/ domingo 16 de mayo de 2021

Ocurrencias del futbol | Nada está definido, serán los equipos los que escriban la historia

El futbol es tan extraño, como extrañas son las reacciones que el humano asume ante las extrañezas del juego. Lo bueno es que me sobran experiencias para explicar esto. Hace ya muchos ayeres, jugando yo para el equipo "Zapatería Rodríguez", que como todos los equipos patrocinados por los hermanos Rodríguez eran permanentes moradores de las alturas de la tabla general, teníamos como rival en turno al Real Francia, equipo modesto que supuestamente no opondría gran oposición.

Eran las 10 de la mañana y el árbitro apuraba a los equipos a tomar sus lugares para iniciar el juego. Por no se qué razón Alejandro Chimely, nuestro portero, no se encontraba ocupando su puesto y ante la tardanza el árbitro pitó el inicio del partido, el cual se realizó con tiro a gol que encontró el camino libre para concretarse. He de agregar que el Real Francia inició con ocho jugadores, así que el gol les cayó como una bendición.

El balón se puso en juego y en nuestro primer avance la defensa francesa comete mano dentro del área, mano que como suele suceder siempre, es custionada por los agraviados, quienes amenazaban con abandonar el juego si anotábamos el gol, para esto les informo que era tiempo de lluvias y teníamos como dos semanas sin poder jugar, entonces, nuestro equipo decidió que el cobrador del castigo lo lanzara directo al portero pues, apenas se habían jugado dos minutos y ellos solo eran ocho jugadores, lo malo fue que me escogieron para encargarme de tal farsa, entregué el balón y cinco minutos después llegó otro jugador contrario y despues otro y otro, hasta completarse los once. ¿Saben cuándo logramos anotar el gol del empate? nunca... perdimos 0-1.

En otra ocación, jugando para el Laguna de los hermanos Sierra, fuimos nosotros los que no nos acompletamos y con ocho jugadores enfrentamos a uno de los equipos punteros, al que derrotamos 8-0. En Monterrey, en un campeonato nacional, enfrentando a Nuevo León en el estadio Tecnológico, perdimos a nuestro extremo derecho Héctor "Trikis" Reveles, quien a los diez minutos de juego, en una entrada alevosa resultó fracturado, dejando al equipo con diez jugadores (aún no se permitían cambios) y en una noche inspirada fuimos vencedores con un gol anotado por Andrés "Negro" Martínez. Alberto Cazaubón, DT de los celestes alineó a: Alberto "Veracruz" Aguilar, Octavio Benavides, Fernando Contreras, Gilberto Echavarría, Florentino Villegas, Moisés Ponce, Fernando Navarro, Héctor Reveles, Raúl Nava, Andrés Martínez y Mariano Varela.

En la época de la Liga Regional del Dr. Ricardo Escandón, era norma en el Tampico de Primera División y el Madero de Segunda, que los jugadores que fueran considerados para jugar en determinado partido, se pusieran a las órdenes del encargado del equipo suplente, para jugar el partido programado en la Liga Regional y, aquella vez se presentaron únicamente ocho jugadores: Julio Mar, Javier Zapién, Daniel Saldívar, Miguel Gutiérrez, Alfonso González, Francisco Ramírez, Sergio Casados y Raúl Nava. Mientras esperábamos la hora de salir pasó por ahí Fausto Juárez, un jovencito conocido, originario de Tempoal, al que se me ocurrió invitar para contar con un jugador más, seguro de que los de Tempoal no se opondrían, pues aquel muchacho nunca había jugado en un equipo.

¡Increíble! el primer tiempo terminó 0-5 a favor de Tempoal y, en la segunda parte, lo repito, ¡Increíble! no sólo empatamos, sino que remontamos ante la incredulidad de los aficionados tempoalenses que se congregaron en el desaparecido Quinta Calderón, siendo los más enfurecidos el "Tallarín" Cabriales y Telmo García, que se desgañitaban en regaños para los Tigres. Suele suceder que cuando un buen equipo juega contra uno de medio pelo, la excesiva confianza mata al poderoso, que se hunde en la desesperación cuando ve que pasa el tiempo y lo que consideró fácil se convirtió en imposible, como nos ocurrió con Zapatería "Rodríguez" vs. Real Francia. Como igual ocurrió cuando el Laguna jugando con ocho hombres sólo pensó en que las cosas no podrían ser peores de lo que ya eran, así descargados de toda "obligación" fueron progresando en tanto sus rivales iban cayendo presas del desaliento, mientras que el Tampico, guiado por la experiencia de Miguel "Mulo" Gutiérrez, aprovechó las excelentes condiciones técnicas de jugadores como Zapién, el "Coco" González, Paquito Ramírez y Sergio Casados para lograr aquella increíble hazaña.

Igual en estas finales del Guardián 2021 encontramos situaciones que parecen ya definidas, pero que nos hacen ir al historial de estos juegos finales, en los que equipos que eran dados ya por muertos se levantaron para alzarse con la inesperada victoria. El América ha superado ya en muchas ocasiones marcadores adversos peores que el que hoy debe superar. Todo depende de la efectividad del discurso del director técnico para lograr que sus jugadores no sean presa del desaliento.

¿Si lo recuerdan? El desaliento es el único poder que Dios le permitió conservar a su ángel favorito, Luzbel, a quien castigó por su arrogancia, permitiéndole que escogiera entre sus siete poderes cuál conservar, decantándose por el desaliento, que aniquila el movimiento y engendra fatalidad, siéndole suficiente para dominar al hombre... contra eso debe dirigirse el discurso previo de los directores técnicos. El que lo haga bien... ¡Vencerá!

