/ martes 23 de marzo de 2021

Ocurrencias del futbol | Un hombre con valor, pero sin rectitud no es más que un bandido

El hombre de bondad posee cierto valor, pero el hombre valiente no es necesariamente bueno.

En la historia del futbol han existido jugadores a los que su fama al paso del tiempo los ha convertido en leyendas. En México tenemos el ejemplo de dos figuras realmente sobresalientes, tanto por sus extraordinarias exhibiciones de buen arte futbolístico, como por sus escándalos fuera del campo, ellos fueron Luis de la Fuente y Hoyos, mejor conocido como el Pirata Fuente, el otro jugó junto a él en el Veracruz de la segunda mitad de los años 40 y, se llamó Julián Durán y fue conocido como el “Pachuco”, debido a su estrafalaria forma de vestir, usando sacos con anchas hombreras, acinturados que llegaban hasta las rodillas, pantalones bombachos, sombrero de alas anchas adornado con una larga pluma y, luciendo una leontina que colgaba hasta sus rodillas para regresar hasta el chaleco para conectarse a un reluciente reloj de bolsillo.

De ambos se sabe que fueron excelentes jugadores y, que fuera de las canchas gustaban de la bebida y, que nunca desairaban una oportunidad de intercambiar catorrazos con quien los provocara y que cuando no aparecía nadie, ellos mismos lo buscaban, los antiguos nos platican de las reyertas ocurridas en el antiguo salón Normandi del Hotel Inglaterra, cuando el Veracruz visitaba a los celestes del Tampico. El Pachuco, cuya esposa vestía igual a las parejas de los pachucos de aquellos tiempos, fue acuchillado en un bailongo por otro igual que él. Y como estas dos leyendas, existen miles en el mundo del futbol que nos hablan de la mala educación deportiva del futbolista.

La “responsabilidad”, es la cualidad de responder a los propios actos. Las personas responsables son formales y conscientes tanto en el empeño de su palabra como de sus actos. De modo que los niños deben aprender a conducirse con responsabilidad, siempre conscientes de que sus actos pueden dar resultados positivos o negativos, dependiendo de cómo se conduzcan; pero siempre deben asumir las consecuencias de ellos. En este momento, el equipo más querido de México, está pagando las consecuencias sufridas por la irresponsabilidad de algunos de sus jugadores.

Con esto no solamente vamos a formar niños responsables de travesuras, sino que también vamos a formar pequeños con responsabilidad en sus actividades cotidianas: tareas, juegos y demás obligaciones que pudieran tener. Y una buena forma de obtener esto es mostrándoles que las responsabilidades son primero. Ejemplo: La tarea. Si queremos que todos los niños sean responsables de llevar la tarea a la escuela, debemos inculcarles que al llegar a casa, lo primero que se hace, es la tarea y después vendrán los juegos o la televisión. De esta manera, el niño irá asociando a las responsabilidades como su prioridad y el resto como recompensa.

La “sencillez” es la cualidad de ser natural y espontáneo. Aquí no nos estamos refiriendo a la forma en que vivimos, sino a la manera en que nos dirigimos a los demás y a la forma en que tomamos las cosas. Al igual que la “humildad”, la sencillez es uno de los valores fundamentales de adaptación y aceptación del ser humano, porque se considera muy difícil tratar a unas personas superfluas que creen estar en otro nivel muy distinto al del resto de las personas, por tanto es indispensable que los niños crezcan con estos valores para que siempre se sientan integrados a la sociedad.

La “tolerancia” es el respeto a la libertad de los demás, a su forma de actuar o a sus opiniones o pensamientos. Todos somos distintos, por eso la tolerancia será la única herramienta que nos permitirá llevarnos bien con el resto de las personas. Un niño tolerante será siempre bien recibido en todas partes y, por el contrario, un niño poco tolerante y neurótico, difícilmente será aceptado por sus compañeros, no por el hecho de no serles agradable, sino porque no es tan sencillo tratar y estar con él, entonces si queremos que nuestros pequeños sean bien vistos por todos, debemos inculcarles el valor de la tolerancia.

La “unidad” significa tenerse amor y estar compenetrados, pues estamos hablando de la unidad como seres humanos. Nuevamente nos referimos a que nadie está sobrando en este mundo, además que todos necesitamos de todos y, nuestra individualidad y unión de caracteres nos hacen compatibles a los unos con los otros. Existe una actitud humana negativa que desaparece constantemente, para volver a aparecer, ocasionando siempre igual daño, la discriminación.

El gran periodista y escritor uruguayo, Eduardo Galeano, dijo en su obra “El Libro de los abrazos”: “En las islas francesas del Caribe, los textos de la historia enseñan que Napoleón fue el más admirable guerrero de occidente. En esas islas, Napoleón restableció la esclavitud en 1802. A sangre y fuego obligó a que los negros libres volvieran a ser esclavos en las plantaciones. De esto, nada dicen los textos. Los negros son los nietos de Napoleón, no sus víctimas.

Recordando el 12 de octubre, el día de respeto a la diversidad cultural como un logro, como un triunfo frente a años y años de celebrar matanzas, despojos, desalojos, destierro y muerte. Día de respeto a la diversidad cultural, reconociendo en esa diversidad un camino que recién empieza a trazarse, pero ya con pasos firmes. Todos somos iguales, Cristiano Ronaldo y Messi son dos grandes jugadores y, ninguno es mejor que el otro, simplemente Cristiano es uno y Messi es otro, distintos en color, iguales en esencia.

