/ jueves 15 de octubre de 2020

Ocurrencias del futbol | El futbol me gusta más que la vida

La exigencia de ser amado, es la máxima arrogancia.

He tenido la dicha de haber visto en acción, por TV claro, a los mejores jugadores desde 1954 a la fecha y los que más me han impresionado son aquellos que nunca permitieron que su persona fuera superada por su fama, Lew Yashine, Bobby Charlton, Paco Gento, Alfredo Di'Stéfano y sobre todo, Ferenc Puskas, comandante del ejercito húngaro, que al morir recibiera los más altos honores que el gobierno de un país otorgue a sus militares.

Hungría se había llevado la Medalla de Oro en las Olimpiadas de Helsinki 1952 y siendo considerada la mejor selección del mundo, cayó derrotada ante Alemania en la final del Mundial de Suiza 54, en lo que fue llamado el milagro del siglo. Dos años después, en 1956, encontrándose el Honved, equipo perteneciente al Ejército Hungaro, varios de sus jugadores, entre los que se encontraban Grosics, Budai, Czibor, Lorant y Kocsis, desertaron en protesta por la invasión a Budapest, por parte de las fuerzas armadas soviéticas, siendo castigados por la FIFA y llamados traidores a su patria por el gobierno soviético.

Ferenc Puskas entonces fue contratado por el Real Madrid, formando el quinteto de atacantes más poderoso de aquellos tiempos, compuesto por Raymond Kopa, Héctor Rial, Alfredo DiStéfano, Ferenc Puskas y Paco Gento, equipo que ganó las primeras cinco Copas de Europa, hoy Champions League, en forma consecutiva. Con el equipo merengue, Puskas, que ya era reconocido por todo el mundo, redobló su fama pero sobre todo, se ganó el respeto y simpatía de la afición.

Encontrándose en España, nunca se olvidó de sus patriotas en el exilio, a quienes jamas les negó la ayuda económica, llegando en ocasiones a quedarse sin dinero, preguntándose sus compañeros de la forma en que haría para comer, sin embargo él nunca pidió nada para sí. Caminando por las calles, la gente lo saludaba llamándole "Pancho" y, cuentan quienes le conocieron, que él respondía con la misma calidez de los abrazos cuando anotaba un gol.

A su retiro, calentó las bancas de varios equipos en cuatro continentes, dirigió en Australia, África, Europa y América. Víctima del Alzheimer, en sus últimos años se la pasó confinado a camas y clínicas, en las que su mejor pasatiempo fue la televisión y, con el control en mano, jamás lo usó para cambiar de canal, siendo invariablemente el Real Madrid T. V. en el que veía desfilar a sus viejos compañeros. Fue así como se hacía verdad la frase que alguna vez dijera en una entrevista en la serie "El Partido del Siglo", donde dijo "El futbol me gusta más que la vida". Un año antes de su muerte, el Real Madrid fue a Hungría para jugar en el estadio de Budapest que ya llevaba su nombre, para reunir fondos que cubrieran los gastos médicos de su enfermedad.

En homenaje a su brillante historial deportivo, la FIFA puso su nombre al trofeo que se entrega anualmente al jugador que anote el gol más hermoso de la temporada, honrando así la costumbre de este inigualable ser humano que hizo felices a cuantos lo vimos jugar, regalándonos goles inolvidables, como los que yo disfruto viendo sus repeticiones por el canal Real Madrid T.V., como los que anotó en el llamado "Partido del Siglo", en el que el Real Madrid ganó al Eintracht Frankfurt 7-3, en el que al final del juego el árbitro pita exactamente cuando Puskas está en posesión del balón, que tomó en las manos con la intención de llevárselo en recuerdo de los cuatro goles que anotó. Entonces un jugador alemán se le acerca para pedirle el balón, Puskas se niega, el alemán se resigna, pero Puskas lo alcanza y le entrega el balón. Escenas mudas, sin palabras, que describen la calidad humana del húngaro.