Hasta pronto amigo.

El futbol es tan extraño, como extrañas son las reacciones que el humano asume ante las extrañezas del juego. Lo bueno es que me sobran experiencias para explicar esto. Hace ya muchos ayeres, jugando yo para el equipo "Zapatería Rodríguez", que como todos los equipos patrocinados por los hermanos Rodríguez eran permanentes moradores de las alturas de la tabla general, teníamos como rival en turno al Real Francia, equipo modesto que supuestamente no opondría gran oposición.

Eran las 10 de la mañana y el árbitro apuraba a los equipos a tomar sus lugares para iniciar el juego. Por no se qué razón Alejandro Chimely, nuestro portero, no se encontraba ocupando su puesto y ante la tardanza el árbitro pitó el inicio del partido, el cual se realizó con tiro a gol que encontró el camino libre para concretarse. He de agregar que el Real Francia inició con ocho jugadores, así que el gol les cayó como una bendición.

El balón se puso en juego y en nuestro primer avance la defensa francesa comete mano dentro del área, mano que como suele suceder siempre, es custionada por los agraviados, quienes amenazaban con abandonar el juego si anotábamos el gol, para esto les informo que era tiempo de lluvias y teníamos como dos semanas sin poder jugar, entonces, nuestro equipo decidió que el cobrador del castigo lo lanzara directo al portero pues, apenas se habían jugado dos minutos y ellos solo eran ocho jugadores, lo malo fue que me escogieron para encargarme de tal farsa, entregué el balón y cinco minutos después llegó otro jugador contrario y despues otro y otro, hasta completarse los once. ¿Saben cuándo logramos anotar el gol del empate? nunca... perdimos 0-1.

En otra ocación, jugando para el Laguna de los hermanos Sierra, fuimos nosotros los que no nos acompletamos y con ocho jugadores enfrentamos a uno de los equipos punteros, al que derrotamos 8-0. En Monterrey, en un campeonato nacional, enfrentando a Nuevo León en el estadio Tecnológico, perdimos a nuestro extremo derecho Héctor "Trikis" Reveles, quien a los diez minutos de juego, en una entrada alevosa resultó fracturado, dejando al equipo con diez jugadores (aún no se permitían cambios) y en una noche inspirada fuimos vencedores con un gol anotado por Andrés "Negro" Martínez. Alberto Cazaubón, DT de los celestes alineó a: Alberto "Veracruz" Aguilar, Octavio Benavides, Fernando Contreras, Gilberto Echavarría, Florentino Villegas, Moisés Ponce, Fernando Navarro, Héctor Reveles, Raúl Nava, Andrés Martínez y Mariano Varela.

En la época de la Liga Regional del Dr. Ricardo Escandón, era norma en el Tampico de Primera División y el Madero de Segunda, que los jugadores que fueran considerados para jugar en determinado partido, se pusieran a las órdenes del encargado del equipo suplente, para jugar el partido programado en la Liga Regional y, aquella vez se presentaron únicamente ocho jugadores: Julio Mar, Javier Zapién, Daniel Saldívar, Miguel Gutiérrez, Alfonso González, Francisco Ramírez, Sergio Casados y Raúl Nava. Mientras esperábamos la hora de salir pasó por ahí Fausto Juárez, un jovencito conocido, originario de Tempoal, al que se me ocurrió invitar para contar con un jugador más, seguro de que los de Tempoal no se opondrían, pues aquel muchacho nunca había jugado en un equipo.

¡Increíble! el primer tiempo terminó 0-5 a favor de Tempoal y, en la segunda parte, lo repito, ¡Increíble! no sólo empatamos, sino que remontamos ante la incredulidad de los aficionados tempoalenses que se congregaron en el desaparecido Quinta Calderón, siendo los más enfurecidos el "Tallarín" Cabriales y Telmo García, que se desgañitaban en regaños para los Tigres. Suele suceder que cuando un buen equipo juega contra uno de medio pelo, la excesiva confianza mata al poderoso, que se hunde en la desesperación cuando ve que pasa el tiempo y lo que consideró fácil se convirtió en imposible, como nos ocurrió con Zapatería "Rodríguez" vs. Real Francia. Como igual ocurrió cuando el Laguna jugando con ocho hombres sólo pensó en que las cosas no podrían ser peores de lo que ya eran, así descargados de toda "obligación" fueron progresando en tanto sus rivales iban cayendo presas del desaliento, mientras que el Tampico, guiado por la experiencia de Miguel "Mulo" Gutiérrez, aprovechó las excelentes condiciones técnicas de jugadores como Zapién, el "Coco" González, Paquito Ramírez y Sergio Casados para lograr aquella increíble hazaña.

Igual en estas finales del Guardián 2021 encontramos situaciones que parecen ya definidas, pero que nos hacen ir al historial de estos juegos finales, en los que equipos que eran dados ya por muertos se levantaron para alzarse con la inesperada victoria. El América ha superado ya en muchas ocasiones marcadores adversos peores que el que hoy debe superar. Todo depende de la efectividad del discurso del director técnico para lograr que sus jugadores no sean presa del desaliento.

¿Si lo recuerdan? El desaliento es el único poder que Dios le permitió conservar a su ángel favorito, Luzbel, a quien castigó por su arrogancia, permitiéndole que escogiera entre sus siete poderes cuál conservar, decantándose por el desaliento, que aniquila el movimiento y engendra fatalidad, siéndole suficiente para dominar al hombre... contra eso debe dirigirse el discurso previo de los directores técnicos. El que lo haga bien... ¡Vencerá!

Hasta pronto amigo.