/ domingo 5 de diciembre de 2021

Ocurrencias del futbol | Un buen discurso sustenta la confianza del jugador a su director técnico

Los hay que nos impresionan con su clara dialéctica y los descubrimos a través de las ruedas de prensa al final de cada partido

El futbol como profesión reclama al futbolista una capacidad para expresarse, similar a la de cualquier profesionista universitario, que con frecuencia incursiona en espacios filosóficos. Veamos qué cosa es la dialéctica.

La dialéctica es una ciencia "argumentativa" por la que se busca la verdad a través de la manifestación de las contradicciones de los argumentos expuestos por el adversario... Se entiende ¿verdad?, y es la manera más exacta para un buen discernimiento, que siendo inusual en nuestra cotidianidad, de la misma manera que afrontamos la dificultad que implica la táctica, que acabamos por dominar mediante el método de entrenamiento por repeticiones, a través del repetido discurso previo al juego, el futbolista acaba por dominarlo igual que un lenguaje, idioma o doctrina.

Y como suele ocurrir que los lenguajes con frecuencia son alterados por las costumbres regionales, modismos, barbarismos, etc., se entorpece la comunicación. El colombiano Juan Carlos Osorio, exdirector técnico de nuestro TRI, a pesar de su reconocido conocimiento en todos los aspectos del futbol contaba con un discurso, del que pude comprobar que no solo yo no comprendía y, de la misma forma que mi ignorancia en temas de la táctica, que confieso a ustedes, en los casos de Santiago Solari, que se vale de una línea invisible que impide que sus rivales le anoten goles, en juego donde la acción nos señala que debe ser al contrario, o en el caso de Nicolás Larcamón, que suele salir avante cuando vemos que su equipo es completamente dominado por su rival, al que terminan venciendo inexplicablemente para mí.

El que yo no entienda a Solari ni a Larcamón no los hace malos directores técnicos, si pudiera estar presente en cada discurso previo a los juegos, seguramente que lograría entenderlos, como si lo entienden sus jugadores, sin embargo, en el caso Osorio, que cuenta con más recursosa académicos que Solari y Larcamón , jamás pudo alguien en México ni en los siguientes sitios en donde continuó su trabajo, ser comprendido.

Pero hay algo más que no alcanzo a comprender. Hay en nuestro país, directores técnicos que contando con una extraordinaria dialéctica, han fracasado con todos los equipos que han dirigido y, curiosamente. ahora que hago mención a Larcamón, a los dos los observé por primera vez en Puebla. A José Luis Sánchez Solá con el Puebla y, a Rafael Puente del Río con Lobos BUAP. Personas cuyo discurso deja claro su mensaje, que, sin embargo, no se traduce en victorias. Habemos muchos que creemos que las condiciones que hoy exhibe el Atlas, obedecen a la inercia dejada por el trabajo de Rafael Puente, que al salir del Atlas, acumulaba 11 derrotas consecutivas.

Para mí, como para muchos otros, el popular Chelís, calvo como la mayoría de los españoles mexicanos, es un entrenador desconocido, al que admiramos como a un lunático metido en el mundo de la Primera División. Este frustrado defensa central y delantero centro, llegó a jugar con las reservas del Puebla hasta que un día lo corrió Manuel Lapuente por indisciplinado... Un hombre que clasifica el ascenso del Puebla como un guion para Hollywood: Carajo, lo que pasó con el Puebla fue de película, no de la vida real.

Yo levanté un muerto. Mis jugadores eran del llano. Uno venía de trabajar en la Central de Abastos, otro era repartidor de DHL, unos más estaban desempleados, otro ya se había retirado. Imagínate una cinta donde se hace un equipo de barrio que le gana al poderoso. Tuve que reunir al gordo, al bizco, al cojo, al maricón para poder armar la escuadra. Con un técnico que parece un personaje de película... Hagamos el script, me cae que nos sale una buena película. Un jugador que me dijo: Lo único que quiero es que mi hijo me vea con la camiseta del Puebla.

Y me pregunto, si hombres como estos, que cuentan con conocimiento y con el léxico suficiente para transmitirlo y ser comprendidos por sus jugadores, ¿Por qué no ganan? ¿Cómo puede ser que un equipo que perdió once juegos de manera consaecutiva, dos torneos después esté peleando en semifinales? Parece que le están dando demasiada importancia a los técnicos y, el entrenador es lo menos trascendente en el futbol, eso hay que demostrárselo a los jugadores y, entonces ellos comprenderán su verdadero valor. El jugador no debe depender del técnico.

Cuenta el Chelís, después de la final contra Dorados, me fui a mi casa a las ocho de la noche. No fui al desfile ni a la fiesta. Le viene bien el futbol de Primera División a una ciudad como Puebla, igual que a Tampico, en donde veo difícil que intereses foráneos, que aprovechan lo que Tampico posee para preparar con muy buenos resultados, a jugadores que una vez conocidos, se van a servir a su origen. Necesitamos aquí no a otro Chelís, sino a otro Salvador Barragán Camacho, a otro Arq. Paulino Lomas, a otro Lic. Peláez, que vuelvan a darle al estadio Tamaulipas la alegría que era característica de nuestra región huasteca.