Y para los que creyeron que el triunfo de México sobre Holanda fue porque Holanda se cuidó para su compromiso con Italia, les paso el resultado del partido por la calificación a la Copa de Naciones, en donde la poderosa Italia apenas sí logró el empate a uno. Bien pudiero ambos equipos alzarse con la victoria, pero la buena actuación de Cellezen por Holanda y del juvenil Donnaruma por Italia lo impidieron. Con este resultado Italia y Holanda ven cómo Polonia se les escapa, los goles fueron anotados por Pellegrini para Italia, para que después los alcanzara Van de Beek. Basados en estos datos, podríamos decir que igual podemos enfrentar a Italia sin temor a que nos goleen como en aquel juego en Toluca en el Mundial México 70.

Y los franceses vencieron al equipo de Croacia 2-1. Resultado esperado dada la calidad del equipo galo, que en este momento no hay quién se le compare. Sin embargo, la calidad de los croatas y su natural temperamento guerrero minimiza cualquier manifiesta superioridad, aunque ante Francia sólo les alcance para alertarlos. Nikola Vlasic anotó por Croacia, mientras que Antoine Griezman estando lejos de Messi es una fiera, anotó el primer gol de Francia, siendo Kiliam Mbappé quien finalmente acabó con el suspenso.

Estos sucesos que se dan en tierras donde se practica el mejor futbol del mundo, nos sirven para sacar conclusiones de la realidad de nuestro futbol. Recordemos que a Croacia lo vencimos en Brasil-14, sí, ese Crocia que hoy le dificulta el juego al campeón del mundo y, que la Italia que otrora jugando a medio gas nos vapuleaba, hoy apenas ha empatado con el equipo al que derrotamos. Todo es culpa de nuestra baja autoestima, sentirnos inferiores y peor aún, padecer complejo de inferioridad impide que nos podamos conocer a nosotros mismos. Hoy hemos superado los nefastos últimos quince minutos.

La exigencia de ser amado, es la máxima arrogancia.

He tenido la dicha de haber visto en acción, por TV claro, a los mejores jugadores desde 1954 a la fecha y los que más me han impresionado son aquellos que nunca permitieron que su persona fuera superada por su fama, Lew Yashine, Bobby Charlton, Paco Gento, Alfredo Di'Stéfano y sobre todo, Ferenc Puskas, comandante del ejercito húngaro, que al morir recibiera los más altos honores que el gobierno de un país otorgue a sus militares.

Hungría se había llevado la Medalla de Oro en las Olimpiadas de Helsinki 1952 y siendo considerada la mejor selección del mundo, cayó derrotada ante Alemania en la final del Mundial de Suiza 54, en lo que fue llamado el milagro del siglo. Dos años después, en 1956, encontrándose el Honved, equipo perteneciente al Ejército Hungaro, varios de sus jugadores, entre los que se encontraban Grosics, Budai, Czibor, Lorant y Kocsis, desertaron en protesta por la invasión a Budapest, por parte de las fuerzas armadas soviéticas, siendo castigados por la FIFA y llamados traidores a su patria por el gobierno soviético.

Ferenc Puskas entonces fue contratado por el Real Madrid, formando el quinteto de atacantes más poderoso de aquellos tiempos, compuesto por Raymond Kopa, Héctor Rial, Alfredo DiStéfano, Ferenc Puskas y Paco Gento, equipo que ganó las primeras cinco Copas de Europa, hoy Champions League, en forma consecutiva. Con el equipo merengue, Puskas, que ya era reconocido por todo el mundo, redobló su fama pero sobre todo, se ganó el respeto y simpatía de la afición.

