/ sábado 13 de julio de 2019

Para ser portero se requiere liderazgo, valentía, agilidad y, estar loco

Ayer les he hablado de dos porteros inmortales que seguramente no viste jugar, a no ser que, no solamente tengas mi edad, sino también mi suerte que me ha concedido poderlos ver en acción, aunque par ello, me haya valido de la televisión. Créanme, tengo para mí que Lev Yashine y Amadeo Carrizo han sido sin duda los dos arqueros con más reconocimiento en todo el mundo, del primero baste saber que ningún portero excepto él, ha sido galardonado con el “Balón de Oro” y, del segundo, diré que todos los porteros de su época fueron émulos de su técnica, estilo y elegancia.

Gilmar Neves Dos Santos fue el gran portero con el que Brasil inició su reinado. Con 100 juegos internacionales en su haber conquistó con la selección amarilla los mundiales de Suecia-68 y Chile-62 y asistió igual al Inglaterra-66, en donde Manga fue titular, sus primeros pasos como jugador los dio en el Jabaguara, pasando luego al Corinthians y posteriormente al Santos de Pelé. En once oportunidades ganó el Campeonato Paulista, una con el Corinthians y diez con el Santos. También con el Santos ganó dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales.

Colocación, habilidad y agilidad, decisión e ímpetu en las salidas y una gran autoridad sobre su defensa hicieron de Luis María Arkonada, sucesor de otro gran guardameta vasco, José Ángel Iribar, en la portería del equipo de España. Sus primeros pasos futbolísticos transcurrieron en el Lengokoak y el Sanse, antes de pasar al marco de la Real Sociedad, en el que sucedió a porteros de la talla de Artola y Urriticoechea. Con la Real Sociedad conquistó la Liga Española en la temporada 1980-81. Acudió como tercer portero al Mundial Argentina-78 y dos años después, ya como titular y considerado uno de los mejores porteros de Europa.

La popularidad suele ser uno de los mejores termómetros para medir la capacidad profesional, José Ángel Iribar, mítico portero del Athletic de Bilbao, fue popular entre los populares, pero no solo cuando con su sobrio estilo se ponía bajo los palos, sino también cuando vestido de paisano, paseaba acompañado por alguno de sus hijos por las calles de Bilbao. Y esa popularidad se inmortalizó cuando alguien tuvo la idea de cantar a los cuatro vientos: “Como Iribar no hay ninguno” que continúa escuchándose en el graderío.

Bajo los palos era natural, sencillo, sobrio, eficaz, enemigo de lo espectacular. Sabía dar ánimo a sus defensas y enviar el balón con su poderoso brazo al compañero desmarcado. Iribar fue un revolucionario en la ejecución de saques de meta y despejes, el estilo que hoy admiramos de nuestro Jonathan Orozco fue puesto en práctica ya en aquel tiempo por el impresionante Ángel Iribar, máxima estrella del futbol vasco, pero ejemplo de sencillez, el “Chopo” se retiró en 1980, la afición bilbaína aún lo sigue recordando con el cántico aquel “Como Iribar no hay ninguno”.

Nacido en 1944, Josef “Sepp” Maier está considerado como uno de los componentes del “trío mágico” que llevó al Bayern Munich y a la Selección Alemana a las primeras posiciones del futbol mundial. Los otros dos fueron Beckenbauer y Müller. Hombre de gran autoridad, auténtico líder para su defensa, Maier era un portero seguro bajo los palos y oportuno en las salidas, procurando seguridad y utilidad par su equipo, antes que el lucimiento personal. Su carrera se vio acortada cuando a los 35 años de edad sufrió un accidente en 1979 que le dejó graves lesiones, pero para entonces Maier ya había reunido un historial difícil de igualar, con 476 encuentros, participó en tres mundiales, México-70, Alemania 74 y Argentina 78, ganando cuatro ligas, cuatro copas alemanas, tres Copas de Europa, una Recopa y una Copa Intercontinental.

Ladislao Mazurkiewicz era un mediocre jugador de baloncesto cuando el Racing Club de Montevideo descubriera sus grandes posibilidades como portero, llamando la atención del Peñarol, que lo contrató como suplente. El año 1965 fue el de la gran oportunidad. En las semifinales de la Copa Libertadores se enfrentaron el Santos de Brasil y Peñarol. Maidana, portero titular, había sido despedido, así que el entrenador tuvo que recurrir al joven arquero. Peñarol triunfó y la actuación del arquero fue sensacional, demostrando las virtudes que caracterizaron su carrera.

Considerado uno de los mejores porteros del mundo, Mazurkiewicz pudo haber realizado una carrera aún más brillante de no haberse visto enfrentando una serie de lesiones que perjudicaron sus campañas, desarrolladas en Racing, Peñarol, Atlético Mineiro, Granada y nuevamente Peñarol... Ubaldo Matildo Fillol relevó en el marco argentino al espectacular “Loco” Gatti y, Menotti no se equivocó al ponerlo en la puerta. Seguro bajo los palos, espectacular y ágil en las salidas, Fillol otorgó seguridad a la defensa albiceleste. Inició como medio volante con Quilmes, para ocupar después la puerta, pasó a Racing y luego a River donde se consagró como guardameta, después de Alemania-74 y Argentina-78 fue considerado el mejor portero argentino.

