/ domingo 22 de marzo de 2020

Ocurrencias del futbol | Todo lo que sobresale de lo común en la historia de los pueblos, suele revelarse por sí mismo

¿Acaso será que Gran Bretaña estuviera en la escala de la civilización, varios escalones arriba de los países del continente?

El caso es que aquel ejercicio violentísimo que disfrutaban los antiguos griegos, romanos y galos, vino a encontrar en Inglaterra quien se interesara por reglamentar tal diversión, para convertirla en un deporte que sirviera de instrumento didáctico que complementara el proceso de desarrollo, convirtiéndolo en integral. Reacción lógica y congruente, producto de la preferencia que por esta diversión dedicaron los colegios universitarios británicos, mientras que en las otras partes fueron el bulgo o la milicia los que lo "disfrutaron".

Existían ya por esos años numerosos practicantes solitarios, del peinado y buen toque del balón con los pies, a modo de ejercicio individual. Y otros en el juego abusaban de impulsarlo con los pies, lo que era poco rentable de cara al objetivo de vencer en los encuentros, ya que el empleo de las manos resultaba más eficaz... En consecuencia, de un modo u otro, en la decada de 1840 estaban ya determinadas condiciones para el surgimiento de una polémica que iba a obstaculizar la formalización de un código reglamentario, el cual, por otra parte aparecía como una necesidad ineludible para acabar con las situaciones de confusión que desvirtuaban los encuentros, ¿Era aquel un juego del balón en sí mismo? O por el contrario ¿Era el punto de partida de otros tipos de juego? Para las personas de la ciudad de Rugby el tema carecía de interés: el juego debería ser el que todos conocían y practicabn y su reglamentación codificada tenía que establecerse sencillamente a partir de su realidad, esta no era otra que la permisividad en el uso de pies y manos. El Rugby por tanto, se concretaba: finalmente, en 1842, los profesores y alumnos de la célebre universidad decidieron, prescindiendo de opiniones ajenas, codificar el juego en aquel sentido. El Rugby había nacido.

Sin embargo, tal convencimiento no fue general. En otros lugares existían dudas y oposiciones: uno de esos lugares en los que no se compartía el criterio de Rugby era el famoso Trinity College de la Universidad de Cambridge. Aquí como en Eton y Harrow, no se aceptó el codigo de Rugby en su totalidad, pues sus hombres tenían ideas propias respecto a la reglamentación del juego. Así en Eton se concretó el concepto de Offside (situación que equivale a "fuera de juego" del futbol actual), con el fin de señalar una posición ilegal en el campo, es decir, la de quel jugador situado en un lugar "excesivamente avanzado en el terreno adversario" con referencia a los jugadores adelantados del equipo contrario (táctica del fuera de juego ampliamente utilizada por tantos entrenadores, especialmente en las últimas décadas). Fue también en Eton donde se adoptó la costumbre de intercambiar la posición en las dos partes del terreno de juego entre uno y otro equipo tras la pausa de intermedio del partido.

Por su parte en Cambridge, recogiendo una herencia proveniente de Cheltenham, se comenzó a realizar el saque de banda como forma correcta de reanudar el juego cuando el balón rebasa la frontera lógica del cuadrilátero de juego, en lugar de esperar que lo devolviera algún espectador o que, por cualquier medio, se hiciera con él alguno de los jugadores. Fue también en Cambridge donde se adoptó la idea de colocar un gran madero transversal en la portería, sustituyendo a la endeble cinta usada hasta entonces. Pero en uno y otros lugares, persistía el uso de las manos y los pies, a pesar de la forma en que los jugadores de Rugby habían resuelto la cuestión. En 1846 y después de largas discusiones, en el citado Trinity College de Cambridge, un conjunto de directivos y estudiantes de diversos centros educativos de la nación elaboraban el primer código del futbol. Este código deslindaba los dos posibles tipos de juego: el de manos pies por una parte y el de solamente pies por otra, perfilando así la asociación entre los dos grandes juegos herencia de la vieja tradición de perseguir un balón. Fue así mismo en aquella reunión de Cambridge donde se reglamentó la esencia del "golpe franco", con su barrera defensiva de jugadores y la penalización de la carga de un jugador contra otro que rebasara un límite de dureza: también se valoró la necesidad de fijar las dimensiones del terreno de juego.

La confusión sin embargo, persistía y la posibilidad de unificación entre el código de Rugby y el de Cambridge se esfumó, Los de Rugby siguieron con sus prácticas, pero la mayor parte de los centros doscentes de Gran Bretaña aceptaron gradualmente el código de Cambridge y, enmarcado por sus normas se fundó el primer club no universitario de la nación, en 1857: el Shefifield Club. Unos años después en 1862, nacía el segundo en la ciudad de Nottingham: el Notts County. Desde ese momento comenzaron a proliferar los equipos... Los ingleses lograron que el futbol progresara y que se expandiera por las islas Británicas, En 1867, en Escocia se instituyó el Queen's Park Club... Continuará.

