/ lunes 6 de julio de 2020

Ocurrencias del futbol | Mientras vamos en pos de lo incierto, perdemos lo seguro

Pensé que en el inicio de la Copa GNP por México, ningún equipo se mostraría peor que el Toluca, pero ¡Qué va!. Pumas y Atlas no han querido quedarse atrás.

Curiosamente, estoy hablando de las otrora dos canteras más prolíferas de nuestra Liga de futbol, Pumas y Atlas, ¿Qué pasó con esos dos filones de oro que antes abastecían a todos los equipos? no había en México un club de futbol profesional que no contara con jugadores pumas o rojinegros- Ahora da tristeza verlos "jugar".

No puedo pensar que una cantera desaparezca, las minas ahí están, solo falta que sean explotadas, pero el detalle es que hay que saberlas explotar y como para eso hay que contratar mineros que sepan el oficio, lo cual implica gasto, entonces los huevones clubes mexicanos, compran producto extranjero, en donde no he visto que llegue un Campeón Hernández, un Héctor Cisneros, un J. de Jesús Aceves, un Jesús del Muro, Pepe Delgado, Jesús Delgado y no acabaría si sigo nombrando, igual que de Pumas, donde ya no hay Borjas, Hugos, Españas, Flores, Vázquez, Medinas, Morenos etc., ¿Piensan ustedes que ya no hay en la UNAM jugadores como los que he nombrado? claro que hay, lo que ocurre es que federativos y dueños o directivos, se han enfocado a engrosar sus arcas, siéndoles más útil comprar que producir... ¡No! el Toluca no es el único equipo que me ha desilusionado, Pumas y Atlas le van a la par.

Muy temprano, el Real Madrid arribó al País Vasco para enfrentar al Athletic de Bilbao, dificilísimo escollo a salvar, ya que sabido es que si los bilbaínos son temibles, cuando juegan en el San Mamés lo son doblemente, salvo que para suerte de los merengues, este día, los hinchas vascos se quedaron en casa viendo el juego por televisión. Zinedine Zidane tenía que enfrentar a un toro indomable cuya característica es la fuerza, el tesón, la insistencia, así que haciendo lo que en este momento hace mejor su equipo, se defendieron para sacar el uno a cero, con un penalty cobrado por el central goleador Sergio Ramos, quien aumenta así su récord de defensa central goleador.

Siete juegos sin perder, se dice fácil, pero en una competencia tan difícil como lo es la española, en donde Barcelona y Real Madrid se las han visto negras con los coleros, ganar es suficiente, adoptando la filosofía de Tuca Ferreti, en donde el triunfo, guste o no al público es lo importante. Se critica al Madrid por la pobre cuota goleadora aportada, pero si así se mantiene en la cumbre, pues que siga así. Sabemos bien que este no es el estilo merengue, pero golear en este momento, Madrid no tiene con qué, así que basta con saber que el 1-0 cuenta lo mismo que un 4-0. Al término del juego, los merengues le dejaban al Barcelona la marca de 7 puntos de ventaja, suponiendo que afectaría en el ánimo de los culés.

Pero ocurrieron dos cosas, primero, que el Barcelona impuso muy claramente su superioridad sobre un equipo que para colmo, muy pronto perdió a su mejor referente, Alcácer, quien debió abandonar por lesión y, dos, que pensando en sus próximos compromisos y, en la dificultad de vencer a un Barcelona superior, el dire ctor técnico renunció a la posibilidad de un triunfo sobre los blaugrana, a la seguridad de lo mismo sobre los futuros encuentros, que de ninguna manera debe perder, si es que desean mantenerse en zona de Champions League. Esto desmereció mucho el espectáculo, pero igual que Zizou, que prefiere jugar replegado, Javi Calleja, el joven (42 años) director técnico del Villarreal, también tiene derecho a darle más importancia a lo viable, que a lo imposible.

Ya hemos visto como siete puntos que parecían definitivos, ha vuelto a reducirse a cuatro que, aún siguen siendo mucha ventaja, pero recordemos que ya en otras dos ocasiones, el Real Madrid mantuvo al Barcelona en una gran zozobra, cuando a un solo juego del final, a los merengues les bastaba con empatar para coronarse. Fue en 1992, el Barcelona solamente necesitaba un pinchazo de los merengues que enfrentarían al débil Tenerife, dirigido por un ex-merengue, Jorge Valdano, partido que se daba por hecho ganaría el Madrid y, que por increíble que parezca, era una réplica de un año anterior, en el que el Tenerife mató al Madrid precisamente en el último juego.

