/ sábado 5 de junio de 2021

Ocurrencias del futbol | Ojalá que la pandemia nos permita retomar el paso...¡Nos salvó Ochoa!

Lejos de decrecer, Costa Rica cada día se ve mejor. ¡Vaya rival! ¡Vaya prueba para los mexicanos!

De la misma forma que a Pelé le disgustó que después de seis partidos cayera el tan anhelado gol mil para su cuenta personal y fuera producto de un penalti, desangelado dijo yo quería que hubiera sido un tiro de fuera del área, una chilena, una palomita, un sombrerito o una jugada individual driblando contrarios. Igual a mí, el haber ganado a México en tandas de penales le restó sabor a la victoria.

Y es que le veo más avance al futbol tico que al nuestro. Confieso que no le había prestado atención a Gerardo Arteaga. pero sé bien que si lo compró un equipo europeo es porque algo le deben haber visto, sin embargo, contra Costa Rica le tocó bailar con la más fea, pues todos sabemos de la calidad de Joel Campbell, pues su fuerza y su regate fino lo convierten en un peligroso atacante. Sin embargo, algo debe de tener el agua cuando la bendicen. Arteaga recién se coronó campeón de la Copa de Bélgica jugando para el KRC Genk.

Y es en donde la afición mexicana se pregunta, ¿por qué lo llaman si no tiene más nivel que fulanito? y, quiero entender que el "Tata" encuentra una ventaja en los jugadores que son titulares en Europa, en donde se han acostumbrado a jugar en un futbol de más calidad que el nuestro y Gerardo es titular en un equipo campeón.

Y si nuestro problema en el primer tiempo fue la nula salida por la banda izquierda, en la segunda parte lo fue por la derecha, en donde el "Chaca" no estuvo en su noche, errando cualquier cantidad de pases, especialmente los que eran para gol, que fueron muchos. Así, ni Henry Martín que realizó un gran primer tiempo, ni Alan Pulido que entró en el segundo pudieron aprovechar su buena desmarcación al no llegarles ninguno de los balones que les fueron enviados.

Y a eso se refirió Martino durante la rueda de prensa. No es la improducción lo que nos afectó esta noche, no nos confundamos, ni Henry ni Alan fallaron, lo que nos faltó fue una buena generación de juego que propiciara el tiro a gol; uno solamente, el de Héctor Herrera en la segunda parte y un remate en la primera parte por conducto del "Chucky" Lozano, resolviendo en forma muy rápida y certera, sólo que Moreira estuvo muy atento enviando a tiro de esquina milagrosamente.

Y pienso que de todo esto la pandemia es la culpable, pues en la segunda parte se pensó que con la entrada de dos campeones al juego mejoraría todo, pero ni Orbelín ni Romo consiguieron mejorar las acciones, pues una cosa es jugar en un equipo enrachado como el Cruz Azul y otra bien distinta es hacerlo con el TRI, que en este largo transfer ha perdido el embalaje que había ganado.

Costa Rica apostó por el contragolpe, aunque se dio tiempo para enseñarnos su buen manejo de balón, al realizar un buen juego de toque corto al pie, conducidos por la magia innegable de sus dos grandes luminarias, Bryan Ruiz y Joel Campbell, que sin embargo no contaron con la libertad suficiente, pues una línea de cinco bien parada en el medio campo se los impidió, haciendo imposibles los espacios para tirarle a Memo Ochoa desde cualquier punto de la cancha, al grado de que nuestro portero nunca fue requerido de manera importante.

Buena actuación de nuestra tripleta central, destacando Edson Álvarez, quien en la segunda parte para contrarrestar la violencia que los ticos aplicaron durante todo el partido al "Chucky" Lozano, se fue con todo sobre Joel Campbell para que supieran que nosotros también sabemos de esas cosas. Lo más criticable de la noche fue la mala actitud del público mexicano, que con mayor asistencia coreaba el maldito grito homofóbico, habiendo necesidad de que el árbitro detuviera las acciones, primero para aplicar el protocolo para estos casos, siendo el segundo una nueva detención del juego y concentración de los equipos en el centro del campo y la tercera la suspensión del partido, lo que no fue necesario.

Qué vergüenza que los que me he encontrado sin querer, que sólo hablan el lenguaje de los cuervos y que son los promotores de la burla y el desprecio, sean paisanos nuestros. Dos paros y la amenaza de suspender el juego al tercero, cuando sólo faltaban siete u ocho minutos para el final del partido. ¡Qué vergüenza! y todo esto ocurría cuando el comentario del partido se encontraba a cargo de Oswaldo Sánchez, para quien fue creado este insulto del graderío del estadio Jalisco, cuando los seguidores del Atlas no pudieron soportar que Oswaldo los hubiera cambiado por las Chivas. Estos son los grupos a los que llamo borregada, los que entre otras cosas, no alcanzan a entender que un verdadero profesional está para defender al equipo que mejor le pague.

Así, México estará en la final ante Estados Unidos, que logró vencer 1-0 a Honduras; será el domingo 6 de junio a las 20:00 horas en Denver, Colorado. Si no es el mejor momento para México, que apenas ganó a Costa Rica, tampoco es para Estados Unidos, que apenitas venció a Honduras y eso fue ya para terminar el juego.

