/ domingo 7 de junio de 2020

Paradigmas | Reivindicar el Sureste

En mi época de estudiante de la carrera de Licenciatura en Periodismo allá por 1969 en el puerto de Veracruz, viajé en tren a invitación de la familia que me ofrecía hospedaje, de ahí a Ciudad Sahagún. A eso se concretó mi singular experiencia a través del medio de transporte de un recorrido relámpago de fin de semana.

La historia del ferrocarril en nuestro país se remonta a 1837 cuando por decreto presidencial Anastasio Bustamante autorizó la primera concesión de la línea férrea al comerciante Francisco de Arrillaga precisamente de Veracruz a la ciudad de México, hecho que no cuajó debido a la muerte del empresario. A partir del año citado la construcción de la obra tuvo vicisitudes, cambiaba su destino cada vez que se planeaba su reinicio, quedando abandonados tramos de vías.

Finalmente en 1873, el medio de transporte entró en funcionamiento bajo la presidencia de Benito Juárez, fueron 424 kilómetros de México a Veracruz. Durante la Revolución mexicana tuvo un papel preponderante. Después sirvió como motor, pieza fundamental para el transporte de mercancías y comunicación de los mexicanos. En 1996 todo cambió, el sistema ferroviario cayó en manos de la privatización, durante el periodo de Ernesto Zedillo Ponce de León.

En medio de voces críticas como las de Julia Carabias, Gabriel Quadri, Grupo Maná, entre otros, el presidente Andrés Manuel López Obrador reinició sus actividades, satisfecho, contento, dio el banderazo al inicio de las obras del Tren Maya, con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La ONU, a través de su organismo Hábitat, realizó el estudio mediante un sistema de evaluación en términos espaciales socioeconómicos y medioambientales, e indica que la obra del Tren Maya generará antes de 2030 un total de 715 mil empleos, de los cuales 46 por ciento serán para los pueblos originarios. Sacando de la pobreza a 1.1 millones de pobres de Campeche, Chiapas, Yucatán, Tabasco y Quintana Roo. La ONU, también por medio de la UNESCO e INAH, estableció que trabajan con 80 operativos arqueológicos peinando el trazo del tren, usando incluso radares satelitales y vuelos para identificar sitios arqueológicos. La investigación agrega que es una obra que prometió respetar a las comunidades y el medio ambiente.

Cerca del Presidente, Daniel Chávez Morán será el encargado de supervisar los trabajos que estarán totalmente terminados en diciembre de 2022.

¿Y quién es Chávez Morán?, es presidente del grupo hotelero Vidanta, no tiene nexos laborales con el gobierno, según los que se dedican a escudriñar cuanto movimiento realiza la 4a.T; además de que la encomienda la hará de forma honoraria. Mi amigo lector, y si quiere saber algo más del personaje, le diré que el empresario es tan cercano al Presidente, que se dice fue el único en su ramo que llegó al festejo en la residencia de Tlalpan posterior al resultado de las elecciones.

lupitarico@hotmail.com

fb: María Guadalupe Rico Martínez

En mi época de estudiante de la carrera de Licenciatura en Periodismo allá por 1969 en el puerto de Veracruz, viajé en tren a invitación de la familia que me ofrecía hospedaje, de ahí a Ciudad Sahagún. A eso se concretó mi singular experiencia a través del medio de transporte de un recorrido relámpago de fin de semana.

La historia del ferrocarril en nuestro país se remonta a 1837 cuando por decreto presidencial Anastasio Bustamante autorizó la primera concesión de la línea férrea al comerciante Francisco de Arrillaga precisamente de Veracruz a la ciudad de México, hecho que no cuajó debido a la muerte del empresario. A partir del año citado la construcción de la obra tuvo vicisitudes, cambiaba su destino cada vez que se planeaba su reinicio, quedando abandonados tramos de vías.

Finalmente en 1873, el medio de transporte entró en funcionamiento bajo la presidencia de Benito Juárez, fueron 424 kilómetros de México a Veracruz. Durante la Revolución mexicana tuvo un papel preponderante. Después sirvió como motor, pieza fundamental para el transporte de mercancías y comunicación de los mexicanos. En 1996 todo cambió, el sistema ferroviario cayó en manos de la privatización, durante el periodo de Ernesto Zedillo Ponce de León.

En medio de voces críticas como las de Julia Carabias, Gabriel Quadri, Grupo Maná, entre otros, el presidente Andrés Manuel López Obrador reinició sus actividades, satisfecho, contento, dio el banderazo al inicio de las obras del Tren Maya, con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La ONU, a través de su organismo Hábitat, realizó el estudio mediante un sistema de evaluación en términos espaciales socioeconómicos y medioambientales, e indica que la obra del Tren Maya generará antes de 2030 un total de 715 mil empleos, de los cuales 46 por ciento serán para los pueblos originarios. Sacando de la pobreza a 1.1 millones de pobres de Campeche, Chiapas, Yucatán, Tabasco y Quintana Roo. La ONU, también por medio de la UNESCO e INAH, estableció que trabajan con 80 operativos arqueológicos peinando el trazo del tren, usando incluso radares satelitales y vuelos para identificar sitios arqueológicos. La investigación agrega que es una obra que prometió respetar a las comunidades y el medio ambiente.

Cerca del Presidente, Daniel Chávez Morán será el encargado de supervisar los trabajos que estarán totalmente terminados en diciembre de 2022.

¿Y quién es Chávez Morán?, es presidente del grupo hotelero Vidanta, no tiene nexos laborales con el gobierno, según los que se dedican a escudriñar cuanto movimiento realiza la 4a.T; además de que la encomienda la hará de forma honoraria. Mi amigo lector, y si quiere saber algo más del personaje, le diré que el empresario es tan cercano al Presidente, que se dice fue el único en su ramo que llegó al festejo en la residencia de Tlalpan posterior al resultado de las elecciones.

lupitarico@hotmail.com

fb: María Guadalupe Rico Martínez