/ domingo 28 de noviembre de 2021

Paradigmas | Roemer, Zerón y Pegasus

El pasado jueves durante la protesta feminista en el principal cuadro de la capital del país las integrantes de los colectivos olvidaron la afrenta cometida por Andrés Isaac Roemer Slomianski, no así en el mes de abril cuando en pleno “Día Internacional de la Mujer” pintaron consignas y los nombres de algunas de las 61 presuntas víctimas que lo han denunciado. Dudo, el hecho le haya causado preocupación al ex embajador de buena voluntad de la Unesco, quien seguramente se pasea plácidamente por las principales avenidas de Jerusalén.

Sin embargo, no solo el escritor, conductor y diplomático que tiene 4 órdenes de aprehensión anda por tierras israelitas, también es viajero involuntario Tomás Zerón, “No tiene ninguna protección, pero tiene el derecho de estar en Israel hasta que exista un pronunciamiento sobre el caso… No. No hay un tratado, es verdad, pero se puede extraditar con base en tratados internacionales. No es un obstáculo”, mencionó Zvi Tal, embajador de Israel en México.

Y ya que hablamos de la Tierra Santa, el Ministerio de Defensa israelí excluyó a México y a otras 64 naciones de la lista de países a los que las empresas pueden vender tecnologías cibernéticas, en el contexto de las revelaciones periodísticas sobre la empresa de ciber vigilancia NSO Group, desarrolladora del software de espionaje Pegasus.

El software espía de grado militar vendido a los gobiernos para rastrear a terroristas y delincuentes, fue utilizado en intentos de hackeos y exitosos ataques cibernéticos de 37 teléfonos que pertenecían a periodistas, activistas de derechos humanos, ejecutivos de empresas.

La Fiscalía General de la República (FGR) aseguró sobre el caso de espionaje Pegasus, el Ministerio Público realizó una investigación de contratos suscritos por Tomás “Z”, en la entonces Procuraduría General de la República (PGR), durante la administración anterior. Al menos 15,000 líneas telefónicas de activistas de derechos humanos, periodistas y abogados fueron intervenidas en México desde el 2016 mediante el malware Pegasus.

Las feministas mexicanas se olvidaron de Roemer, -paradójicamente autor del libro Sexualidad, Derecho y Políticas Públicas- quien hoy es asiduo asistente a los cafés de la metrópoli ubicada en los Montes de Judea; de Zerón se sabe menos, estará agazapado, escondido entre edificios, además tras de él pesan probables delitos de secuestro, tortura y manipulación de evidencia sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y de malversación de unos 50 millones de dólares.

Ambas circunstancias me llevan a la conclusión de que las relaciones México-Israel, no andan viento en popa, tendrá el presidente Andrés Manuel López Obrador en compañía de su canciller Marcelo Ebrard, echar andar todo el andamiaje diplomático para llevar ante la justicia estas historias perversas, malignas y hasta diabólicas, construidas por encima del dolor humano.

lupitarico@hotmail.com

El pasado jueves durante la protesta feminista en el principal cuadro de la capital del país las integrantes de los colectivos olvidaron la afrenta cometida por Andrés Isaac Roemer Slomianski, no así en el mes de abril cuando en pleno “Día Internacional de la Mujer” pintaron consignas y los nombres de algunas de las 61 presuntas víctimas que lo han denunciado. Dudo, el hecho le haya causado preocupación al ex embajador de buena voluntad de la Unesco, quien seguramente se pasea plácidamente por las principales avenidas de Jerusalén.

Sin embargo, no solo el escritor, conductor y diplomático que tiene 4 órdenes de aprehensión anda por tierras israelitas, también es viajero involuntario Tomás Zerón, “No tiene ninguna protección, pero tiene el derecho de estar en Israel hasta que exista un pronunciamiento sobre el caso… No. No hay un tratado, es verdad, pero se puede extraditar con base en tratados internacionales. No es un obstáculo”, mencionó Zvi Tal, embajador de Israel en México.

Y ya que hablamos de la Tierra Santa, el Ministerio de Defensa israelí excluyó a México y a otras 64 naciones de la lista de países a los que las empresas pueden vender tecnologías cibernéticas, en el contexto de las revelaciones periodísticas sobre la empresa de ciber vigilancia NSO Group, desarrolladora del software de espionaje Pegasus.

El software espía de grado militar vendido a los gobiernos para rastrear a terroristas y delincuentes, fue utilizado en intentos de hackeos y exitosos ataques cibernéticos de 37 teléfonos que pertenecían a periodistas, activistas de derechos humanos, ejecutivos de empresas.

La Fiscalía General de la República (FGR) aseguró sobre el caso de espionaje Pegasus, el Ministerio Público realizó una investigación de contratos suscritos por Tomás “Z”, en la entonces Procuraduría General de la República (PGR), durante la administración anterior. Al menos 15,000 líneas telefónicas de activistas de derechos humanos, periodistas y abogados fueron intervenidas en México desde el 2016 mediante el malware Pegasus.

Las feministas mexicanas se olvidaron de Roemer, -paradójicamente autor del libro Sexualidad, Derecho y Políticas Públicas- quien hoy es asiduo asistente a los cafés de la metrópoli ubicada en los Montes de Judea; de Zerón se sabe menos, estará agazapado, escondido entre edificios, además tras de él pesan probables delitos de secuestro, tortura y manipulación de evidencia sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y de malversación de unos 50 millones de dólares.

Ambas circunstancias me llevan a la conclusión de que las relaciones México-Israel, no andan viento en popa, tendrá el presidente Andrés Manuel López Obrador en compañía de su canciller Marcelo Ebrard, echar andar todo el andamiaje diplomático para llevar ante la justicia estas historias perversas, malignas y hasta diabólicas, construidas por encima del dolor humano.

lupitarico@hotmail.com