Hasta pronto amigo.

Lejos de decrecer, Costa Rica cada día se ve mejor. ¡Vaya rival! ¡Vaya prueba para los mexicanos!

De la misma forma que a Pelé le disgustó que después de seis partidos cayera el tan anhelado gol mil para su cuenta personal y fuera producto de un penalti, desangelado dijo yo quería que hubiera sido un tiro de fuera del área, una chilena, una palomita, un sombrerito o una jugada individual driblando contrarios. Igual a mí, el haber ganado a México en tandas de penales le restó sabor a la victoria.

Y es que le veo más avance al futbol tico que al nuestro. Confieso que no le había prestado atención a Gerardo Arteaga. pero sé bien que si lo compró un equipo europeo es porque algo le deben haber visto, sin embargo, contra Costa Rica le tocó bailar con la más fea, pues todos sabemos de la calidad de Joel Campbell, pues su fuerza y su regate fino lo convierten en un peligroso atacante. Sin embargo, algo debe de tener el agua cuando la bendicen. Arteaga recién se coronó campeón de la Copa de Bélgica jugando para el KRC Genk.

Y es en donde la afición mexicana se pregunta, ¿por qué lo llaman si no tiene más nivel que fulanito? y, quiero entender que el "Tata" encuentra una ventaja en los jugadores que son titulares en Europa, en donde se han acostumbrado a jugar en un futbol de más calidad que el nuestro y Gerardo es titular en un equipo campeón.

Y si nuestro problema en el primer tiempo fue la nula salida por la banda izquierda, en la segunda parte lo fue por la derecha, en donde el "Chaca" no estuvo en su noche, errando cualquier cantidad de pases, especialmente los que eran para gol, que fueron muchos. Así, ni Henry Martín que realizó un gran primer tiempo, ni Alan Pulido que entró en el segundo pudieron aprovechar su buena desmarcación al no llegarles ninguno de los balones que les fueron enviados.

Y a eso se refirió Martino durante la rueda de prensa. No es la improducción lo que nos afectó esta noche, no nos confundamos, ni Henry ni Alan fallaron, lo que nos faltó fue una buena generación de juego que propiciara el tiro a gol; uno solamente, el de Héctor Herrera en la segunda parte y un remate en la primera parte por conducto del "Chucky" Lozano, resolviendo en forma muy rápida y certera, sólo que Moreira estuvo muy atento enviando a tiro de esquina milagrosamente.

Y pienso que de todo esto la pandemia es la culpable, pues en la segunda parte se pensó que con la entrada de dos campeones al juego mejoraría todo, pero ni Orbelín ni Romo consiguieron mejorar las acciones, pues una cosa es jugar en un equipo enrachado como el Cruz Azul y otra bien distinta es hacerlo con el TRI, que en este largo transfer ha perdido el embalaje que había ganado.

Costa Rica apostó por el contragolpe, aunque se dio tiempo para enseñarnos su buen manejo de balón, al realizar un buen juego de toque corto al pie, conducidos por la magia innegable de sus dos grandes luminarias, Bryan Ruiz y Joel Campbell, que sin embargo no contaron con la libertad suficiente, pues una línea de cinco bien parada en el medio campo se los impidió, haciendo imposibles los espacios para tirarle a Memo Ochoa desde cualquier punto de la cancha, al grado de que nuestro portero nunca fue requerido de manera importante.

Buena actuación de nuestra tripleta central, destacando Edson Álvarez, quien en la segunda parte para contrarrestar la violencia que los ticos aplicaron durante todo el partido al "Chucky" Lozano, se fue con todo sobre Joel Campbell para que supieran que nosotros también sabemos de esas cosas. Lo más criticable de la noche fue la mala actitud del público mexicano, que con mayor asistencia coreaba el maldito grito homofóbico, habiendo necesidad de que el árbitro detuviera las acciones, primero para aplicar el protocolo para estos casos, siendo el segundo una nueva detención del juego y concentración de los equipos en el centro del campo y la tercera la suspensión del partido, lo que no fue necesario.

Qué vergüenza que los que me he encontrado sin querer, que sólo hablan el lenguaje de los cuervos y que son los promotores de la burla y el desprecio, sean paisanos nuestros. Dos paros y la amenaza de suspender el juego al tercero, cuando sólo faltaban siete u ocho minutos para el final del partido. ¡Qué vergüenza! y todo esto ocurría cuando el comentario del partido se encontraba a cargo de Oswaldo Sánchez, para quien fue creado este insulto del graderío del estadio Jalisco, cuando los seguidores del Atlas no pudieron soportar que Oswaldo los hubiera cambiado por las Chivas. Estos son los grupos a los que llamo borregada, los que entre otras cosas, no alcanzan a entender que un verdadero profesional está para defender al equipo que mejor le pague.

Así, México estará en la final ante Estados Unidos, que logró vencer 1-0 a Honduras; será el domingo 6 de junio a las 20:00 horas en Denver, Colorado. Si no es el mejor momento para México, que apenas ganó a Costa Rica, tampoco es para Estados Unidos, que apenitas venció a Honduras y eso fue ya para terminar el juego.

Hasta pronto amigo.