/ domingo 28 de junio de 2020

Paradigmas | La Crucecita, con olor a muerte

Hace casi 40 años conocí en Oaxaca a Francisca. Llegaba continuamente a la casa de mi suegra a quien en el pasado había auxiliado en las labores hogareñas, era oriunda de Pinotepa. Platicando sobre las actividades de esa región, me comentó que ella como sus paisanos estaba acostumbrada a los temblores. Y casi presuntuosa, luego de que le había mostrado mi terror a los movimientos telúricos, me dijo; “en Pinotepa todos los días tiembla”. Desde luego que no le creí. Con el tiempo supe que ello sí era posible.

La razón es que este lugar -de acuerdo a los expertos en geología- se encuentra entre dos placas tectónicas: la placa de Cocos y la placa de Norteamérica y su interacción va desde Chiapas hasta Jalisco. Aunque existen tres placas más, estas no están en contacto directo con la zona oaxaqueña.

En repetidas ocasiones expertos en sismología han indicado que en el estado de Oaxaca se presentan de manera continua sismos de alrededor de 4 grados, pero muchos de estos son poco o nada perceptibles para los habitantes.

En 1984, con Miguel de la Madrid Hurtado como Presidente, nació un desarrollo turístico de playa creado por el Fondo Nacional del Fomento al Turismo (FONATUR), lo llamaron el Renacimiento de un gran destino, conformado por nueve bahías, con 36 playas en total: Bahías de Huatulco.

A partir de ese momento se creó un plan de desarrollo que inició en Santa Cruz y La Crucecita. Llamado el corazón de las Bahías de Huatulco, La Crucecita, es el pequeño pueblo en donde se planeó el inicio de la mancha urbana. Y lo describen las agencias turísticas como un pueblito encantador de gran desarrollo comercial y repleto de restaurantes para todos los gustos, sobre todo para los paseantes que llegan en los grandes cruceros procedentes de Estados Unidos y Canadá.

Cabe mencionar que en las Bahías de Huatulco existe uno de los mayores ecosistemas de la República Mexicana a tal grado que el ex Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León lo declaró zona protegida y con el tiempo se convirtió en Parque Nacional.

La vegetación de Bahías de Huatulco es exuberante, puesto que se pueden encontrar las principales especies arbóreas, como el tepeguanje, el cazarate, la amapola, los ficus, mecianos, el colorín, así como selva baja espinosa, matorral espinoso, bosque de galería y manglar en el cordón litoral. Ratas de campo, ratones, tlacuaches, tejones, mapaches, armadillos, conejos, ardillas, venado cola blanca. Tienen reptiles y anfibios y una rica fauna marina.

Hace unos días La Crucecita, fue el epicentro del sismo de 7.5 grados, describen los medios de comunicación masiva, hubo crisis nerviosa entre parte de los habitantes, no es miedo a lo desconocido los habitantes saben acerca de la fragilidad del suelo sobre el que pisan, el miedo a la muerte todo el tiempo está presente.

lupitarico@hotmail.com

La Crucecita, es el pequeño pueblo en donde se planeó el inicio de la mancha urbana.

Hace casi 40 años conocí en Oaxaca a Francisca. Llegaba continuamente a la casa de mi suegra a quien en el pasado había auxiliado en las labores hogareñas, era oriunda de Pinotepa. Platicando sobre las actividades de esa región, me comentó que ella como sus paisanos estaba acostumbrada a los temblores. Y casi presuntuosa, luego de que le había mostrado mi terror a los movimientos telúricos, me dijo; “en Pinotepa todos los días tiembla”. Desde luego que no le creí. Con el tiempo supe que ello sí era posible.

La razón es que este lugar -de acuerdo a los expertos en geología- se encuentra entre dos placas tectónicas: la placa de Cocos y la placa de Norteamérica y su interacción va desde Chiapas hasta Jalisco. Aunque existen tres placas más, estas no están en contacto directo con la zona oaxaqueña.

En repetidas ocasiones expertos en sismología han indicado que en el estado de Oaxaca se presentan de manera continua sismos de alrededor de 4 grados, pero muchos de estos son poco o nada perceptibles para los habitantes.

En 1984, con Miguel de la Madrid Hurtado como Presidente, nació un desarrollo turístico de playa creado por el Fondo Nacional del Fomento al Turismo (FONATUR), lo llamaron el Renacimiento de un gran destino, conformado por nueve bahías, con 36 playas en total: Bahías de Huatulco.

A partir de ese momento se creó un plan de desarrollo que inició en Santa Cruz y La Crucecita. Llamado el corazón de las Bahías de Huatulco, La Crucecita, es el pequeño pueblo en donde se planeó el inicio de la mancha urbana. Y lo describen las agencias turísticas como un pueblito encantador de gran desarrollo comercial y repleto de restaurantes para todos los gustos, sobre todo para los paseantes que llegan en los grandes cruceros procedentes de Estados Unidos y Canadá.

Cabe mencionar que en las Bahías de Huatulco existe uno de los mayores ecosistemas de la República Mexicana a tal grado que el ex Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León lo declaró zona protegida y con el tiempo se convirtió en Parque Nacional.

La vegetación de Bahías de Huatulco es exuberante, puesto que se pueden encontrar las principales especies arbóreas, como el tepeguanje, el cazarate, la amapola, los ficus, mecianos, el colorín, así como selva baja espinosa, matorral espinoso, bosque de galería y manglar en el cordón litoral. Ratas de campo, ratones, tlacuaches, tejones, mapaches, armadillos, conejos, ardillas, venado cola blanca. Tienen reptiles y anfibios y una rica fauna marina.

Hace unos días La Crucecita, fue el epicentro del sismo de 7.5 grados, describen los medios de comunicación masiva, hubo crisis nerviosa entre parte de los habitantes, no es miedo a lo desconocido los habitantes saben acerca de la fragilidad del suelo sobre el que pisan, el miedo a la muerte todo el tiempo está presente.

lupitarico@hotmail.com

La Crucecita, es el pequeño pueblo en donde se planeó el inicio de la mancha urbana.