Hasta pronto amigo.

¿Acaso será que Gran Bretaña estuviera en la escala de la civilización, varios escalones arriba de los países del continente?

El caso es que aquel ejercicio violentísimo que disfrutaban los antiguos griegos, romanos y galos, vino a encontrar en Inglaterra quien se interesara por reglamentar tal diversión, para convertirla en un deporte que sirviera de instrumento didáctico que complementara el proceso de desarrollo, convirtiéndolo en integral. Reacción lógica y congruente, producto de la preferencia que por esta diversión dedicaron los colegios universitarios británicos, mientras que en las otras partes fueron el bulgo o la milicia los que lo "disfrutaron".

Existían ya por esos años numerosos practicantes solitarios, del peinado y buen toque del balón con los pies, a modo de ejercicio individual. Y otros en el juego abusaban de impulsarlo con los pies, lo que era poco rentable de cara al objetivo de vencer en los encuentros, ya que el empleo de las manos resultaba más eficaz... En consecuencia, de un modo u otro, en la decada de 1840 estaban ya determinadas condiciones para el surgimiento de una polémica que iba a obstaculizar la formalización de un código reglamentario, el cual, por otra parte aparecía como una necesidad ineludible para acabar con las situaciones de confusión que desvirtuaban los encuentros, ¿Era aquel un juego del balón en sí mismo? O por el contrario ¿Era el punto de partida de otros tipos de juego? Para las personas de la ciudad de Rugby el tema carecía de interés: el juego debería ser el que todos conocían y practicabn y su reglamentación codificada tenía que establecerse sencillamente a partir de su realidad, esta no era otra que la permisividad en el uso de pies y manos. El Rugby por tanto, se concretaba: finalmente, en 1842, los profesores y alumnos de la célebre universidad decidieron, prescindiendo de opiniones ajenas, codificar el juego en aquel sentido. El Rugby había nacido.

Sin embargo, tal convencimiento no fue general. En otros lugares existían dudas y oposiciones: uno de esos lugares en los que no se compartía el criterio de Rugby era el famoso Trinity College de la Universidad de Cambridge. Aquí como en Eton y Harrow, no se aceptó el codigo de Rugby en su totalidad, pues sus hombres tenían ideas propias respecto a la reglamentación del juego. Así en Eton se concretó el concepto de Offside (situación que equivale a "fuera de juego" del futbol actual), con el fin de señalar una posición ilegal en el campo, es decir, la de quel jugador situado en un lugar "excesivamente avanzado en el terreno adversario" con referencia a los jugadores adelantados del equipo contrario (táctica del fuera de juego ampliamente utilizada por tantos entrenadores, especialmente en las últimas décadas). Fue también en Eton donde se adoptó la costumbre de intercambiar la posición en las dos partes del terreno de juego entre uno y otro equipo tras la pausa de intermedio del partido.

Por su parte en Cambridge, recogiendo una herencia proveniente de Cheltenham, se comenzó a realizar el saque de banda como forma correcta de reanudar el juego cuando el balón rebasa la frontera lógica del cuadrilátero de juego, en lugar de esperar que lo devolviera algún espectador o que, por cualquier medio, se hiciera con él alguno de los jugadores. Fue también en Cambridge donde se adoptó la idea de colocar un gran madero transversal en la portería, sustituyendo a la endeble cinta usada hasta entonces. Pero en uno y otros lugares, persistía el uso de las manos y los pies, a pesar de la forma en que los jugadores de Rugby habían resuelto la cuestión. En 1846 y después de largas discusiones, en el citado Trinity College de Cambridge, un conjunto de directivos y estudiantes de diversos centros educativos de la nación elaboraban el primer código del futbol. Este código deslindaba los dos posibles tipos de juego: el de manos pies por una parte y el de solamente pies por otra, perfilando así la asociación entre los dos grandes juegos herencia de la vieja tradición de perseguir un balón. Fue así mismo en aquella reunión de Cambridge donde se reglamentó la esencia del "golpe franco", con su barrera defensiva de jugadores y la penalización de la carga de un jugador contra otro que rebasara un límite de dureza: también se valoró la necesidad de fijar las dimensiones del terreno de juego.

La confusión sin embargo, persistía y la posibilidad de unificación entre el código de Rugby y el de Cambridge se esfumó, Los de Rugby siguieron con sus prácticas, pero la mayor parte de los centros doscentes de Gran Bretaña aceptaron gradualmente el código de Cambridge y, enmarcado por sus normas se fundó el primer club no universitario de la nación, en 1857: el Shefifield Club. Unos años después en 1862, nacía el segundo en la ciudad de Nottingham: el Notts County. Desde ese momento comenzaron a proliferar los equipos... Los ingleses lograron que el futbol progresara y que se expandiera por las islas Británicas, En 1867, en Escocia se instituyó el Queen's Park Club... Continuará.

Hasta pronto amigo.