/ domingo 26 de enero de 2020

Paradigmas | Investigar también al ISSSTE

Hay reticencia, reserva de parte de los directores de los hospitales de la Ciudad de México para ofrecer la atención médica que requieren los ciudadanos, en particular me refiero a los menores de edad que padecen cáncer.

Resulta inhumano observar a través de los medios de comunicación masiva a las familias implorando medicamentos que les son negados, pese a ser su derecho como ciudadano.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador, con el apoyo del Secretario de Salud, Dr. Jorge Alcocer Varela sustentó la existencia de los medicamentos, preguntándose por qué en las instituciones médicas lo están negando. Y apuntó, directamente al Hospital Infantil de México, de donde vienen quejándose los derechohabientes.

¿Se acuerda mi querido lector, del caso de la profesora de primaria que tiene algo así como dos años en cama luego de una cirugía tal parece mal practicada y al tiempo que le han hecho esperar para su reprogramación y subsanar el consecuente error médico?. Bueno, la fecha llegó. La maestra Lupita se internó el pasado martes por la tarde en el ISSSTE de Tampico, el miércoles tendría la operación a las 16:30 horas; luego de casi 24 horas de ayuno le avisaron que la cirugía se suspendía debido a la carencia del separador de cadera que le colocarían. Y ¡el colmo! debo aclarar, el médico traumatólogo Manuel Rodríguez Guzmán ni enterado estaba que él procedería quirúrgicamente.

Entre enojo, angustia y desesperación, la paciente aceptó la justificación al asegurársele que la ingresarían al quirófano al día siguiente, porque ahora sí contaban con la pieza que ya hasta estaba “bajo resguardo” (sic). Aparentemente el jueves la cirugía terminó satisfactoriamente, salvo el enorme incidente comentado por el galeno Rodríguez Guzmán quien no cabía en la pena al expresar a los familiares que tuvo que recurrir a “trabajo artesanal” porque el separador de cadera, jamás llegó a la sala de operaciones.

La maestra Lupita, de 71 años fue directora de escuela primaria, revisaba todos los días los sanitarios, salones, platicaba con los maestros, hacía recorridos dentro de las instalaciones. A decir por quienes la conocen fue una eficiente funcionaria escolar.

Bien por el ejercicio de investigar a los Directores de hospitales que están jugando con la vida de los seres humanos. El Director del ISSSTE de Tampico, Fernando Javier Salazar Herrera, quien tiene todo un expediente del caso, ni se le ve por los pasillos, mucho menos entabla plática con pacientes, y por lo visto ni idea tiene del estado de los sanitarios, cómo funciona el hospital ¡no que va! Dirigir un hospital requiere de amor a la profesión, empatía, sobre todo ética profesional, apropiarse del texto hipocrático.

Aplaudo la decisión tomada por las autoridades federales, quienes iniciarán investigación entre los directores de hospitales para saber las causas de ocultamiento de medicinas. Pero, no de éstas únicamente, tal vez coincido con algunos de Ustedes mis queridos lectores, de exigir en prolongar al encubrimiento de prótesis que es sabido dejan entre directivos cuantiosos dividendos.

Oportuno quitar de enfrente a quienes están apostándole al retroceso del país, urge en Tampico un cambio, alguien a la altura, que el cargo no se traduzca únicamente a portar un gafete que proporcione prestigio social.

RELOJ APOCALÍPTICO.- Rachel Bronson, presidenta del Boletín de Científicos Atómicos alertó con el último marcador del reloj apocalíptico al anunciar que la humanidad está a solo 100 segundos del apocalipsis. Como cada año, el boletín ha dado a conocer su diagnóstico sobre el riesgo de exterminarse que afronta la humanidad. Para medirlo, el grupo de expertos de primer nivel con 13 premios Nobel en sus filas, creó un reloj simbólico, que muestra los minutos que nos quedan hasta la medianoche, es decir, el fin del mundo. Desde 2018 las manecillas estaban colocadas a las 23.58, a dos minutos del final, que es lo más cerca que el reloj había estado de la medianoche en sus 73 años de historia.