Ahora, todo se repitió exactamente igual, para que el Barcelona se coronara por tercera vez consecutiva. cayendo el Real Madrid en esta ocasión por 2-0, allá en el Heliodoro Rodríguez López , gracias a los tantos de Chano y Dertycia, en otro de esos juegos marcados por la polémica, ya que el colegiado García Redondo, no señaló tres claros penaltis a favor del Real Madrid, además de haberlos castigado con la expulsión de Marcelo Zamorano y de César Gómez. Así que si alguno de ustedes ya estaba cantando el alirón para los merengues, recuerden que ya en dos ocasiones anteriores (consecutivas), un equipo humilde (el Tenerife) los dejó fríos.

La seguridad como un estado emocional es algo que todos deseamos. El sentirnos inseguros en alguna tarea o en el cumplimiento de algún objetivo, nos produce sentimientos de temor, de autolimitación. Cuando nos proponemos obtener algo, nada hay que nos incomode más que el sentimiento de incertidumbre. Pero si la inseguridad que sentimos es de minusvalía, de desamparo y, prácticamente entramos a la lucha de lo que queremos, con un sentimiento de autoderrota, debemos de encauzarnos por el camino de lo seguro y no por lo incierto, tal como ahora lo ha hecho Javi Calleja, al renunciar a luchar por algo imposible, dando prioridad a lo posible.

Uno de los caminos más exitosos para combatir la inseguridad consiste en extirpar la tiranía de los "debería". No debemos plantearnos jamás los: "yo debería ser capaz", "debo ser exitoso siempre", "debo triunfar a toda costa" etc., Simplemente necesitamos observar cuáles son nuestras capacidades reales para elegir aquellas tareas que vayan de acuerdo a nuestras capacidades. Y finalmente intentar lo que nos proponemos con toda nuestra voluntad, pero no pensar que siempre debemos tener éxito. Y es el caso cuando al ir tras una meta, aprendimos aun cuando no la hubiéramos logrado.

Hasta pronto amigo.

Pensé que en el inicio de la Copa GNP por México, ningún equipo se mostraría peor que el Toluca, pero ¡Qué va!. Pumas y Atlas no han querido quedarse atrás.

Curiosamente, estoy hablando de las otrora dos canteras más prolíferas de nuestra Liga de futbol, Pumas y Atlas, ¿Qué pasó con esos dos filones de oro que antes abastecían a todos los equipos? no había en México un club de futbol profesional que no contara con jugadores pumas o rojinegros- Ahora da tristeza verlos "jugar".

No puedo pensar que una cantera desaparezca, las minas ahí están, solo falta que sean explotadas, pero el detalle es que hay que saberlas explotar y como para eso hay que contratar mineros que sepan el oficio, lo cual implica gasto, entonces los huevones clubes mexicanos, compran producto extranjero, en donde no he visto que llegue un Campeón Hernández, un Héctor Cisneros, un J. de Jesús Aceves, un Jesús del Muro, Pepe Delgado, Jesús Delgado y no acabaría si sigo nombrando, igual que de Pumas, donde ya no hay Borjas, Hugos, Españas, Flores, Vázquez, Medinas, Morenos etc., ¿Piensan ustedes que ya no hay en la UNAM jugadores como los que he nombrado? claro que hay, lo que ocurre es que federativos y dueños o directivos, se han enfocado a engrosar sus arcas, siéndoles más útil comprar que producir... ¡No! el Toluca no es el único equipo que me ha desilusionado, Pumas y Atlas le van a la par.

Muy temprano, el Real Madrid arribó al País Vasco para enfrentar al Athletic de Bilbao, dificilísimo escollo a salvar, ya que sabido es que si los bilbaínos son temibles, cuando juegan en el San Mamés lo son doblemente, salvo que para suerte de los merengues, este día, los hinchas vascos se quedaron en casa viendo el juego por televisión. Zinedine Zidane tenía que enfrentar a un toro indomable cuya característica es la fuerza, el tesón, la insistencia, así que haciendo lo que en este momento hace mejor su equipo, se defendieron para sacar el uno a cero, con un penalty cobrado por el central goleador Sergio Ramos, quien aumenta así su récord de defensa central goleador.