Hasta pronto amigo.

Los hay que nos impresionan con su clara dialéctica y los descubrimos a través de las ruedas de prensa al final de cada partido

El futbol como profesión reclama al futbolista una capacidad para expresarse, similar a la de cualquier profesionista universitario, que con frecuencia incursiona en espacios filosóficos. Veamos qué cosa es la dialéctica.

La dialéctica es una ciencia "argumentativa" por la que se busca la verdad a través de la manifestación de las contradicciones de los argumentos expuestos por el adversario... Se entiende ¿verdad?, y es la manera más exacta para un buen discernimiento, que siendo inusual en nuestra cotidianidad, de la misma manera que afrontamos la dificultad que implica la táctica, que acabamos por dominar mediante el método de entrenamiento por repeticiones, a través del repetido discurso previo al juego, el futbolista acaba por dominarlo igual que un lenguaje, idioma o doctrina.

Y como suele ocurrir que los lenguajes con frecuencia son alterados por las costumbres regionales, modismos, barbarismos, etc., se entorpece la comunicación. El colombiano Juan Carlos Osorio, exdirector técnico de nuestro TRI, a pesar de su reconocido conocimiento en todos los aspectos del futbol contaba con un discurso, del que pude comprobar que no solo yo no comprendía y, de la misma forma que mi ignorancia en temas de la táctica, que confieso a ustedes, en los casos de Santiago Solari, que se vale de una línea invisible que impide que sus rivales le anoten goles, en juego donde la acción nos señala que debe ser al contrario, o en el caso de Nicolás Larcamón, que suele salir avante cuando vemos que su equipo es completamente dominado por su rival, al que terminan venciendo inexplicablemente para mí.

El que yo no entienda a Solari ni a Larcamón no los hace malos directores técnicos, si pudiera estar presente en cada discurso previo a los juegos, seguramente que lograría entenderlos, como si lo entienden sus jugadores, sin embargo, en el caso Osorio, que cuenta con más recursosa académicos que Solari y Larcamón , jamás pudo alguien en México ni en los siguientes sitios en donde continuó su trabajo, ser comprendido.

Pero hay algo más que no alcanzo a comprender. Hay en nuestro país, directores técnicos que contando con una extraordinaria dialéctica, han fracasado con todos los equipos que han dirigido y, curiosamente. ahora que hago mención a Larcamón, a los dos los observé por primera vez en Puebla. A José Luis Sánchez Solá con el Puebla y, a Rafael Puente del Río con Lobos BUAP. Personas cuyo discurso deja claro su mensaje, que, sin embargo, no se traduce en victorias. Habemos muchos que creemos que las condiciones que hoy exhibe el Atlas, obedecen a la inercia dejada por el trabajo de Rafael Puente, que al salir del Atlas, acumulaba 11 derrotas consecutivas.

Para mí, como para muchos otros, el popular Chelís, calvo como la mayoría de los españoles mexicanos, es un entrenador desconocido, al que admiramos como a un lunático metido en el mundo de la Primera División. Este frustrado defensa central y delantero centro, llegó a jugar con las reservas del Puebla hasta que un día lo corrió Manuel Lapuente por indisciplinado... Un hombre que clasifica el ascenso del Puebla como un guion para Hollywood: Carajo, lo que pasó con el Puebla fue de película, no de la vida real.

Yo levanté un muerto. Mis jugadores eran del llano. Uno venía de trabajar en la Central de Abastos, otro era repartidor de DHL, unos más estaban desempleados, otro ya se había retirado. Imagínate una cinta donde se hace un equipo de barrio que le gana al poderoso. Tuve que reunir al gordo, al bizco, al cojo, al maricón para poder armar la escuadra. Con un técnico que parece un personaje de película... Hagamos el script, me cae que nos sale una buena película. Un jugador que me dijo: Lo único que quiero es que mi hijo me vea con la camiseta del Puebla.

Y me pregunto, si hombres como estos, que cuentan con conocimiento y con el léxico suficiente para transmitirlo y ser comprendidos por sus jugadores, ¿Por qué no ganan? ¿Cómo puede ser que un equipo que perdió once juegos de manera consaecutiva, dos torneos después esté peleando en semifinales? Parece que le están dando demasiada importancia a los técnicos y, el entrenador es lo menos trascendente en el futbol, eso hay que demostrárselo a los jugadores y, entonces ellos comprenderán su verdadero valor. El jugador no debe depender del técnico.

Cuenta el Chelís, después de la final contra Dorados, me fui a mi casa a las ocho de la noche. No fui al desfile ni a la fiesta. Le viene bien el futbol de Primera División a una ciudad como Puebla, igual que a Tampico, en donde veo difícil que intereses foráneos, que aprovechan lo que Tampico posee para preparar con muy buenos resultados, a jugadores que una vez conocidos, se van a servir a su origen. Necesitamos aquí no a otro Chelís, sino a otro Salvador Barragán Camacho, a otro Arq. Paulino Lomas, a otro Lic. Peláez, que vuelvan a darle al estadio Tamaulipas la alegría que era característica de nuestra región huasteca.

Hasta pronto amigo.