/ miércoles 14 de julio de 2021

Ocurrencias del futbol | El quite y la barrida en la Eurocopa

Continuemos atendiendo los aspectos técnicos observados durante la recién finalizada Eurocopa de Naciones. Saber recibir el balón como sea y donde sea es fundamental. Hay que controlar el balón en todo momento y para ello habrá que saber también robarlo cuando sea el equipo contrario quien lleve la iniciativa.

Robar el balón no significa despejarlo a tontas y locas. Cierto que en muchas ocasiones, siempre desde el punto de vista defensivo no hay otra alternativa. Pero, por poco que se pueda, hay que procurar arrebatarle el balón al adversario de tal manera que permita una rápida contraofensiva.

Para ello, también en el apartado defensivo hay que ser tan inteligente como en el ofensivo. Muchas veces, de un balón bien robado en defensa nace una situación inmejorable para el ataque. La rapidez y el sentido de la anticipación son fundamentales, siempre que se vean acompañados de la capacidad técnica necesaria en el momento de la intercepción de la pelota. Contrariamente a lo que muchos aficionados piensan, también los jugadores que ocupan posiciones de cobertura deben poseer una buena técnica.

Al margen de la anticipación o el corte de un pase, posiblemente la acción defensiva más popular sea la entrada directa al adversario que conduce el balón mediante la utilización del llamado "tackle", palabra inglesa que podría traducirse como forro al balón, también conocido como barrida. Esta acción defensiva, típicamente inglesa, se utiliza como medida desesperada para evitar la penetración de un contrario que se encuentra libre de marcaje y avanza con el balón controlado. Consiste en deslizarse apoyado en una sola pierna y en pleno movimiento soltar la otra pierna hacia el balón, ganando así unos centímetros importantísimos de cara a interceptar rápidamente la acción del atacante. El objeto no es, en principio hacerse de la pelota, sino despejarla fuera del control del contrario, bien lanzándola fuera del terreno o bien a algún compañero que siga la jugada. La barrida es de cualquier forma un recurso peligroso que debe medirse con precisión matemática, pues de otra forma se derribará al contrario y su autor será sancionado con falta o quedará caído en el suelo, impotente, sin poder hacer absolutamente nada por volver a acosar al atacante, que continuará su avance sin oposición alguna.

Actualmente, sin embargo, se ha perfeccionado esta acción de tal manera que puede frenarse la acción ofensiva del rival y al propio tiempo hacerse con el balón y recuperar la iniciativa. En ese tiempo aparecieron en nuestro medio verdaderos artistas de la barrida como el tico Jorge "Palmareño" Solís que jugara para el Atlas de Guadalajara y para el Tampico FC, así como Gustavo "Halcón" Peña, jugador del Oro de Guadalajara, el Monterrey, Tampico FC y el Cruz Azul.

Es a lo aque se llama barrida con traba. En principio la mecánica es la misma que en la barrida simple, pero en lugar de despejar el balón con dureza se procura hacer una especie de gancho con el pie que roba limpiamente el balón. Naturalmente, la agilidad y técnica necesarias para llevar a cabo esta acción no son nada fáciles, por cuanto hay que sincronizar la caída con la entrada y, en décimas de segundo, recuperar el equilibrio sin perder la posesión del balón. El futbol holandés, catapultado hacia la primera línea internacional gracias al Ajax de Johan Cruyff, es muy amigo de esta acción de corte defensivo y amplio potencial ofensivo al mismo tiempo.

Era impresionante ver a los fortachones "Palmareño" y el "Halcón" realizar aquella pirueta dejando una pierna doblada que, al tocar el balón con la que tenía extendida, funcionaba como palanca para que increíblemente el ejecutante quedara de pie como si nada, tuve compañeros aquí, José Manuel Domínguez Braña, Jorge "Tanque" Saldívar, Fernando "Pollo" Marroquín, Bacho Salazar y el más impresionante de quien solo recuerdo su apellido, Salguero, que hacía de la "barrida" una verdadera obra de arte que envidiarían Rudolph Nureyev y Mikhail Baryshnikov.

Que diferencia de estas barridas a las de los trinitarios, si atienden ustedes a los defensores que puse como ejemplos, todos eran bastante corpulentos y, sin embargo, esta jugada, que contiene un alto riesgo tanto para el ejecutante como para el que la recibe, ni siquiera tocaban al conductor del balón. La jugada en sí es todo un riesgo, tanto cuando se hace por la espalda donde se puede tocar el tendón de Aquiles, como cuando se hace de frente, estando expuestos la tibia y el peroné, incluso el ejecutante está expuesto a que sus tachones se traben en el piso empastado ocasionando fractura. Aplaudamos a los que hacen de este recurso un arte, pero en lo posible exímanse de realizarla, preferible perder un balón que perder una pierna. En el futbol europeo este recurso es muy socorrido y pocas veces se han presentado accidentes graves, incluso dan un toque de virilidad al deporte, pero en consecuencia, debe ser realizada por verdaderos deportistas, atletas en todo el sentido de la palabra, que ensayan miles de veces las evoluciones riesgosas, antes de ponerlas en práctica.

