/ sábado 21 de marzo de 2020

Ocurrencias del Futbol | Un noble ejemplo hace fácil la acción más difícil

Marie Curie es la única persona en recibir dos Premios Nobel y como mujer, ser maestra en La Sorbona

Mi finado cuñado, el Ing. Jaime Medina González, compartía conmigo el gusto por la lectura y era costumbre que cada vez que venía desde México a visitar a sus padres trajera consigo tres o cuatro libros que intercambiábamos, pues éramos de la idea de que un libro leído debía de ser cedido para que otra persona lo pudiera leer, fue así como pude tener acceso a las letras de Shakespeare, León Tolstoi, Dostoyevsky y otros. Sin embargo, entre aquellos libros hubo dos a los que renuncié antes de volverme loco por no poder entenderlos: El Capital de Carlos Marx y la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein. Quedé sorprendido de tanta ignorancia, esto me viene a la memoria ahora que escucho en la televisión que dos grandes laboratorios que han podido descubrir el componente del coronavirus ven con mucho entusiasmo el que puedan en un término de 18 meses, disponer de una vacuna que permita a la humanidad prevenirlo.

Y es que yo, que pertenezco a la generación de la penicilina, no supe del sufrimiento de la humanidad antes de que contara con este valioso recurso. Yo, con cinco años de edad, llegaba a la enfermería, entregaba una ampolleta con líquido y otra con un polvo, se mezclaban y se aplicaba, nunca me preguntaron si era alérgico a ella, eso vino más adelante, después de quién sabe cuántas muertes. Qué gran descubrimiento fue el de la penicilina, pero cuando llegó a mí, ya se había probado su valiosa utilidad, pero ¿cuánto se llevó descubrirla y autorizarla? Ahora que se nos dice que probablemente tendremos una vacuna en 18 meses, para que después se lleve dos años el aprobarla, nos parece toda una eternidad. Es la ignorancia que nos pesa después de que habiéndosenos advertido que la naturaleza tomaría venganza por cuanto la hemos lastimado. Ustedes saben bien a qué me refiero.

Cuánto deseo que hubiera más familias Curie, que como nadie, entregara su esfuerzo y conocimiento al servicio de la salud del mundo. Marie Salomea Sklodowska, destacadísima mujer polaca, única persona en el mundo que ha ganado dos premios Nobel de la Paz, en 1903 de física y en 1911 de química, que junto con su esposo el también científico y químico Pierre Curie, quien muriera trágicamente atropellado, después de haber participado con su esposa en la obtención de sus dos Premios Nobel. Siempre se negaron a recibir dinero a cambio de sus descubrimientos, aduciendo que la ciencia está para servir a la humanidad. Estoy seguro de que gente como esta lucha en este momento contra el terrible mal que nos aqueja, confiemos en que pronto su trabajo nos libre de esta pandemia.

El gran dilema británico, Rugby o Futbol... Los alumnos del College de la ciudad de Rugby eran tradicionalmente aventajados en la práctica de aquel futbol primitivo basado en la filosofía de que cualquier medio es idóneo para la consecución del éxito final, o sea, el gol que ha de proporcionar la victoria sobre el adversario. Su preparación física era superior y disponían de campos de hierba que amortiguaban las abundantes, espectaculares y durísimas caídas que se producían a lo largo de los partidos. A pesar de la rudeza, un incipiente código prohibía a los jugadores desplazarse llevando sujeto el balón (el cual por otra parte, había tomado una forma casi oval); es decir, al recibir el balón, cualquier jugador tenía que desprenderse rápidamente de él, pasándolo a un compañero, para no incurrir en infracción. Más que un reglamento, se trataba de una costumbre.

Aquel juego no era el futbol que hoy conocemos, ni tampoco balonmano, pues en este deporte está prohibido el uso de los pies, pero tampoco se trataba del rugby actual, en el que se permite correr al jugador que está en posesión del balón oval. Sin embargo esta última característica no tardaría en aparecer en el ámbito del juego practicado por los estudiantes de la ciudad de Rugby. Cuenta una versión, mezcla probablemente de realidad y leyenda, que el nacimiento del rugby se produjo en el centro universitario de aquella ciudad, de la que tomó su nombre en una tarde encapotada y fría de 1823; en pleno match, un mocetón llamado William Webb-Ellis, en un momento de euforia, agarró el balón oval y lo protegió, y aprisionándolo junto a su cuerpo emprendió una imparable carrera hacia la meta contraria, esquivando y superando de un modo u otro a cuantos adversarios les salieron al paso hasta finalmente conseguir un tanto.

Y todo ello ante la mirada atónita de unas decenas de espectadores. La noticia recorrió rápidamente todos los ámbitos universitarios de la nación. El hecho alteraba todos los esquemas del juego, según el escueto código establecido y, en consecuencia constituía una osadía. Una osadía que sin embargo haría pensar a muchos participantes y aficionados en la necesidad de tenerla en cuenta y de incorporarla a las normas. Para otros por el contrario aquello era sencillamente una insolencia inadmisible, una nociva consecuencia del creciente abuso de las manos en la manipulación del balón... Continuará.

