/ martes 8 de junio de 2021

Ocurrencias del futbol | Quien admira demasiado a los jugadores ajenos no disfruta ni entiende a los propios

La única ventaja de los jóvenes gringos es que en Europa se les paga por aprender. ¡No pasa nada! Somos mejores y quedó demostrado en el terreno de juego, pero acudo nuevamente a la ley de las probabilidades, igual que sucedió con el Cruz Azul, ya les tocaba ganar a los gringos.

No hagamos drama y aprovechemos la lección, porque si no, le estaremos dando la razón a Juan Carlos Osorio, quien decía que uno de nuestros grandes defectos es que somos más chaparros que nuestros rivales y se la seguiremos dando cada vez que esa sea nuestra permanente justificación, sabiendo que la táctica fija es nuestro talón de Aquiles (el único punto en el que nuestra defensa es vulnerable).

Yo nunca tuve habilidad para cabecear el balón, pero la experiencia me ha enseñado que si me dejan solo, seguro acertaré. Pero basta la presencia de un rival a mi lado haciendo referencia (tocándome en un hombro o la espalda) pierdo la confianza, más si me acompañan en el salto aunque no logren ganarme el remate, será totalmente distinto a cabecear solitario, libre y, en los dos goles que nos hicieron, el contrario apareció libre.

Si ponemos atención, veremos que en nuestra competencia doméstica estas desatenciones no son tan comunes. Y no lo son, porque la gran mayoría de nuestros defensas centrales son extranjeros, así vemos cómo Bruno Valdez, Pablo Aguilar, Nico Sánchez, Matheus Doria, son los encargados de atender el juego aéreo, maquillándose así nuestro defecto, pensando que son nuestros jugadores los que saben enfrentar a la táctica fija.

Y cuando digo que no hay por qué preocuparse, es porque no se ha perdido nada. Estamos en proceso de encuentro del mejor equipo representativo y, para eso es necesario probar, probar y más probar. Por ejemplo, en este juego contra Estados Unidos el peor jugador mexicano fue Luis “Chaca” Rodríguez, que normalmente suele hacerlo bien, sin embargo, ahora el hombre no acertaba a pasar bien el balón ni en corto ni en largo, lo que originó una desconfianza en él que prefirió entregar el balón desde su zona de riesgo, que salir en apoyo de sus atacantes como siempre lo ha hecho.

Ahí está el detalle, todos vemos esa falla y, suponemos que el "Tata" también, pero no hace cambio ¿por qué? pues porque es un juego sin gran importancia, por lo que prefiere ver cuál es la capacidad de reacción del “Chaca”. Gallardo también había iniciado mal, pero se fue recuperando hasta que volvió a ser el mismo de siempre. Con Charli Rodríguez ocurrió igual, así, con tres elementos fallando, el equipo no puede funcionar. Como el Titanic, que fue construido para ser insumergible, pero tres compartimentos especiales fueron dañados, haciendo que el gigante se fuera a pique.

El juego fue dominado por México de principio a fin, siempre ha sido así contra Estados Unidos, en parte porque así les conviene a ellos y, en parte porque somos mejores técnicamente hablando. Pero ellos no se van a morir si no nos ganan, a ellos estos juegos les interesan un pito, están metidos de lleno en un proyecto a 4 años, por esa razón sus jugadores apenas sí algunos cuantos rebasan los 22 años de edad. Todos juegan en Europa, porque los gringos sí saben negociar, venden barato para que los europeos se encarguen de la formación de sus jugadores.

Su mejor carta es Christian Pulisic, quien como los que más han destacado en Europa, se fueron primero al Borussia Dortmund para después trascender a lo mejor de Europa, en el caso de Pulisic, al Chelsea de la Premier League, todo como el resultado de una buena negociación, pero de ninguna manera el muchacho es mejor que Hirving “Chucky” Lozano o Diego Lainez. Después destaca Giovanni Reyna, también en el Borussia, aprovechando los reflectores que iluminan a un equipo dedicado a terminar los procesos de formación de futbolistas jóvenes. Y finalmente, tenemos a Weston Mckenny, cuya única característica que lo adorna es que juega al lado de Cristiano Ronaldo, quien como bien sabemos, junto con el Juventus, no ganó absolutamente nada en este 2021 y, con la misma edad del "Chucky" en el futbol italiano, no tiene el mismo reconocimiento que el mexicano. Y con su 1.77 de estatura, ningún defensa nuestro lo marcó cuando nos anotó el segundo gol rematando con la cabeza un tiro de esquina.

En fin, este es el clásico de Concacaf y se juega más con pasión que con buen futbol. Como cosa curiosa tenemos el caso de Carlos Salcedo, cuyo estigma de culpable lo persigue por todas partes, en esta ocasión, aunque no fue faul, se le adjudica el penalti para el segundo gol de Estados Unidos. Será bueno que platique con Miguel Layún, para que le diga cómo sacudirse las malas vibras sin tener que ir a Catemaco.

Los mejores jugadores del partido fueron mexicanos, Guillermo Ochoa, cuya consistencia es verdaderamente impresionante, pasan los años y él igual; el otro fue Héctor Moreno, quien incluso anotó un gol que le fue invalidado; Edson Álvarez como siempre; Héctor Herrera, mucho más que bien; Jesús Manuel Corona, que junto al "Chucky" Lozano fueron víctimas de una absurda persecución, que pareciera se estuvieran ganando la calificación al Mundial y, finalmente, Diego Lainez, que por alguna razón el "Tata" le concedió muy pocos minutos. Y la parte mala, el “Chaca”, Charli Rodríguez, Luis Romo que igual jugó poco tiempo, pero que igual al juego anterior, tuvo un gol y lo dejó ir y Andrés Guardado, quien ni jugó bien y para colmo erró un penalti.

