/ domingo 5 de julio de 2020

Paradigmas | ¿Apoyo a la reelección?

Conocida la frase del expresidente Porfirio Díaz: “¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos!”, nuestro país en diversas ocasiones ha sido víctima de semejante vecindad. Ahora con la próxima visita del mandatario mexicano un grupo de migrantes mexicanos así como el congresista demócrata Jesús Chuy García cuestionaron el encuentro del presidente Andrés Manuel López Obrador con su homólogo Donald Trump, por ser –dicen- el presidente que más ha insultado a los mexicanos.

Aquí en nuestro país el perredista Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán, quiso atraer los reflectores y, como si fuera experto en política internacional, habló de la sumisión del gobierno mexicano por lo que pidió actuar con dignidad. Para pronto, la diputada Dolores Padierna y Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, ambos “morenos”, arremetieron en contra del michoacano. El político poblano furibundo llamó al egresado de la Universidad de Chapingo de oportunista y traidor de la izquierda.

Y no se quedó atrás el excanciller Bernardo Sepúlveda en tiempos de Miguel de la Madrid Hurtado, quien envió una carta al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, en la que considera altamente inconveniente para el interés nacional la visita, debido a que se interpretará como un apoyo a la reelección de Trump.

En medio de esta controversia a favor o en contra el presidente López Obrador ni suda ni se acalora, él sostiene su intención de ratificar la entrada en vigor del nuevo Tratado México-Estados Unidos-Canadá de libre comercio, el T-MEC, que entró en vigor este 1 de julio, además, vincula el hecho con agradecer el apoyo de los implementos sanitarios enviados para combatir la pandemia por el Covid-19.

Días anteriores, las comisiones unidas de Relaciones Exteriores de América del Norte, Relaciones Exteriores y la de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático aprobaron, por unanimidad, el Acuerdo en Materia de Cooperación Ambiental entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá.

El pacto consta de 17 artículos y tiene como objetivos modernizar la colaboración, promover políticas de apoyo mutuo y fortalecer la cooperación entre las partes para conservar, proteger y mejorar el medio ambiente. Busca también promover la participación pública en el desarrollo de leyes, regulaciones, procedimientos, políticas y prácticas ambientales.

Tres de los cambios más importantes del T-MEC, en comparación con el TLCAN, tienen que ver con tres temas: patentes, cambio climático y comercio digital.

Sin embargo, el que me causa mayor incertidumbre es el segundo. Estudios de Universidades determinaron un total de 100 reglamentos ambientales que fueron revocados oficialmente, bajo la inclinación del presidente norteamericano y no lo dudamos ni una minúscula parte al saber la tendencia que tiene Trump a pensar sobre la intrascendencia del fenómeno climático.

¿Qué cree, mi amable lector, es indigno, es sumisión, interpretarán como voto favorable, o López Obrador simplemente corresponde a su trabajo diplomático? Usted tiene la última palabra.

Conocida la frase del expresidente Porfirio Díaz: “¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos!”, nuestro país en diversas ocasiones ha sido víctima de semejante vecindad. Ahora con la próxima visita del mandatario mexicano un grupo de migrantes mexicanos así como el congresista demócrata Jesús Chuy García cuestionaron el encuentro del presidente Andrés Manuel López Obrador con su homólogo Donald Trump, por ser –dicen- el presidente que más ha insultado a los mexicanos.

Aquí en nuestro país el perredista Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán, quiso atraer los reflectores y, como si fuera experto en política internacional, habló de la sumisión del gobierno mexicano por lo que pidió actuar con dignidad. Para pronto, la diputada Dolores Padierna y Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, ambos “morenos”, arremetieron en contra del michoacano. El político poblano furibundo llamó al egresado de la Universidad de Chapingo de oportunista y traidor de la izquierda.

Y no se quedó atrás el excanciller Bernardo Sepúlveda en tiempos de Miguel de la Madrid Hurtado, quien envió una carta al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, en la que considera altamente inconveniente para el interés nacional la visita, debido a que se interpretará como un apoyo a la reelección de Trump.

En medio de esta controversia a favor o en contra el presidente López Obrador ni suda ni se acalora, él sostiene su intención de ratificar la entrada en vigor del nuevo Tratado México-Estados Unidos-Canadá de libre comercio, el T-MEC, que entró en vigor este 1 de julio, además, vincula el hecho con agradecer el apoyo de los implementos sanitarios enviados para combatir la pandemia por el Covid-19.

Días anteriores, las comisiones unidas de Relaciones Exteriores de América del Norte, Relaciones Exteriores y la de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático aprobaron, por unanimidad, el Acuerdo en Materia de Cooperación Ambiental entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá.

El pacto consta de 17 artículos y tiene como objetivos modernizar la colaboración, promover políticas de apoyo mutuo y fortalecer la cooperación entre las partes para conservar, proteger y mejorar el medio ambiente. Busca también promover la participación pública en el desarrollo de leyes, regulaciones, procedimientos, políticas y prácticas ambientales.

Tres de los cambios más importantes del T-MEC, en comparación con el TLCAN, tienen que ver con tres temas: patentes, cambio climático y comercio digital.

Sin embargo, el que me causa mayor incertidumbre es el segundo. Estudios de Universidades determinaron un total de 100 reglamentos ambientales que fueron revocados oficialmente, bajo la inclinación del presidente norteamericano y no lo dudamos ni una minúscula parte al saber la tendencia que tiene Trump a pensar sobre la intrascendencia del fenómeno climático.

¿Qué cree, mi amable lector, es indigno, es sumisión, interpretarán como voto favorable, o López Obrador simplemente corresponde a su trabajo diplomático? Usted tiene la última palabra.