Hasta pronto amigo.

El hombre de bondad posee cierto valor, pero el hombre valiente no es necesariamente bueno.

En la historia del futbol han existido jugadores a los que su fama al paso del tiempo los ha convertido en leyendas. En México tenemos el ejemplo de dos figuras realmente sobresalientes, tanto por sus extraordinarias exhibiciones de buen arte futbolístico, como por sus escándalos fuera del campo, ellos fueron Luis de la Fuente y Hoyos, mejor conocido como el Pirata Fuente, el otro jugó junto a él en el Veracruz de la segunda mitad de los años 40 y, se llamó Julián Durán y fue conocido como el “Pachuco”, debido a su estrafalaria forma de vestir, usando sacos con anchas hombreras, acinturados que llegaban hasta las rodillas, pantalones bombachos, sombrero de alas anchas adornado con una larga pluma y, luciendo una leontina que colgaba hasta sus rodillas para regresar hasta el chaleco para conectarse a un reluciente reloj de bolsillo.

De ambos se sabe que fueron excelentes jugadores y, que fuera de las canchas gustaban de la bebida y, que nunca desairaban una oportunidad de intercambiar catorrazos con quien los provocara y que cuando no aparecía nadie, ellos mismos lo buscaban, los antiguos nos platican de las reyertas ocurridas en el antiguo salón Normandi del Hotel Inglaterra, cuando el Veracruz visitaba a los celestes del Tampico. El Pachuco, cuya esposa vestía igual a las parejas de los pachucos de aquellos tiempos, fue acuchillado en un bailongo por otro igual que él. Y como estas dos leyendas, existen miles en el mundo del futbol que nos hablan de la mala educación deportiva del futbolista.

La “responsabilidad”, es la cualidad de responder a los propios actos. Las personas responsables son formales y conscientes tanto en el empeño de su palabra como de sus actos. De modo que los niños deben aprender a conducirse con responsabilidad, siempre conscientes de que sus actos pueden dar resultados positivos o negativos, dependiendo de cómo se conduzcan; pero siempre deben asumir las consecuencias de ellos. En este momento, el equipo más querido de México, está pagando las consecuencias sufridas por la irresponsabilidad de algunos de sus jugadores.

Con esto no solamente vamos a formar niños responsables de travesuras, sino que también vamos a formar pequeños con responsabilidad en sus actividades cotidianas: tareas, juegos y demás obligaciones que pudieran tener. Y una buena forma de obtener esto es mostrándoles que las responsabilidades son primero. Ejemplo: La tarea. Si queremos que todos los niños sean responsables de llevar la tarea a la escuela, debemos inculcarles que al llegar a casa, lo primero que se hace, es la tarea y después vendrán los juegos o la televisión. De esta manera, el niño irá asociando a las responsabilidades como su prioridad y el resto como recompensa.

La “sencillez” es la cualidad de ser natural y espontáneo. Aquí no nos estamos refiriendo a la forma en que vivimos, sino a la manera en que nos dirigimos a los demás y a la forma en que tomamos las cosas. Al igual que la “humildad”, la sencillez es uno de los valores fundamentales de adaptación y aceptación del ser humano, porque se considera muy difícil tratar a unas personas superfluas que creen estar en otro nivel muy distinto al del resto de las personas, por tanto es indispensable que los niños crezcan con estos valores para que siempre se sientan integrados a la sociedad.

La “tolerancia” es el respeto a la libertad de los demás, a su forma de actuar o a sus opiniones o pensamientos. Todos somos distintos, por eso la tolerancia será la única herramienta que nos permitirá llevarnos bien con el resto de las personas. Un niño tolerante será siempre bien recibido en todas partes y, por el contrario, un niño poco tolerante y neurótico, difícilmente será aceptado por sus compañeros, no por el hecho de no serles agradable, sino porque no es tan sencillo tratar y estar con él, entonces si queremos que nuestros pequeños sean bien vistos por todos, debemos inculcarles el valor de la tolerancia.

La “unidad” significa tenerse amor y estar compenetrados, pues estamos hablando de la unidad como seres humanos. Nuevamente nos referimos a que nadie está sobrando en este mundo, además que todos necesitamos de todos y, nuestra individualidad y unión de caracteres nos hacen compatibles a los unos con los otros. Existe una actitud humana negativa que desaparece constantemente, para volver a aparecer, ocasionando siempre igual daño, la discriminación.

El gran periodista y escritor uruguayo, Eduardo Galeano, dijo en su obra “El Libro de los abrazos”: “En las islas francesas del Caribe, los textos de la historia enseñan que Napoleón fue el más admirable guerrero de occidente. En esas islas, Napoleón restableció la esclavitud en 1802. A sangre y fuego obligó a que los negros libres volvieran a ser esclavos en las plantaciones. De esto, nada dicen los textos. Los negros son los nietos de Napoleón, no sus víctimas.

Recordando el 12 de octubre, el día de respeto a la diversidad cultural como un logro, como un triunfo frente a años y años de celebrar matanzas, despojos, desalojos, destierro y muerte. Día de respeto a la diversidad cultural, reconociendo en esa diversidad un camino que recién empieza a trazarse, pero ya con pasos firmes. Todos somos iguales, Cristiano Ronaldo y Messi son dos grandes jugadores y, ninguno es mejor que el otro, simplemente Cristiano es uno y Messi es otro, distintos en color, iguales en esencia.

Hasta pronto amigo.