/ domingo 18 de octubre de 2020

Paradigmas | La pandemia, solo un respiro

Dos relojes están marcando la extinción de la Tierra

Como si no tuviéramos con las presiones que día a día nos da el conocer las cifras de enfermos y muertos en el mundo entero por la pandemia del Covid -19, en New York acaban de instalar un reloj que marca el tiempo que falta para que el planeta llegue a su fin. Se trata del Reloj Climático (Climate Clock), creado por la fundación que lleva el mismo nombre, integrada por científicos, activistas y artistas.

La pieza digital que se mueve cada segundo busca crear conciencia sobre las acciones para evitar que los efectos del calentamiento global se vuelvan irreversibles y muestra un conteo regresivo para la Tierra.

Hoy nuestro planeta está viviendo un respiro temporal, a causa del coronavirus. El agua de los ríos, mares, lagunas, se tornan en su color natural, bajó el exceso en el uso de aviones, automóviles, autobuses, fábricas, etc. Sin embargo, en 2020, mayo fue el mes más cálido registrado, y las concentraciones de dióxido de carbono también establecieron un nivel estacional nunca antes registrado. La crisis ha ralentizado las emisiones, pero no lo suficiente como para aparecer perceptiblemente, de acuerdo al Observatorio Científico de Mauna Loa, en Hawai.

El reloj digital a finales de septiembre, mes en que fue instalado, fijó como fecha restante para fin del planeta, 7 años, 99 días y 18 horas.

Por otro lado, está el “reloj del apocalipsis” -del cual ya hemos hablado en otras ocasiones- que este año marca estamos a 199 segundos del fin del mundo. El instrumento simbólico que funciona desde 1947 fue diseñado por los miembros de la Revista de los científicos Atómicos entre los que destacan varios premios Nobel; también refiere a los factores de este aceleramiento en fecha de la extinción: cambios ambientales, conflictos políticos programas nucleares, principalmente.

Ante el panorama sobre el escenario mundial es que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propone “una recuperación socioeconómica más verde, posterior a la crisis de la pandemia, que proteja la biodiversidad y el futuro de la humanidad”.

Dos relojes, dos coincidencias, el cambio climático. Son ya un par de llamados a la conciencia de los políticos, sobre todo de las dos grandes potencias China y Estados Unidos, que luchan por colocarse en la supremacía. Existe el temor de que en cuanto la pandemia represente menor peligro vuelvan las grandes economías a reactivar su engranaje industrial.

QUE EL QUESO NO ES QUESO.- Si el gobierno se ha echado a cuestas velar por la salud de los mexicanos, tiene una misión de extrema dificultad, solo de pensar en poner contra corriente en su mayoría, a empresas trasnacionales de magnitud económica.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que un total de 19 marcas de quesos y dos productos de yogurt fueron prohibidos porque no cumplen con lo establecido en las normas oficiales mexicana y se les engaña a los consumidores al ofrecerles leche y es solamente grasa vegetal.

Mi estimado lector, y continuarán las autoridades la disección de artículos que por años han parecido lo que no son, hemos sido engañados, burlados. ¡Qué vergüenza!

lupitarico@hotmail.com


Dos relojes están marcando la extinción de la Tierra

Como si no tuviéramos con las presiones que día a día nos da el conocer las cifras de enfermos y muertos en el mundo entero por la pandemia del Covid -19, en New York acaban de instalar un reloj que marca el tiempo que falta para que el planeta llegue a su fin. Se trata del Reloj Climático (Climate Clock), creado por la fundación que lleva el mismo nombre, integrada por científicos, activistas y artistas.

La pieza digital que se mueve cada segundo busca crear conciencia sobre las acciones para evitar que los efectos del calentamiento global se vuelvan irreversibles y muestra un conteo regresivo para la Tierra.

Hoy nuestro planeta está viviendo un respiro temporal, a causa del coronavirus. El agua de los ríos, mares, lagunas, se tornan en su color natural, bajó el exceso en el uso de aviones, automóviles, autobuses, fábricas, etc. Sin embargo, en 2020, mayo fue el mes más cálido registrado, y las concentraciones de dióxido de carbono también establecieron un nivel estacional nunca antes registrado. La crisis ha ralentizado las emisiones, pero no lo suficiente como para aparecer perceptiblemente, de acuerdo al Observatorio Científico de Mauna Loa, en Hawai.

El reloj digital a finales de septiembre, mes en que fue instalado, fijó como fecha restante para fin del planeta, 7 años, 99 días y 18 horas.

Por otro lado, está el “reloj del apocalipsis” -del cual ya hemos hablado en otras ocasiones- que este año marca estamos a 199 segundos del fin del mundo. El instrumento simbólico que funciona desde 1947 fue diseñado por los miembros de la Revista de los científicos Atómicos entre los que destacan varios premios Nobel; también refiere a los factores de este aceleramiento en fecha de la extinción: cambios ambientales, conflictos políticos programas nucleares, principalmente.

Ante el panorama sobre el escenario mundial es que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propone “una recuperación socioeconómica más verde, posterior a la crisis de la pandemia, que proteja la biodiversidad y el futuro de la humanidad”.

Dos relojes, dos coincidencias, el cambio climático. Son ya un par de llamados a la conciencia de los políticos, sobre todo de las dos grandes potencias China y Estados Unidos, que luchan por colocarse en la supremacía. Existe el temor de que en cuanto la pandemia represente menor peligro vuelvan las grandes economías a reactivar su engranaje industrial.

QUE EL QUESO NO ES QUESO.- Si el gobierno se ha echado a cuestas velar por la salud de los mexicanos, tiene una misión de extrema dificultad, solo de pensar en poner contra corriente en su mayoría, a empresas trasnacionales de magnitud económica.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que un total de 19 marcas de quesos y dos productos de yogurt fueron prohibidos porque no cumplen con lo establecido en las normas oficiales mexicana y se les engaña a los consumidores al ofrecerles leche y es solamente grasa vegetal.

Mi estimado lector, y continuarán las autoridades la disección de artículos que por años han parecido lo que no son, hemos sido engañados, burlados. ¡Qué vergüenza!

lupitarico@hotmail.com