  • e-mail: lupitarico@hotmail.com
  • facebook: María Guadalupe Rico Marínez


Hay reticencia, reserva de parte de los directores de los hospitales de la Ciudad de México para ofrecer la atención médica que requieren los ciudadanos, en particular me refiero a los menores de edad que padecen cáncer.

Resulta inhumano observar a través de los medios de comunicación masiva a las familias implorando medicamentos que les son negados, pese a ser su derecho como ciudadano.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador, con el apoyo del Secretario de Salud, Dr. Jorge Alcocer Varela sustentó la existencia de los medicamentos, preguntándose por qué en las instituciones médicas lo están negando. Y apuntó, directamente al Hospital Infantil de México, de donde vienen quejándose los derechohabientes.

¿Se acuerda mi querido lector, del caso de la profesora de primaria que tiene algo así como dos años en cama luego de una cirugía tal parece mal practicada y al tiempo que le han hecho esperar para su reprogramación y subsanar el consecuente error médico?. Bueno, la fecha llegó. La maestra Lupita se internó el pasado martes por la tarde en el ISSSTE de Tampico, el miércoles tendría la operación a las 16:30 horas; luego de casi 24 horas de ayuno le avisaron que la cirugía se suspendía debido a la carencia del separador de cadera que le colocarían. Y ¡el colmo! debo aclarar, el médico traumatólogo Manuel Rodríguez Guzmán ni enterado estaba que él procedería quirúrgicamente.

Entre enojo, angustia y desesperación, la paciente aceptó la justificación al asegurársele que la ingresarían al quirófano al día siguiente, porque ahora sí contaban con la pieza que ya hasta estaba “bajo resguardo” (sic). Aparentemente el jueves la cirugía terminó satisfactoriamente, salvo el enorme incidente comentado por el galeno Rodríguez Guzmán quien no cabía en la pena al expresar a los familiares que tuvo que recurrir a “trabajo artesanal” porque el separador de cadera, jamás llegó a la sala de operaciones.

La maestra Lupita, de 71 años fue directora de escuela primaria, revisaba todos los días los sanitarios, salones, platicaba con los maestros, hacía recorridos dentro de las instalaciones. A decir por quienes la conocen fue una eficiente funcionaria escolar.

Bien por el ejercicio de investigar a los Directores de hospitales que están jugando con la vida de los seres humanos. El Director del ISSSTE de Tampico, Fernando Javier Salazar Herrera, quien tiene todo un expediente del caso, ni se le ve por los pasillos, mucho menos entabla plática con pacientes, y por lo visto ni idea tiene del estado de los sanitarios, cómo funciona el hospital ¡no que va! Dirigir un hospital requiere de amor a la profesión, empatía, sobre todo ética profesional, apropiarse del texto hipocrático.

Aplaudo la decisión tomada por las autoridades federales, quienes iniciarán investigación entre los directores de hospitales para saber las causas de ocultamiento de medicinas. Pero, no de éstas únicamente, tal vez coincido con algunos de Ustedes mis queridos lectores, de exigir en prolongar al encubrimiento de prótesis que es sabido dejan entre directivos cuantiosos dividendos.

Oportuno quitar de enfrente a quienes están apostándole al retroceso del país, urge en Tampico un cambio, alguien a la altura, que el cargo no se traduzca únicamente a portar un gafete que proporcione prestigio social.

RELOJ APOCALÍPTICO.- Rachel Bronson, presidenta del Boletín de Científicos Atómicos alertó con el último marcador del reloj apocalíptico al anunciar que la humanidad está a solo 100 segundos del apocalipsis. Como cada año, el boletín ha dado a conocer su diagnóstico sobre el riesgo de exterminarse que afronta la humanidad. Para medirlo, el grupo de expertos de primer nivel con 13 premios Nobel en sus filas, creó un reloj simbólico, que muestra los minutos que nos quedan hasta la medianoche, es decir, el fin del mundo. Desde 2018 las manecillas estaban colocadas a las 23.58, a dos minutos del final, que es lo más cerca que el reloj había estado de la medianoche en sus 73 años de historia.

  • e-mail: lupitarico@hotmail.com
  • facebook: María Guadalupe Rico Marínez