Hasta pronto amigo.

Ayer les he hablado de dos porteros inmortales que seguramente no viste jugar, a no ser que, no solamente tengas mi edad, sino también mi suerte que me ha concedido poderlos ver en acción, aunque par ello, me haya valido de la televisión. Créanme, tengo para mí que Lev Yashine y Amadeo Carrizo han sido sin duda los dos arqueros con más reconocimiento en todo el mundo, del primero baste saber que ningún portero excepto él, ha sido galardonado con el “Balón de Oro” y, del segundo, diré que todos los porteros de su época fueron émulos de su técnica, estilo y elegancia.

Gilmar Neves Dos Santos fue el gran portero con el que Brasil inició su reinado. Con 100 juegos internacionales en su haber conquistó con la selección amarilla los mundiales de Suecia-68 y Chile-62 y asistió igual al Inglaterra-66, en donde Manga fue titular, sus primeros pasos como jugador los dio en el Jabaguara, pasando luego al Corinthians y posteriormente al Santos de Pelé. En once oportunidades ganó el Campeonato Paulista, una con el Corinthians y diez con el Santos. También con el Santos ganó dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales.

Colocación, habilidad y agilidad, decisión e ímpetu en las salidas y una gran autoridad sobre su defensa hicieron de Luis María Arkonada, sucesor de otro gran guardameta vasco, José Ángel Iribar, en la portería del equipo de España. Sus primeros pasos futbolísticos transcurrieron en el Lengokoak y el Sanse, antes de pasar al marco de la Real Sociedad, en el que sucedió a porteros de la talla de Artola y Urriticoechea. Con la Real Sociedad conquistó la Liga Española en la temporada 1980-81. Acudió como tercer portero al Mundial Argentina-78 y dos años después, ya como titular y considerado uno de los mejores porteros de Europa.

La popularidad suele ser uno de los mejores termómetros para medir la capacidad profesional, José Ángel Iribar, mítico portero del Athletic de Bilbao, fue popular entre los populares, pero no solo cuando con su sobrio estilo se ponía bajo los palos, sino también cuando vestido de paisano, paseaba acompañado por alguno de sus hijos por las calles de Bilbao. Y esa popularidad se inmortalizó cuando alguien tuvo la idea de cantar a los cuatro vientos: “Como Iribar no hay ninguno” que continúa escuchándose en el graderío.

Bajo los palos era natural, sencillo, sobrio, eficaz, enemigo de lo espectacular. Sabía dar ánimo a sus defensas y enviar el balón con su poderoso brazo al compañero desmarcado. Iribar fue un revolucionario en la ejecución de saques de meta y despejes, el estilo que hoy admiramos de nuestro Jonathan Orozco fue puesto en práctica ya en aquel tiempo por el impresionante Ángel Iribar, máxima estrella del futbol vasco, pero ejemplo de sencillez, el “Chopo” se retiró en 1980, la afición bilbaína aún lo sigue recordando con el cántico aquel “Como Iribar no hay ninguno”.

Nacido en 1944, Josef “Sepp” Maier está considerado como uno de los componentes del “trío mágico” que llevó al Bayern Munich y a la Selección Alemana a las primeras posiciones del futbol mundial. Los otros dos fueron Beckenbauer y Müller. Hombre de gran autoridad, auténtico líder para su defensa, Maier era un portero seguro bajo los palos y oportuno en las salidas, procurando seguridad y utilidad par su equipo, antes que el lucimiento personal. Su carrera se vio acortada cuando a los 35 años de edad sufrió un accidente en 1979 que le dejó graves lesiones, pero para entonces Maier ya había reunido un historial difícil de igualar, con 476 encuentros, participó en tres mundiales, México-70, Alemania 74 y Argentina 78, ganando cuatro ligas, cuatro copas alemanas, tres Copas de Europa, una Recopa y una Copa Intercontinental.

Ladislao Mazurkiewicz era un mediocre jugador de baloncesto cuando el Racing Club de Montevideo descubriera sus grandes posibilidades como portero, llamando la atención del Peñarol, que lo contrató como suplente. El año 1965 fue el de la gran oportunidad. En las semifinales de la Copa Libertadores se enfrentaron el Santos de Brasil y Peñarol. Maidana, portero titular, había sido despedido, así que el entrenador tuvo que recurrir al joven arquero. Peñarol triunfó y la actuación del arquero fue sensacional, demostrando las virtudes que caracterizaron su carrera.

Considerado uno de los mejores porteros del mundo, Mazurkiewicz pudo haber realizado una carrera aún más brillante de no haberse visto enfrentando una serie de lesiones que perjudicaron sus campañas, desarrolladas en Racing, Peñarol, Atlético Mineiro, Granada y nuevamente Peñarol... Ubaldo Matildo Fillol relevó en el marco argentino al espectacular “Loco” Gatti y, Menotti no se equivocó al ponerlo en la puerta. Seguro bajo los palos, espectacular y ágil en las salidas, Fillol otorgó seguridad a la defensa albiceleste. Inició como medio volante con Quilmes, para ocupar después la puerta, pasó a Racing y luego a River donde se consagró como guardameta, después de Alemania-74 y Argentina-78 fue considerado el mejor portero argentino.

Hasta pronto amigo.