Escenas escabrosas, impactantes, semejantes a una ciudad bombardeada se vivieron en Acapulco.
Un huracán atacó de manera sorpresiva. Los mismos científicos se refieren a que Otis, pasó de ser una simple tormenta a ¡un monstruo! Que no vieron venir.
Los turistas narran haber vivido una noche de terror. Algunos videos que circulan, filmados por quienes habitaban los hoteles afectados, mostraron su angustia, aflicción, ansiedad; veíamos como desesperados iban de un sitio a otro en búsqueda de un lugar seguro, ante la violencia de los fuertes vientos.
Los expertos en estos fenómenos meteorológicos hablan de que numerosos estudios han demostrado que hay más casos de huracanes de intensificación rápida a nivel mundial de los que solía haber.
Se refieren a que una definición oficial de intensificación rápida es un incremento de 56 km/h (35 mph) en la fuerza en 24 horas. Seis tormentas se intensificaron rápidamente en 2020, muchas de ellas poco antes de llegar a tierra. En 2017, dos huracanes devastadores, Harvey y María, se fortalecieron con rapidez en el Caribe, con resultados de muertes, caos y destrucción, tan dañinos que la Organización Meteorológica Mundial decidió retirar los nombres de la lista frecuente que se usa para denominar a estos fenómenos.
SOLO ESPERABAN UNA TORMENTA TROPICAL
Al puerto de Acapulco se le informó que debía esperar una tormenta tropical cuya fuerza se encontraba apenas por debajo de la categoría de huracán, pero 24 horas más tarde, Otis arremetió contra la costa mexicana con vientos de 266 kilómetros por hora (165 millas por hora), el peor ingreso a tierra de cualquier huracán del Pacífico oriental del que se tenga registro, coinciden científicos norteamericanos.
Sin embargo, una buena parte de expertos que se dedican al estudio de sistemas atmosféricos, cómo se forman, trayectoria qué siguen, coinciden con una tendencia documentada de ciclones que se intensifican rápidamente con más frecuencia en las últimas décadas debido a las mayores temperaturas del agua relacionadas con el cambio climático.
KATRINA EN NUEVA ORLEANS
Aún recuerdo las impactantes escenas de Nuevo Orleans, situada en el delta del río Misisipi, hermosa ciudad que visité a finales de los años 70, después en 2005 observé a través de la televisión cómo se desmoronaba, los diques construidos precisamente para proteger a la localidad, se rompieron debido a la crecida del agua provocada por el huracán Katrina, de categoría 5.
El jazz guardó silencio. Numerosas partes de la metrópoli quedaron inundadas, tanto que los habitantes tuvieron que subir a los techos de las casas para no morir ahogados. Aun así hubo 2 mil personas fallecidas.
Brian McNoldy, investigador de huracanes de la Universidad de Miami, dijo: “lo que sucedió con Otis fue simplemente una locura”.
Otis pasó de tormenta a huracán de categoría 5 en menos de 12 horas. ¿Por qué nadie vio venir el desenlace?, Entre modelos matemáticos y el cambio climático, los científicos aún no tienen una respuesta.
Hechos como lo ocurrido en Acapulco han sido pronosticados por los meteorólogos. La mayoría coincide en que parte de este aumento desde 1990 es concurrente con el calentamiento relacionado con el cambio climático, aunque todavía se necesitarán años de datos para estar seguros. Por lo pronto, será conveniente que los ciudadanos del mundo continuemos con la advertencia de hacer lo pertinente para no aumentar la temperatura a más de 1.5 con respeto a los niveles preindustriales, porque de lo que sí está cierta la ciencia es que vendrán: pobreza, lluvias, nevadas, sequías, inundaciones, etc.
- E-mail: lupitarico@hotmail.com