, había aparecido el famoso Santos. Conducido por su gran estrella, Pelé y, cuajado de grandes jugadores como Gilmar, Zito, Mengalvio, Dorval, Coutinho y Pepe, el Santos de Brasil se erigió en indiscutible campeón intercontinental en los años 1962 y 1963.

En la primera de ambas ediciones, el equipo brasileño, entrenado por Lula, se impuso claramente en los dos encuentros al Benfica que dirigiera el chileno Fernando Riera. Pelé, que en Lisboa marcó tres de los cinco goles de su equipo, se convirtió en la gran estrella de la Copa Intercontinental.

En 1963, el rival del Santos fue el Milan, que forzó a un encuentro de desempate. En San Siro vencieron los italianos por 4-2.

En un encuentro en el que el brasileño Amarildo, estrella del Milán, rivalizó en inspiración con su compatriota Pelé. En Río de Janeiro, el equipo brasileño venció por idéntico resultado 4-2.

Pero los 150 mil 000 espectadores que se dieron cita en el estadio Maracaná temieron por la eliminación de su equipo, que se retiró al descanso con un 0-2 en contra. Altafini, brasileño de nacimiento y Mora habían conseguido doblegar a la defensa del Santos, que no pudo contar en ese encuentro con su estrella Pelé por hallarse lesionado. En la segunda mitad, Pepe (2) y Mengalvio y Lima establecieron el 4-2 definitivo.

Dos días más tarde, en el mismo escenario de Maracaná, se disputó el encuentro de desempate, en el que tampoco pudo alinearse Pelé.

Un gol de Dalmo de penalti bastó al equipo brasileño para reeditar su triunfo internacional... ¡Qué juegos señores! ¡Qué jugadores! con distintos esquemas y distintos estilos, aquel futbol era tan emocionante como el actual... Claro, los árbitros eran más permisivos y no existían los ridículos revolcones por cualquier roce. El balón era distinto, los campos más grandes y las griterías las mismas.

Hasta pronto amigo.

Se repite la historia. Pezzolano insiste en alinear a sus consentidos, cosa que ya no fue del agrado ni de los directivos, ni de los seguidores de Tuzos.

Y es que todo el primer tiempo fue dominado por Mazatlán, quienes lograron su gol a través de un remate muy cercano al arco del venezolano Fernando Aristeguieta, para continuar con su estéril dominio total, aprovechando que los atacantes tuzos, tan promocionados por los comentaristas, Felipe Pardo, Mauro Quiroga e Ismael Sosa, quienes aburrieron de lo lindo a Nicolás Vikonis.

Pero si Pezzolano sorprende con sus caprichos, el "Jefe" Tomás Boy no le va a la zaga, quien habiendo visto a su equipo dominar completamente al Pachuca, lo mandó a echarse para atrás, renunciando inexplicablemente al ataque, todo esto por ahí del minuto 60.

Fue entonces que Pezzolano se deshizo de un par de lastres, sacando del juego a Felipe Pardo y a Ismael Sosa, refrescando el ataque, metiendo a los jóvenes Roberto de la Rosa y al Kevin Álvarez, que se fue a la defensa lateral derecha, para adelantar a Lucas Catalán quien fue mejor al ataque que a la defensa, mientras que Álvarez, con su juventud, se constituyó en la mejor llegada por derecha, para lanzar centro tras centro, que el especialista goleador Mauro Quiroga no los aprovechara.

Imaginen ustedes, Roberto Nurse, panameño mexicano (tiene las dos nacionalidades), de 37 años de edad, es el tremendo refuerzo con el que Pezzolano fortalece el ataque Tuzo en los segundos tiempos y, hoy lo volvió a hacer, poniendolo a jugar en lugar de Chávez que hoy pasó inadvertido.

Seguramente debido a que tiene a su derecha a catalán, quien ya no cuenta con el formidable ida y vuelta que lució con el San Luis, obligándolo a cubrir la posición vacía que deja el argentino, alejándolo del poderoso alcance de su cañón, que le ha merecido ya una buena cantidad de golazos, tanto en movimiento como a balón parado.