Hasta pronto amigo.

Marie Curie es la única persona en recibir dos Premios Nobel y como mujer, ser maestra en La Sorbona

Mi finado cuñado, el Ing. Jaime Medina González, compartía conmigo el gusto por la lectura y era costumbre que cada vez que venía desde México a visitar a sus padres trajera consigo tres o cuatro libros que intercambiábamos, pues éramos de la idea de que un libro leído debía de ser cedido para que otra persona lo pudiera leer, fue así como pude tener acceso a las letras de Shakespeare, León Tolstoi, Dostoyevsky y otros. Sin embargo, entre aquellos libros hubo dos a los que renuncié antes de volverme loco por no poder entenderlos: El Capital de Carlos Marx y la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein. Quedé sorprendido de tanta ignorancia, esto me viene a la memoria ahora que escucho en la televisión que dos grandes laboratorios que han podido descubrir el componente del coronavirus ven con mucho entusiasmo el que puedan en un término de 18 meses, disponer de una vacuna que permita a la humanidad prevenirlo.

Y es que yo, que pertenezco a la generación de la penicilina, no supe del sufrimiento de la humanidad antes de que contara con este valioso recurso. Yo, con cinco años de edad, llegaba a la enfermería, entregaba una ampolleta con líquido y otra con un polvo, se mezclaban y se aplicaba, nunca me preguntaron si era alérgico a ella, eso vino más adelante, después de quién sabe cuántas muertes. Qué gran descubrimiento fue el de la penicilina, pero cuando llegó a mí, ya se había probado su valiosa utilidad, pero ¿cuánto se llevó descubrirla y autorizarla? Ahora que se nos dice que probablemente tendremos una vacuna en 18 meses, para que después se lleve dos años el aprobarla, nos parece toda una eternidad. Es la ignorancia que nos pesa después de que habiéndosenos advertido que la naturaleza tomaría venganza por cuanto la hemos lastimado. Ustedes saben bien a qué me refiero.

Cuánto deseo que hubiera más familias Curie, que como nadie, entregara su esfuerzo y conocimiento al servicio de la salud del mundo. Marie Salomea Sklodowska, destacadísima mujer polaca, única persona en el mundo que ha ganado dos premios Nobel de la Paz, en 1903 de física y en 1911 de química, que junto con su esposo el también científico y químico Pierre Curie, quien muriera trágicamente atropellado, después de haber participado con su esposa en la obtención de sus dos Premios Nobel. Siempre se negaron a recibir dinero a cambio de sus descubrimientos, aduciendo que la ciencia está para servir a la humanidad. Estoy seguro de que gente como esta lucha en este momento contra el terrible mal que nos aqueja, confiemos en que pronto su trabajo nos libre de esta pandemia.

El gran dilema británico, Rugby o Futbol... Los alumnos del College de la ciudad de Rugby eran tradicionalmente aventajados en la práctica de aquel futbol primitivo basado en la filosofía de que cualquier medio es idóneo para la consecución del éxito final, o sea, el gol que ha de proporcionar la victoria sobre el adversario. Su preparación física era superior y disponían de campos de hierba que amortiguaban las abundantes, espectaculares y durísimas caídas que se producían a lo largo de los partidos. A pesar de la rudeza, un incipiente código prohibía a los jugadores desplazarse llevando sujeto el balón (el cual por otra parte, había tomado una forma casi oval); es decir, al recibir el balón, cualquier jugador tenía que desprenderse rápidamente de él, pasándolo a un compañero, para no incurrir en infracción. Más que un reglamento, se trataba de una costumbre.

Aquel juego no era el futbol que hoy conocemos, ni tampoco balonmano, pues en este deporte está prohibido el uso de los pies, pero tampoco se trataba del rugby actual, en el que se permite correr al jugador que está en posesión del balón oval. Sin embargo esta última característica no tardaría en aparecer en el ámbito del juego practicado por los estudiantes de la ciudad de Rugby. Cuenta una versión, mezcla probablemente de realidad y leyenda, que el nacimiento del rugby se produjo en el centro universitario de aquella ciudad, de la que tomó su nombre en una tarde encapotada y fría de 1823; en pleno match, un mocetón llamado William Webb-Ellis, en un momento de euforia, agarró el balón oval y lo protegió, y aprisionándolo junto a su cuerpo emprendió una imparable carrera hacia la meta contraria, esquivando y superando de un modo u otro a cuantos adversarios les salieron al paso hasta finalmente conseguir un tanto.

Y todo ello ante la mirada atónita de unas decenas de espectadores. La noticia recorrió rápidamente todos los ámbitos universitarios de la nación. El hecho alteraba todos los esquemas del juego, según el escueto código establecido y, en consecuencia constituía una osadía. Una osadía que sin embargo haría pensar a muchos participantes y aficionados en la necesidad de tenerla en cuenta y de incorporarla a las normas. Para otros por el contrario aquello era sencillamente una insolencia inadmisible, una nociva consecuencia del creciente abuso de las manos en la manipulación del balón... Continuará.

Hasta pronto amigo.