Siete juegos sin perder, se dice fácil, pero en una competencia tan difícil como lo es la española, en donde Barcelona y Real Madrid se las han visto negras con los coleros, ganar es suficiente, adoptando la filosofía de Tuca Ferreti, en donde el triunfo, guste o no al público es lo importante. Se critica al Madrid por la pobre cuota goleadora aportada, pero si así se mantiene en la cumbre, pues que siga así. Sabemos bien que este no es el estilo merengue, pero golear en este momento, Madrid no tiene con qué, así que basta con saber que el 1-0 cuenta lo mismo que un 4-0. Al término del juego, los merengues le dejaban al Barcelona la marca de 7 puntos de ventaja, suponiendo que afectaría en el ánimo de los culés.

Pero ocurrieron dos cosas, primero, que el Barcelona impuso muy claramente su superioridad sobre un equipo que para colmo, muy pronto perdió a su mejor referente, Alcácer, quien debió abandonar por lesión y, dos, que pensando en sus próximos compromisos y, en la dificultad de vencer a un Barcelona superior, el dire ctor técnico renunció a la posibilidad de un triunfo sobre los blaugrana, a la seguridad de lo mismo sobre los futuros encuentros, que de ninguna manera debe perder, si es que desean mantenerse en zona de Champions League. Esto desmereció mucho el espectáculo, pero igual que Zizou, que prefiere jugar replegado, Javi Calleja, el joven (42 años) director técnico del Villarreal, también tiene derecho a darle más importancia a lo viable, que a lo imposible.

Ya hemos visto como siete puntos que parecían definitivos, ha vuelto a reducirse a cuatro que, aún siguen siendo mucha ventaja, pero recordemos que ya en otras dos ocasiones, el Real Madrid mantuvo al Barcelona en una gran zozobra, cuando a un solo juego del final, a los merengues les bastaba con empatar para coronarse. Fue en 1992, el Barcelona solamente necesitaba un pinchazo de los merengues que enfrentarían al débil Tenerife, dirigido por un ex-merengue, Jorge Valdano, partido que se daba por hecho ganaría el Madrid y, que por increíble que parezca, era una réplica de un año anterior, en el que el Tenerife mató al Madrid precisamente en el último juego.

Ahora, todo se repitió exactamente igual, para que el Barcelona se coronara por tercera vez consecutiva. cayendo el Real Madrid en esta ocasión por 2-0, allá en el Heliodoro Rodríguez López , gracias a los tantos de Chano y Dertycia, en otro de esos juegos marcados por la polémica, ya que el colegiado García Redondo, no señaló tres claros penaltis a favor del Real Madrid, además de haberlos castigado con la expulsión de Marcelo Zamorano y de César Gómez. Así que si alguno de ustedes ya estaba cantando el alirón para los merengues, recuerden que ya en dos ocasiones anteriores (consecutivas), un equipo humilde (el Tenerife) los dejó fríos.

La seguridad como un estado emocional es algo que todos deseamos. El sentirnos inseguros en alguna tarea o en el cumplimiento de algún objetivo, nos produce sentimientos de temor, de autolimitación. Cuando nos proponemos obtener algo, nada hay que nos incomode más que el sentimiento de incertidumbre. Pero si la inseguridad que sentimos es de minusvalía, de desamparo y, prácticamente entramos a la lucha de lo que queremos, con un sentimiento de autoderrota, debemos de encauzarnos por el camino de lo seguro y no por lo incierto, tal como ahora lo ha hecho Javi Calleja, al renunciar a luchar por algo imposible, dando prioridad a lo posible.

Uno de los caminos más exitosos para combatir la inseguridad consiste en extirpar la tiranía de los "debería". No debemos plantearnos jamás los: "yo debería ser capaz", "debo ser exitoso siempre", "debo triunfar a toda costa" etc., Simplemente necesitamos observar cuáles son nuestras capacidades reales para elegir aquellas tareas que vayan de acuerdo a nuestras capacidades. Y finalmente intentar lo que nos proponemos con toda nuestra voluntad, pero no pensar que siempre debemos tener éxito. Y es el caso cuando al ir tras una meta, aprendimos aun cuando no la hubiéramos logrado.

Hasta pronto amigo.