Y, entre que Tomás Boy echó a su equipo para atrás y, que Roberto de la Rosa y Kevin Álvarez y Guzmán dieron agilidad al ataque, todo el segundo tiempo se jugó en terreno del Pachuca, sin que la figura de Mauro Quiroga justificara su condición de gran goleador.

El Pachuca, que cuenta con una plantilla que ya quisieran otros de más categorías, marcha actualmente en la posición 16 y su gran estrella y goleador, aparece con un solo gol anotado en cuatro juegos. Esto, claro que no tiene contento a nadie en Pachuca, iniciándose el ruido y los rumores en torno al director técnico Pezzolano.

Y con los Tigres ya instalados en Qatar, vuelvo a retomar el tema de esta importante competencia.

Habíamos visto como el Real Madrid fue el primer campeón al vencer al Peñarol de Uruguay y, esta historia ratifica la buena suerte que he tenido, al haberme permitido la vida, conocer a gran parte de los grandes jugadores, tanto a los legendarios de aquel tiempo.

Como los que conformaban a aquel Madrid: Rogelio Antonio Domínguez, a quien vi parar por Argentina, en aquellos Juegos Panamericanos con los que se estrenaba el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, en el que Argentina se coronó campeón con Domínguez en la puerta y otros que más adelante se convirtieran en figuras del futbol mundial, como Omar Sivori, Maschio, Sanfilippo, Menéndez, Corbata, Yudica, Grillo etc.

En la Copa Intercontinental de 1961, el ganador fue el Peñarol de Montevideo, al ganarle al Benfica, 0-1 en Lisboa y 5-0 en Montevideo... En el 1962, fue el Santos ganándole al Benfica 3-2 en Río de Janeiro y 5-2 en Lisboa, aquí ya se enfrentaron dos equipos con alineaciones históricas. Santos: Gilmar, Olavo, Calvet, Dalmo, Mengalvio, Mauro, Dorval, Zito, Coutinho, Pelé y Pepe... Benfica: Costa Pereira, Jacinto, Raúl, Humberto, Cruz, Cavem, Coluna, José Augusto, Santana, Eusebio y Simoes... goles: Santana y Eusebio por Benfica, Pelé 3, Coutinho y Pepe.

Un año antes, había aparecido el famoso Santos. Conducido por su gran estrella, Pelé y, cuajado de grandes jugadores como Gilmar, Zito, Mengalvio, Dorval, Coutinho y Pepe, el Santos de Brasil se erigió en indiscutible campeón intercontinental en los años 1962 y 1963.

En la primera de ambas ediciones, el equipo brasileño, entrenado por Lula, se impuso claramente en los dos encuentros al Benfica que dirigiera el chileno Fernando Riera. Pelé, que en Lisboa marcó tres de los cinco goles de su equipo, se convirtió en la gran estrella de la Copa Intercontinental.

En 1963, el rival del Santos fue el Milan, que forzó a un encuentro de desempate. En San Siro vencieron los italianos por 4-2.

En un encuentro en el que el brasileño Amarildo, estrella del Milán, rivalizó en inspiración con su compatriota Pelé. En Río de Janeiro, el equipo brasileño venció por idéntico resultado 4-2.

Pero los 150 mil 000 espectadores que se dieron cita en el estadio Maracaná temieron por la eliminación de su equipo, que se retiró al descanso con un 0-2 en contra. Altafini, brasileño de nacimiento y Mora habían conseguido doblegar a la defensa del Santos, que no pudo contar en ese encuentro con su estrella Pelé por hallarse lesionado. En la segunda mitad, Pepe (2) y Mengalvio y Lima establecieron el 4-2 definitivo.

Dos días más tarde, en el mismo escenario de Maracaná, se disputó el encuentro de desempate, en el que tampoco pudo alinearse Pelé.

Un gol de Dalmo de penalti bastó al equipo brasileño para reeditar su triunfo internacional... ¡Qué juegos señores! ¡Qué jugadores! con distintos esquemas y distintos estilos, aquel futbol era tan emocionante como el actual... Claro, los árbitros eran más permisivos y no existían los ridículos revolcones por cualquier roce. El balón era distinto, los campos más grandes y las griterías las mismas.

Hasta pronto amigo.