Hasta pronto amigo.

La única ventaja de los jóvenes gringos es que en Europa se les paga por aprender. ¡No pasa nada! Somos mejores y quedó demostrado en el terreno de juego, pero acudo nuevamente a la ley de las probabilidades, igual que sucedió con el Cruz Azul, ya les tocaba ganar a los gringos.

No hagamos drama y aprovechemos la lección, porque si no, le estaremos dando la razón a Juan Carlos Osorio, quien decía que uno de nuestros grandes defectos es que somos más chaparros que nuestros rivales y se la seguiremos dando cada vez que esa sea nuestra permanente justificación, sabiendo que la táctica fija es nuestro talón de Aquiles (el único punto en el que nuestra defensa es vulnerable).

Yo nunca tuve habilidad para cabecear el balón, pero la experiencia me ha enseñado que si me dejan solo, seguro acertaré. Pero basta la presencia de un rival a mi lado haciendo referencia (tocándome en un hombro o la espalda) pierdo la confianza, más si me acompañan en el salto aunque no logren ganarme el remate, será totalmente distinto a cabecear solitario, libre y, en los dos goles que nos hicieron, el contrario apareció libre.

Si ponemos atención, veremos que en nuestra competencia doméstica estas desatenciones no son tan comunes. Y no lo son, porque la gran mayoría de nuestros defensas centrales son extranjeros, así vemos cómo Bruno Valdez, Pablo Aguilar, Nico Sánchez, Matheus Doria, son los encargados de atender el juego aéreo, maquillándose así nuestro defecto, pensando que son nuestros jugadores los que saben enfrentar a la táctica fija.

Y cuando digo que no hay por qué preocuparse, es porque no se ha perdido nada. Estamos en proceso de encuentro del mejor equipo representativo y, para eso es necesario probar, probar y más probar. Por ejemplo, en este juego contra Estados Unidos el peor jugador mexicano fue Luis “Chaca” Rodríguez, que normalmente suele hacerlo bien, sin embargo, ahora el hombre no acertaba a pasar bien el balón ni en corto ni en largo, lo que originó una desconfianza en él que prefirió entregar el balón desde su zona de riesgo, que salir en apoyo de sus atacantes como siempre lo ha hecho.

Ahí está el detalle, todos vemos esa falla y, suponemos que el "Tata" también, pero no hace cambio ¿por qué? pues porque es un juego sin gran importancia, por lo que prefiere ver cuál es la capacidad de reacción del “Chaca”. Gallardo también había iniciado mal, pero se fue recuperando hasta que volvió a ser el mismo de siempre. Con Charli Rodríguez ocurrió igual, así, con tres elementos fallando, el equipo no puede funcionar. Como el Titanic, que fue construido para ser insumergible, pero tres compartimentos especiales fueron dañados, haciendo que el gigante se fuera a pique.

El juego fue dominado por México de principio a fin, siempre ha sido así contra Estados Unidos, en parte porque así les conviene a ellos y, en parte porque somos mejores técnicamente hablando. Pero ellos no se van a morir si no nos ganan, a ellos estos juegos les interesan un pito, están metidos de lleno en un proyecto a 4 años, por esa razón sus jugadores apenas sí algunos cuantos rebasan los 22 años de edad. Todos juegan en Europa, porque los gringos sí saben negociar, venden barato para que los europeos se encarguen de la formación de sus jugadores.

Su mejor carta es Christian Pulisic, quien como los que más han destacado en Europa, se fueron primero al Borussia Dortmund para después trascender a lo mejor de Europa, en el caso de Pulisic, al Chelsea de la Premier League, todo como el resultado de una buena negociación, pero de ninguna manera el muchacho es mejor que Hirving “Chucky” Lozano o Diego Lainez. Después destaca Giovanni Reyna, también en el Borussia, aprovechando los reflectores que iluminan a un equipo dedicado a terminar los procesos de formación de futbolistas jóvenes. Y finalmente, tenemos a Weston Mckenny, cuya única característica que lo adorna es que juega al lado de Cristiano Ronaldo, quien como bien sabemos, junto con el Juventus, no ganó absolutamente nada en este 2021 y, con la misma edad del "Chucky" en el futbol italiano, no tiene el mismo reconocimiento que el mexicano. Y con su 1.77 de estatura, ningún defensa nuestro lo marcó cuando nos anotó el segundo gol rematando con la cabeza un tiro de esquina.

En fin, este es el clásico de Concacaf y se juega más con pasión que con buen futbol. Como cosa curiosa tenemos el caso de Carlos Salcedo, cuyo estigma de culpable lo persigue por todas partes, en esta ocasión, aunque no fue faul, se le adjudica el penalti para el segundo gol de Estados Unidos. Será bueno que platique con Miguel Layún, para que le diga cómo sacudirse las malas vibras sin tener que ir a Catemaco.

Los mejores jugadores del partido fueron mexicanos, Guillermo Ochoa, cuya consistencia es verdaderamente impresionante, pasan los años y él igual; el otro fue Héctor Moreno, quien incluso anotó un gol que le fue invalidado; Edson Álvarez como siempre; Héctor Herrera, mucho más que bien; Jesús Manuel Corona, que junto al "Chucky" Lozano fueron víctimas de una absurda persecución, que pareciera se estuvieran ganando la calificación al Mundial y, finalmente, Diego Lainez, que por alguna razón el "Tata" le concedió muy pocos minutos. Y la parte mala, el “Chaca”, Charli Rodríguez, Luis Romo que igual jugó poco tiempo, pero que igual al juego anterior, tuvo un gol y lo dejó ir y Andrés Guardado, quien ni jugó bien y para colmo erró un penalti.

Hasta pronto amigo.