Hasta pronto amigo.

Continuemos atendiendo los aspectos técnicos observados durante la recién finalizada Eurocopa de Naciones. Saber recibir el balón como sea y donde sea es fundamental. Hay que controlar el balón en todo momento y para ello habrá que saber también robarlo cuando sea el equipo contrario quien lleve la iniciativa.

Robar el balón no significa despejarlo a tontas y locas. Cierto que en muchas ocasiones, siempre desde el punto de vista defensivo no hay otra alternativa. Pero, por poco que se pueda, hay que procurar arrebatarle el balón al adversario de tal manera que permita una rápida contraofensiva.

Para ello, también en el apartado defensivo hay que ser tan inteligente como en el ofensivo. Muchas veces, de un balón bien robado en defensa nace una situación inmejorable para el ataque. La rapidez y el sentido de la anticipación son fundamentales, siempre que se vean acompañados de la capacidad técnica necesaria en el momento de la intercepción de la pelota. Contrariamente a lo que muchos aficionados piensan, también los jugadores que ocupan posiciones de cobertura deben poseer una buena técnica.

Al margen de la anticipación o el corte de un pase, posiblemente la acción defensiva más popular sea la entrada directa al adversario que conduce el balón mediante la utilización del llamado "tackle", palabra inglesa que podría traducirse como forro al balón, también conocido como barrida. Esta acción defensiva, típicamente inglesa, se utiliza como medida desesperada para evitar la penetración de un contrario que se encuentra libre de marcaje y avanza con el balón controlado. Consiste en deslizarse apoyado en una sola pierna y en pleno movimiento soltar la otra pierna hacia el balón, ganando así unos centímetros importantísimos de cara a interceptar rápidamente la acción del atacante. El objeto no es, en principio hacerse de la pelota, sino despejarla fuera del control del contrario, bien lanzándola fuera del terreno o bien a algún compañero que siga la jugada. La barrida es de cualquier forma un recurso peligroso que debe medirse con precisión matemática, pues de otra forma se derribará al contrario y su autor será sancionado con falta o quedará caído en el suelo, impotente, sin poder hacer absolutamente nada por volver a acosar al atacante, que continuará su avance sin oposición alguna.

Actualmente, sin embargo, se ha perfeccionado esta acción de tal manera que puede frenarse la acción ofensiva del rival y al propio tiempo hacerse con el balón y recuperar la iniciativa. En ese tiempo aparecieron en nuestro medio verdaderos artistas de la barrida como el tico Jorge "Palmareño" Solís que jugara para el Atlas de Guadalajara y para el Tampico FC, así como Gustavo "Halcón" Peña, jugador del Oro de Guadalajara, el Monterrey, Tampico FC y el Cruz Azul.

Es a lo aque se llama barrida con traba. En principio la mecánica es la misma que en la barrida simple, pero en lugar de despejar el balón con dureza se procura hacer una especie de gancho con el pie que roba limpiamente el balón. Naturalmente, la agilidad y técnica necesarias para llevar a cabo esta acción no son nada fáciles, por cuanto hay que sincronizar la caída con la entrada y, en décimas de segundo, recuperar el equilibrio sin perder la posesión del balón. El futbol holandés, catapultado hacia la primera línea internacional gracias al Ajax de Johan Cruyff, es muy amigo de esta acción de corte defensivo y amplio potencial ofensivo al mismo tiempo.

Era impresionante ver a los fortachones "Palmareño" y el "Halcón" realizar aquella pirueta dejando una pierna doblada que, al tocar el balón con la que tenía extendida, funcionaba como palanca para que increíblemente el ejecutante quedara de pie como si nada, tuve compañeros aquí, José Manuel Domínguez Braña, Jorge "Tanque" Saldívar, Fernando "Pollo" Marroquín, Bacho Salazar y el más impresionante de quien solo recuerdo su apellido, Salguero, que hacía de la "barrida" una verdadera obra de arte que envidiarían Rudolph Nureyev y Mikhail Baryshnikov.

Que diferencia de estas barridas a las de los trinitarios, si atienden ustedes a los defensores que puse como ejemplos, todos eran bastante corpulentos y, sin embargo, esta jugada, que contiene un alto riesgo tanto para el ejecutante como para el que la recibe, ni siquiera tocaban al conductor del balón. La jugada en sí es todo un riesgo, tanto cuando se hace por la espalda donde se puede tocar el tendón de Aquiles, como cuando se hace de frente, estando expuestos la tibia y el peroné, incluso el ejecutante está expuesto a que sus tachones se traben en el piso empastado ocasionando fractura. Aplaudamos a los que hacen de este recurso un arte, pero en lo posible exímanse de realizarla, preferible perder un balón que perder una pierna. En el futbol europeo este recurso es muy socorrido y pocas veces se han presentado accidentes graves, incluso dan un toque de virilidad al deporte, pero en consecuencia, debe ser realizada por verdaderos deportistas, atletas en todo el sentido de la palabra, que ensayan miles de veces las evoluciones riesgosas, antes de ponerlas en práctica.

Hasta pronto amigo.