¡NO! En la Liga MX, no existe un club, cuya plantilla de jugadores, reúna a 22 elementos de igual calidad y rendimiento (22 jugadores titulares). Y recién lo hemos comprobado con un equipo del que podría decirse, cumple con dicha característica, el actual Campeón de la Liga, el Cruz azul.
A esa conclusión he llegado, cuando antes de iniciar su más reciente juego, contra los Bravos de Juárez, último lugar en la tabla de posiciones y con solo 4 goles anotados en 7 juegos, los narradores del partido, ya justificaban la posible derrota de la Máquina, Campeón de Liga, a manos de Bravos de Juárez, equipo dirigido por Ricardo “Tuca” Ferreti, que se presentaba sin haber ganado un solo juego.
SE DESCOMPUSO
Semejante al Titanic, que fue construido para no hundirse jamás, sus constructores no contaron con la posibilidad de que las muchas mamparas que impedirían el hundimiento, se dañaran en un 80%, suficiente para que se produjera la tragedia. Así, a la máquina cementera, se le descompuso el capitán Jesús Corona y el subalterno Sebastián Jurado.
La dureza de su sistema antichoque, se vio debilitada por la ausencia de Juan Escobar y tampoco se pudo contar con el contenedor Luis Romo, delegando la tarea de la contención a cargo de Baca, que ya vio pasar sus mejores años y como tampoco estaba disponible Yotun, aquello comenzó a hacer agua. Todo se iba reduciendo al buen trabajo del encargado del timón y, ¿Qué creen? Orbelin Pineda estaba fatigado después de haber luchado contra una terrible tormenta allá en el canal de Panamá.
Pero por algo se le llama máquina a este equipo, pues siempre que las cosas se ponen difíciles, se vale de un ariete que de un cabezazo derrumba a la más sólida barrera, pues también ese faltó en esta batalla contra los fronterizos. Qué máquina puede funcionar bien si cuenta con tantas piezas averiadas, Jesús Corona, Sebastián Jurado, Juan Escobar, Luis Romo, Orbelin Pineda, Yoshimar Yotun y Jonathan Rodríguez, o sea, peor que el Titanic.
Solo LOS RAYADOS
Y creído de la existencia de los equipos que cuentan con 22 jugadores titulares, yo veía complicado que los bravos pudieran hacer la faena, pero repito, la ausencia de 8 piezas importantes, son suficientes para hundir a cualquier barco. Por lo pronto, aquí tenemos uno que no cuenta con veintidós titulares, pero, el más famoso y con mucho, son los Rayados de Monterrey, que hace ya buen tiempo navegan con esa banderita de superpoderosos, con la que hasta el momento no han podido asustar a nadie.
EL DINERO NO LO ES TODO
Aunque hace dos años, nos entusiasmaron con una actuación que nos hicieron sentir europeos, cuando en el Mundial de Clubes, le dieron un repasito al poderoso Liverpool, jugando tan bien, que ni siquiera nos pesó haber perdido. Peeeeero, ¿en dónde quedó ese Monterrey? En la actualidad, con un plantel aún más caro que el de entonces, no hablemos del Liverpool, no le ganan ni a Esteros, ni al Real Tampuche.
¿Saben de algún otro equipo que cuente con una plantilla de 22 jugadores titulares? ¿Cabrá una felicitación para los Bravos y Ferreti? Los comentaristas opinaban que si no le ganaban a esta máquina destartalada, ¿A quién le iban a ganar? Lo mejor de todo es que debilitados o no, los azules, que se ven muy mal de rojos, con la honestidad que los distingue, fueron capaces de divertirnos para que en colaboración con los Bravos, nos brindaran un partido bien jugado y emocionante.
LAS COMPARACIONES
Con dimensiones distintas, quiero comparar al Monterrey con el Paris Saintgermain. Pueden ustedes imaginar que el PSG, con su plantilla de 22 jugadores titulares, pierda contra el Lyon, el Olympique o el Mónaco en la Liga Francesa, o que pierda contra los equipos españoles, italianos, alemanes e ingleses en la Champions League. Al pensar en todo el dinero ahí invertido, no puedo explicarme el que yo no pueda darme el gusto de comer una de esas hamburguesas que se ven tan sabrosas.
HABRÁ UNA REVOLUCIÓN
Todo esto me hace temer, que tarde o temprano estallará una nueva revolución, no es sano que el Monterrey gaste tanto dinero para nada. Y ¿Qué le vamos a hacer? Las preferencias cromáticas rebasan a la cordura y, ahí nos tienen escuchando como los comentaristas de Monterrey celebran las actuaciones de los Rayados encantados de la vida. Recuerdan ustedes aquel comercial en el que al lado de un Vochito, se detiene un maquinón, cuyo conductor voltea a ver irónicamente al del Vochito. Mientras que este piensa, 5 kilómetros por litro, contra 12 que rinde el mío, ¿De qué se ríe este tipo?
Hasta pronto amigo.