Encontrándose en España, nunca se olvidó de sus patriotas en el exilio, a quienes jamas les negó la ayuda económica, llegando en ocasiones a quedarse sin dinero, preguntándose sus compañeros de la forma en que haría para comer, sin embargo él nunca pidió nada para sí. Caminando por las calles, la gente lo saludaba llamándole "Pancho" y, cuentan quienes le conocieron, que él respondía con la misma calidez de los abrazos cuando anotaba un gol.

A su retiro, calentó las bancas de varios equipos en cuatro continentes, dirigió en Australia, África, Europa y América. Víctima del Alzheimer, en sus últimos años se la pasó confinado a camas y clínicas, en las que su mejor pasatiempo fue la televisión y, con el control en mano, jamás lo usó para cambiar de canal, siendo invariablemente el Real Madrid T. V. en el que veía desfilar a sus viejos compañeros. Fue así como se hacía verdad la frase que alguna vez dijera en una entrevista en la serie "El Partido del Siglo", donde dijo "El futbol me gusta más que la vida". Un año antes de su muerte, el Real Madrid fue a Hungría para jugar en el estadio de Budapest que ya llevaba su nombre, para reunir fondos que cubrieran los gastos médicos de su enfermedad.

En homenaje a su brillante historial deportivo, la FIFA puso su nombre al trofeo que se entrega anualmente al jugador que anote el gol más hermoso de la temporada, honrando así la costumbre de este inigualable ser humano que hizo felices a cuantos lo vimos jugar, regalándonos goles inolvidables, como los que yo disfruto viendo sus repeticiones por el canal Real Madrid T.V., como los que anotó en el llamado "Partido del Siglo", en el que el Real Madrid ganó al Eintracht Frankfurt 7-3, en el que al final del juego el árbitro pita exactamente cuando Puskas está en posesión del balón, que tomó en las manos con la intención de llevárselo en recuerdo de los cuatro goles que anotó. Entonces un jugador alemán se le acerca para pedirle el balón, Puskas se niega, el alemán se resigna, pero Puskas lo alcanza y le entrega el balón. Escenas mudas, sin palabras, que describen la calidad humana del húngaro.

Y para los que creyeron que el triunfo de México sobre Holanda fue porque Holanda se cuidó para su compromiso con Italia, les paso el resultado del partido por la calificación a la Copa de Naciones, en donde la poderosa Italia apenas sí logró el empate a uno. Bien pudiero ambos equipos alzarse con la victoria, pero la buena actuación de Cellezen por Holanda y del juvenil Donnaruma por Italia lo impidieron. Con este resultado Italia y Holanda ven cómo Polonia se les escapa, los goles fueron anotados por Pellegrini para Italia, para que después los alcanzara Van de Beek. Basados en estos datos, podríamos decir que igual podemos enfrentar a Italia sin temor a que nos goleen como en aquel juego en Toluca en el Mundial México 70.

Y los franceses vencieron al equipo de Croacia 2-1. Resultado esperado dada la calidad del equipo galo, que en este momento no hay quién se le compare. Sin embargo, la calidad de los croatas y su natural temperamento guerrero minimiza cualquier manifiesta superioridad, aunque ante Francia sólo les alcance para alertarlos. Nikola Vlasic anotó por Croacia, mientras que Antoine Griezman estando lejos de Messi es una fiera, anotó el primer gol de Francia, siendo Kiliam Mbappé quien finalmente acabó con el suspenso.

Estos sucesos que se dan en tierras donde se practica el mejor futbol del mundo, nos sirven para sacar conclusiones de la realidad de nuestro futbol. Recordemos que a Croacia lo vencimos en Brasil-14, sí, ese Crocia que hoy le dificulta el juego al campeón del mundo y, que la Italia que otrora jugando a medio gas nos vapuleaba, hoy apenas ha empatado con el equipo al que derrotamos. Todo es culpa de nuestra baja autoestima, sentirnos inferiores y peor aún, padecer complejo de inferioridad impide que nos podamos conocer a nosotros mismos. Hoy hemos superado los nefastos últimos quince minutos.